Monitor 16-D

Ameliach en Carabobo

El 16 de diciembre de 2011 escribimos sobre lo que, a nuestro entender, podía ocurrir en la elección del Gobernador del Estado Carabobo prevista para 2012 (http://www.aporrea.org/regionales/a135487.html).

Para entonces, el presidente Chávez había designado como candidato a Nicolás Maduro, y decíamos:

“Mario Silva no fue gobernador de Carabobo, en 2008, por escasos 25.570 votos: 407.520 (47,50%) obtuvo Salas; Mario, 381.950 (44,52%), y Acosta Carlez, 56.290 (6,56%). Algunos errores tácticos en la campaña de nuestro candidato más la división que generó Acosta, quien ejercía el poder ejecutivo estadal, determinaron este resultado.

Para 2012, no avistamos ningún factor de poder que pueda dividirnos (como, entonces, lo fue el general). Por el contrario, luego de ganar la relección el próximo 7 de octubre, el escenario estará preparado para una nueva victoria del candidato que presente Chávez: así de sencillo. Sólo se necesita una figura con proyección nacional que cohesione la base social de la revolución en nuestra entidad…

Además de la improbabilidad de divisiones en nuestra base de apoyo popular, los enfrentamientos entre distintos sectores del antichavismo carabobeño facilitarán aun más el triunfo del candidato de la revolución. En efecto, los odios que han ido acumulándose durante décadas seguramente estimularán el voto gratuito a nuestro favor de algunos sectores adversos al actual gobernador.

Para quienes tengan dudas acerca de este pronóstico los invitamos a releer los resultados de todos los comicios que se han efectuado desde 1998: el presidente Chávez, cuando su legitimidad ha sido sometida a la consulta popular, nunca ha perdido una elección en Carabobo. El 7-O probablemente produzca efectos similares a los que generó el Referendo con fines revocatorios de 2004, esto es, la debacle del antichavismo en gran parte del país, incluida la sede del Magallanes”.

Al final, para representarnos en esta contienda, fue designado Francisco Ameliach, expresidente de la Asamblea Nacional y figura emblemática del Chavismo desde sus orígenes. De tal forma que, lo que dijimos el 16-D del año pasado, es perfectamente aplicable al próximo 16-D.

Transcurridas más de 3 semanas del inicio de la campaña, el IVAD e HINTERLACES, dos de las encuestadoras más serias -y, por ende, atinadas- del país, ya han emitido sus primeras proyecciones. Los datos que arrojan ambos sondeos son similares; pero, para tratar de aproximarnos al resultado final de este proceso, utilizaremos los de HINTERLACES porque, entre otras razones, incorpora el porcentaje de apoyo a las candidaturas que están al margen de la polarización: una variable que aunque, al parecer, en este caso no influirá en el resultado, igualmente debe ser considerada.

Según el anuncio de Oscar Schemel, director de HINTERLACES, un 81% del electorado manifiesta que sí irá a votar. A favor de Ameliach sufragará el 45%; el 37% por Salas (MUD); No Sabe o No Responde, 15%, y Ninguno de ambos candidatos, 3%.

Como bien lo ha dicho el propio Schemel, el nivel que alcanzará la abstención podría acercarse al que se produjo en las anteriores elecciones regionales. Es probable. Aunque, dado el duelo que el antichavismo no ha superado, podría pensarse en un rango más amplio. Así, en nuestra entidad, la abstención en las Regionales de 2004, que se efectuaron 3 meses después del referendo con fines revocatorios, alcanzó el 43,78%. Sin embargo, y a efectos de este escrito, tomemos en cuenta el porcentaje de abstencionistas de las Regionales de 2008 (33,55%), casi idéntico al de las Parlamentarias de 2010 (33,78%).

Vistos todos los elementos, dicho sondeo apunta a que en este momento la situación está, más o menos, así:

Población Electoral: 1.516.240 (aprox.)

Abstención: 33,55%

Participación: 1.007.541 (66,45%)

Ameliach: 453.393 (45%)

Salas Feo: 372.790 (37%)

NS/NR: 151.131 (15%)

Otros: 30.226 (3%)

Si depuramos un poco más y consideramos solamente a quienes han manifestado por quién van a votar, el resultado es el siguiente: Ameliach, 52,94%; Salas Feo, 43,52%, y Otros: 3,52%.

Por otra parte, hay estudios alternativos que se están realizando en la actualidad que proyectan un triunfo del Gran Polo Patriótico en 12 de los 14 municipios que conforman Carabobo, incluyendo Valencia. Por ello, el candidato a Alcalde que para esta ciudad postuló la MUD, Michelle Cocchiola, ha comenzado ha publicitar su apoyo a Salas Feo, deseando en silencio que éste pierda en el estado pero que gane en su municipio (para evitarse más complicaciones).

El descalabro antichavista es tal que, revisando el comportamiento de esta tendencia en los últimos procesos desde 2007, observamos que en su peor participación en un acto electoral regional (2008) había obtenido el 30,44% del total de electores. Es decir, en condiciones normales, tendría como piso alrededor de 460.000 votos. Sin embargo, el desgaste de la dirigencia al frente de esta gobernación, los odios que se han desatado entre caimanes del mismo caño desde hace dos décadas y, sobre todo, la frustración que cargan a cuestas en virtud del triunfo apabullante del presidente Chávez el pasado 7-O son, en resumidas cuentas, los factores que se están reflejando en los sondeos de IVAD e HINTERLACES.

La gran mayoría de los antichavistas carabobeños estiman que su candidato regional va a perder el 16-D, percepción que ha sido reforzada por algunos factores independientes que están desarrollando una penetrante campaña a través de los medios a favor de Ameliach. Al final no se ha determinado si serán pocos o muchos los antichavistas que acompañarán al candidato del GPP, pero sí los suficientes para mostrar la caótica realidad de la derecha en el estado. E igualmente serán necesarios toda vez que –y el presidente lo ha solicitado muchas veces- se requiere ampliar la base social de apoyo de la Revolución mediante la incorporación de la clase media profesional.

No obstante, y lo demuestran los resultados electorales obtenidos desde 1998, el chavismo pudiese ganar por sí solo en Carabobo. Y siempre ha debido ser así, solo que la confrontación interna entre sus diversos factores dirigentes, además de otras particularidades estadales, determinaron que un porcentaje considerable de sus militantes y simpatizantes decidiera activarse única y exclusivamente cuando la legitimidad del presidente Chávez fuere sometida a consideración popular. Por ello, el principal reto del GPP en este momento consiste en seguir incentivando a nuestras bases para que se incorporen y cohesionen en torno a las candidaturas presentadas y al desarrollo del Estado Comunal y de los principios constitucionales que fundamentan la participación del pueblo.

Por lo pronto, puede destacarse que la campaña del compañero Ameliach ha sido acertada en términos generales, y que nos estamos acercando a la verificación de la hipótesis que nos planteamos el 16-D de 2011:“El 7-O probablemente produzca efectos similares a los que generó el Referendo con fines revocatorios de 2004, esto es, la debacle del antichavismo en gran parte del país, incluida la sede del Magallanes”.

feolacruz@gmail.com

@luissalvadorfeo




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Luis Salvador Feo La Cruz P.


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