Sugiero que a partir de este diciembre de 2012 la Navidad también sea Chavidad: símbolo de la fiesta de la solidaridad y la lucha por la igualdad humana, el amor, cuidado de nuestra madre naturaleza y nuestra madre patria.
Sugiero que celebremos la Navidad entendida como la “Chavidad”: es decir, la vida, lo amoroso, la entrega, la solidaridad, la lucha con alegría por la igualdad y el amor verdadero al prójimo.
Celebremos desde ahora la Navidad también como Chavidad: con el encuentro entre mujeres y hombres de buena voluntad; entre patriotas, amigos, hermanos, solidarios.
La Chavidad es la música de la patria en todas sus expresiones, la Chavidad son las fuerzas, energías ancestrales, cósmicas, religiosas y su sincretismo por la vida.
Convirtamos la Navidad en Chavidad: símbolo de rebeldía y rebelión, no más renos ni muñecos de nieve, pinos, san Nicolás, duendes ni pinos canadienses con o sin nieve, y, por supuesto, más nunca vestirse en familia –incluye mascotas- con el símbolo comercial universal del capitalismo: el gorro rojo y mota blanca de la coca-cola.
La Chavidad es solidaridad internacional, la lucha por la paz y la amistad con los pueblos, la Chavidad es buen vivir, compartir, dar, es la negación del consumismo.
La Chavidad es la celebración, sugiero adornar nuestros postes con: estrellas rojas de 5 puntas luminosas, cuatros, furrucos, hallacas, trompos, papagayos, etc.
La Chavidad simboliza la unidad, la alegría por el socialismo, las misiones, es la lucha constante por superar y extinguir la pobreza.
La Chavidad nace con el pensamiento vivo y eterno de Hugo Chávez, el comandante de la alegría, la lucha por la igualdad y justicia social.
¡Vamos, Comandante Chávez, vamos Presidente, vamos panita!
¡Viviremos y venceremos!
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