Venezuela, es una Patria mujer, mujer joven, mujer linda, mujer morena, mujer preciosa. Venezuela es una Patria india, altiva, arrogante y esbelta. El Padre libertador la engendró, tejió e imbricó en la matriz del Abya Yala. Ante el acoso de la maldad humana, el Padre Bolívar, entregó su vida defendiéndola, cuidándola, protegiéndola. Siempre luchando contra la opresión y la esclavitud, que otra vez triunfó.
Feliz, muchacha Venezuela, durante 20 años tu padre Bolívar derrochó vida y esfuerzo en todos los aspectos etapas y facetas de creación para darte cuerpo y figura legal esculpida en noble roca de los tepuyes de Guayana.
Mientras crecías, el libertador regó tu planta con su sangre y su salud; con intensa y dedicada fuerza despejó el horizonte e ilumino el panorama para que, tú, cual venada indómita, corretearas por los llanos y montañas de la Pachamama disfrutando de independencia y libertad
Pero la traición se entronizó en el corazón de algunos de tus hijos, débiles de conciencia y escasos de moral, en acción de desprecio y traición asesinaron a tu padre libertador. Sola quedaste, a merced de depredadores propios y extraños, y en secuencia, cruel, ingrata y malvada, has sido violada, burlada, robada, ultrajada y humillada. Empero no pudieron doblegar tu orgullo y, sostenida en el empeño y entereza de los más nobles de tus hijos e hijas, has resistido luchando con tenaces fuerzas, en espera de la justicia, siempre profetizada por el padre libertador y, que él dejara grabada en las mentes de sus más preclaros hijos.
A la india, bella Venezuela, le sobrevinieron malos gobernantes y falsos líderes, ello lo describe tu más aguerrido defensor, el gran panita Alí Primera en su canto: “La Patria es una mujer, que nació para amarla, y en vez de darle caricias, lo que hacen, es manosearla”. Así, trágicamente, transcurrieron muchos años, durante ese tiempo, dilapidaron sus riquezas, asesinaron sus mejores hijos, casi le rompieron los pechos dejando a sus hijos en peligro de morir, no obstante tanto dolor, en tu fuente de vida, seguiste amamantando a propios y extraños, tan grande tu generosidad, realizaba ese milagro.
Tu fortaleza, tu solidaridad, tu valentía, la devoción por tus hijos expoliados, excluidos y maltratados, aunque mermada y destrozada se mantuvo a pesar de la depredación. Esa resistencia, amada patria mujer, te permitió sobrevivir a las fieras hambrientas, y te mantuvo con un débil halito de vida hasta que la providencia, te regaló un novio quien amalgamó e integró, un ejército de valientes venezolanos, te rescató y te dio dignidad, independencia y soberanía.
Hoy, tú Muchacha Patria Venezuela, de la mano de tu novio Hugo Chávez, avanzas altiva, altanera irreverente con tu cabellera al viento y arremolinando en tu cintura todas las fuerzas telúricas, que sostienen, en tu cuadril a tus hijos en procura de la buena vida legada por tu Padre Libertador.
Hoy, cuando tu héroe y fervoroso protector, se bate contra el ataque malvado de la enfermedad. Tú, linda Patria India, sufres, lloras y entristeces tu semblante, empero, en tú corazón y tú conciencia se trastocan tus sentimientos tristes en fortaleza y decisión para defender, consolidar y mantener el más grane bien que te ha regalado tu adorado novio y adalid. Y le insuflas fé y energía con tus constantes y sentidas muestras de amor, que viajan por el éter en oración hasta el lecho de convaleciente de tu amado Hugo.
¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA Y SOBERANA!
¡TU PATRIA, TE ORA, TE PIENSA, TE AMA Y TE ESPERA!
¡VIVIRÁS Y VENCERÁS!
William Castillo Pérez (Elindio)
wiliancastillop@gmail.com