En el Consejo de Ministros del 20 de octubre de 2012, el presidente Hugo Chávez le confesaba al país, al mundo, -con la humildad y sinceridad que lo caracteriza- sobre las condiciones físicas y de salud con que afrontó la campaña electoral; decía el Comandante:
"Yo les confieso que yo terminé la radioterapia pocos días antes del inicio de la campaña, muchos médicos expertos llegaron a decir, que yo no podría hacer campaña, ¡lo hicimos!, ¡¿no Nicolás?! Pero realmente yo les confieso que Hugo Chávez Frías hizo, yo diría que un 10% de lo que sin radioterapia y todo eso, hubiera hecho.
?(?) yo he visto pero nada, ni una línea, al respecto del candidato que fue Hugo Chávez, y las limitaciones físicas que yo viví. En alguna ocasión yo le dije a Nicolás, ¿te acuerdas Nicolás? En el camión ese bendito. ¡Nicolás sácame de aquí, sácame de aquí Nicolás!, yo andaba con un malestar, un cansancio, nadie sabe lo que yo hacía después que llegaba del camión?.
Fuimos incapaces de hacer una lectura correcta de aquellas confesiones, de su batalla personal, de su gesta heroica.
Allí ante nuestros ojos había ocurrido un hecho histórico, un hombre ?Hugo Chávez Frías- cargando en sí el decoro de un pueblo, y llevando en su sangre y conciencia el legado de: Guaicaipuro, José. Leonardo Chirinos, Antonio Ricaurte, José Félix Ribas, los batallones Bravos de Apure y Británico, Negro Primero, Miranda, Simón Bolívar y tantos otros; Hizo honor a su consigna: ¡Patria o nada!
El Comandante Presidente en un acto de amor, a costa de su salud, su vida, se había entregado en cuerpo y alma a otra batalla por la Independencia y Patria Socialista.
¡Viva Chávez!
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