Cuando deba sufragar el 2013 tenga claro qué y a quién está votando. ¿Alianza, Concertación, en blanco, anulará? Hágase responsable reconociendo que ya está al tanto de lo que cada una de esas coaliciones ha significado para Chile y su gente
¿DE CUÁL INÉDITA página de nuestras vidas habrán sacado los dirigentes de la Concertación la peregrina idea –que transformaron en audaz aseveración- de ser ellos quienes representan ‘nuestras esperanzas y voluntades’?
Es cierto que fui uno de los tantos que se opuso a la dictadura y luchó contra ella. También corresponde a la verdad que en un primer momento apoyé a la naciente Concertación de Partidos por la Democracia en los meses del histórico plebiscito del SÍ y el NO… y que voté (con un ‘pinche’ cerrando mi nariz) por Patricio Aylwin Azócar el 14 de diciembre de 1989 para derrotar –y sacar de la escena política- al abanderado del dictador Augusto Pinochet, el economista Hernán Büchi.
De ahí en más, mis sentimientos hacia la Concertación fueron diferentes. A temprana hora pispé el entreguismo de sus dirigentes y las primigenias traiciones de quienes una vez juraron ser izquierdistas. Peor aún, traiciones de quienes, en el período del gobierno de la Unidad Popular, declararon ser marxistas. Reconozco que ellos, en esos inolvidables años eran tan jóvenes como yo, tuvieron la capacidad de embriagar con sus acertados análisis de coyuntura a quienes –se suponía- íbamos a ser la generación del recambio en política. Las bayonetas y los ladridos de perros uniformados dijeron otra cosa.
La traición llegó a primera hora y tuvo el color del cobre. Antes de cumplir su primer trimestre en el gobierno, Patricio Aylwin –a mi juicio uno de los principales saurios políticos existentes al interior de la Concertación- a espaldas de la ciudadanía y con el concurso predador de algunos de sus ministros y asesores (cuyos nombres entregaremos en este mismo inciso), abrió las puertas de Chile a las empresas transnacionales dedicadas a la explotación minera, y lo hizo de manera tal que hasta el día de hoy nuestro país ha resignado más de quinientos mil millones de dólares, desde 1990 a la fecha, merced al indignante (e ilegítimo) entreguismo del señor Aylwin y, luego, de todo el conjunto concertacionista.
A este respecto, el investigador Julián Alcayaga escribió lo siguiente:
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<< Las leyes promulgadas por los gobiernos de la Concertación En vez de derogar y/o modificar las leyes que habían sido dictadas por el gobierno militar, como el DL 600 y la ley minera, el gobierno del Presidente Alywin, desde el primer momento creó las condiciones pa0ra afianzar y ampliar lo que había hecho la dictadura a favor de las transnacionales mineras.
<< En efecto, la Ley 18.985, de 28 de junio de 1990, es la más importante de todas las leyes que permiten la evasión y elusión tributaria. Por eso mismo se tramitó de manera encubierta, en el más absoluto sigilo, para que la opinión pública no se percatara del grave daño que se hizo a la soberanía nacional. >>
Y agrega Julián Alcayaga: “”Es indudable que el Presidente Alywin es el responsable político de estas modificaciones. En orden de precedencia, los que le siguen en jerarquía y que deben responder por estos cambios tributarios son: el Ministro de Hacienda de la época Sr. Alejandro Foxley; el ex Ministro de Economía, Carlos Ominami, el Director Nacional de Impuestos Internos Sr. Javier Etcheverry; el Ministro Secretario General de la Presidencia, encargado de negociar y aprobar las leyes en el parlamento, cargo que desempeñaba el señor Edgardo Boenninger. Se podría pensar que uno de estos tres personajes podría ser el autor material de las disposiciones que permitieron que, a partir de 1990, las mineras no pagaran impuestos.””
En los 20 años de gobiernos concertacionistas, ese bloque tuvo la mayoría parlamentaria suficiente para derogar leyes mineras impuestas por la dictadura, pero no lo hizo. ¿Acuerdos con los predadores imperialistas estadounidenses antes del plebiscito del SÍ y del NO, beneficiando gratuitamente a consorcios transnacionales que han arrasado no sólo con nuestros recursos mineros sino, también, contaminando o destruyendo valles, glaciares y ríos, tal cual certifican los casos de Barrick Gold en Pascua Lama y Minera Los Pelambres en Caimanes.
Es verdad que todo ello fue iniciado durante una dictadura militar aconsejada, manejada y encauzada por economistas ultra conservadores egresados de universidades fundamentalistas, como la PUC en Chile y Chicago en EEUU, pero es imposible negar que la Concertación resultó ser su mejor albacea -en estas y en otras materias económicas y laborales-, poniendo paños fríos a cualquier intento popular destinado a mejorar la situación general, lo que a fin de cuentas convirtió a ese bloque en una especie de mayordomo del patronaje internacional, lo que en el caso de Ricardo Lagos Escobar alcanzó la cúspide del entreguismo, aplaudido y homenajeado por las agradecidas bandas de empresarios en Casa Piedra que le dieron el nada honorífico título de “un gran Presidente”…¿gran Presidente, para quiénes? Obviamente, para los saurios que se han radicado en Chile dispuestos a convertir nuestro país en una pecera gigante de la cual extraer sus recursos hasta dejar solamente el envase.
Allí están, como ejemplos irrefutables, la estafa de la encuesta CASEN, el robo en descampado y ‘legal’ (pero no ‘legítimo’) que AFP’s e ISAPRES ejecutan contra millones de chilenos; las termoeléctricas contaminantes; el sistema binominal que avergüenza a un país ante la comunidad internacional; la profunda y creciente brecha económica que obliga a toda la nación a vivir bajo deudas impagables que deterioran a varias generaciones; el constante desprecio oficial por los trabajadores y sus organizaciones sindicales traducido en leyes injustas que atentan contra el recurso humano; el casi imbatible lucro en la educación; el racismo y ataque contra nuestras etnias originarias; la entrega del mar chileno a manos de siete familias mega millonarias y también predadoras del medio ambiente; la estructuración de un ‘familisterio’ político-económico que se ha adueñado de la nación y de sus organizaciones, incluyendo los poderes del estado donde solamente 35 o 40 familias –emparentadas por lazos de consanguinidad y/o económicos- manejan los hilos en cada uno de ellos.
A toda esta vergüenza in crescendo se fueron uniendo antiguos luchadores antidictatoriales. Muchos de ellos pertenecieron a tiendas partidistas populares, símbolos del progresismo y la justicia social, pero a temprana hora cayeron de rodillas ante el influjo de los platos que engalanaban la mesa de los poderosos. Esas personas, mujeres y hombres, constituyeron la dirigencia de aquellas instituciones que según Lagos Escobar ‘funcionaban’… aunque el ex presidente jamás acotó de manera asertiva aquel funcionamiento, pues ya se sabe que los engranajes caminaban sólo en beneficio de los mismos poderosos que se adueñaron del país. Fue entonces que los viejos luchadores optaron por convertirse en cola de león, traicionando sus propios principios y dejando en la estacada –una vez más (ya lo habían hecho el 11 de septiembre de 1973 abandonando al presidente Allende a su suerte en La Moneda)- al mismo pueblo que juraron defender y representar.
Sobre este punto me permito transcribir parte del sucinto recuento que realizó un buen amigo de quien escribe estas líneas. Su lectura ahorra todo comentario.
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<<y no="" debe="" quedar="" en="" el="" olvido="" caso="" del="" ex="" funcionario="" cepal="" y="" militante="" de="" la="" fracción="" más="" ultra="" mapu="" durante="" up,="" juan="" carlos="" feres,="" también="" torturado="" por="" esbirros="" dictadura="" 1981,="" pero="" que="" gobierno="" michelle="" bachelet="" fue="" uno="" los="" profesionales="" dirigió="" falsificación="" las="" cifras="" desigualdad="" (62%="" fraude="" 10="" familias)="" encuesta="" hogares="" casen="" a="" cambio="" un="" ascenso,="" otorgado="" pc="" hasta="" 1978="" -y="" ciudadano="" italiano="" desde="" 80's-="" ernesto="" ottone,="" capo="" 2º="" piso="" asesores="" estratégicos="" ricardo="" lagos="" moneda="" 2000-2006,="" hombre="" partir="" marzo="" ese="" último="" año.<
<< ¿Entiendes mejor entonces, querido amigo Arturo, por qué nuestra transición a la democracia ha sido un largo y -por ahora- frustrado e hipócrita sainete ?>>
Lo que relata ese querido amigo es la perfecta síntesis de lo ocurrido en Chile durante el ascenso de aquellos ex luchadores a los entramados del poder, lo cual en buen romance no puede sino significar una interesada conversión al neoliberalismo rampante formando filas en el mismo ejército de ladrones y predadores que una vez dijeron combatir como enemigos, pero –he aquí lo más doloroso y principal- traicionando abierta y desembozadamente los asuntos que la mayoría de la sociedad civil chilena aprobó en cuanto a programa de gobierno. Y a ello no escapan tampoco los ex presidentes que administraron Chile entre el año 1990 y el 2010.
Por ello, si doña Michelle Bachelet –que dijo esperaría el mes de marzo del 2013 para referirse a temas políticos- triunfara nuevamente en las elecciones presidenciales del año entrante y retomase el sillón de O’Higgins en La Moneda, ¿se haría acompañar y asesorar por muchos de los mismos que protocolizaron la venta de Chile a grandes trasnacionales y grupos privados concentrados? ¿Con doña Michelle regresarían los Foxley, los Aninat, los Andrés Velasco, los Harboes, los Insulza, los Lagos Escobar, Los Joaquín Vial, los Mardones Santander, las y los Marshall Lagarrigue, los Pérez Yoma, los Estévez, las Poniachik, las Hardy, los Rosenbluths, los Mario Marcel, los Bitrán, los Eyzaguirre Guzmán, los Bitar, los Fernández Hydroaysén , los Pérez Zañartu del Metro, los Ominamis los Ottone, los Tironi, los ex MAPUs Correa, Los Viera Gallo, los Loyola, las Jiménez, los muchachos y muchachas neoliberales de Expansiva, etcétera? ¿Qué ‘instrucciones’ trae desde Estados Unidos, o más precisamente desde el departamento de Estado, luego de tantos años de ‘capacitación’ en ese país, la encargada de ONU-Mujer?
No se crea, por favor, que las líneas anteriores significan un apoyo a los programas y tiendas derechistas. En absoluto es así. Debe quedar claro que la Concertación se transformó, en menos de lo que canta un gallo, en bloque socialdemócrata, e incluso centroderechista, siguiendo las aguas surcadas por los “Chicago Boys” y cuadrándose en posición firme ante las instrucciones emanadas desde Washington y el FMI, lo que viene a significar haberse convertido en ‘ayudista’ bien pago del empresariado transnacional y bolichero, dispuesta a agotar los recursos de su propio país sin que este reciba estipendio digno ni tecnología adicional que faculte su independencia y soberanía.
Poca duda cabe a estas alturas de los acontecimientos que Andrés Allamand y Laurence Golborne –precandidatos de la derecha a la presidencia de la república- ofrecen incrementar las políticas de clasismo y desigualdades para continuar beneficiando intereses de pocas familias y deteriorando el patrimonio nacional en procura de lo mismo; pero también es cierto que las precandidaturas de la centroderechista Concertación apuntan a mantener el actual sistema, ya que no es otra cosa la que ofrecen inefables personajes como Andrés Velasco, Ximena Rincón, Claudio Orrego y Michelle Bachelet, cuyas trayectorias políticas señalan que lo mencionado en estas líneas ni siquiera posee un mínimo margen de error.
Está más que claro cuál es la realidad a enfrentar en las elecciones parlamentarias y presidencial el año 2013. Usted, seguramente, estará horquillado para votar por uno de los dos bloques del duopolio, vale decir, por uno de esos socios que han estragado el país. ¿Alianza, Concertación, en blanco, anulará? Decídalo usted, pero reconozca que ya está al tanto de lo que cada una de esas coaliciones significa, pues su sufragio se basará en oportuna información como la presente, lo cual redunda en la frase de siempre: “usted es el responsable del tipo y calidad de gobierno que tendrá Chile”.