Telesur los tiene locos

Los gringos tienen un errado concepto de la oposición venezolana: la creen bruta. No soy el más llamado para defenderla, pero tengo allí amigos cuya inteligencia conozco y a veces hasta admiro. Ahora los yanquis movilizaron a la misma Cámara de Representantes para que ésta apruebe una enmienda con el fin de proteger la conciencia y claridad de criterio de los opositores criollos. Pocas veces se había ofendido tanto a un colectivo bajo el pretexto de protegerlo de malas influencias.

Las alarmas se dispararon en Estados Unidos ante el inminente lanzamiento del canal de televisión Telesur, un proyecto de varios países entre los que participa Venezuela. Los primeros que se engorilaron fueron los cachacos de la oligarquía colombiana. Una canción de Gaetano Tiesta que no entendieron y un documental en el que aparece brevemente un más joven Marulanda los engrinchó, cuando el legendario Tirofijo sale casi todos los días en los noticieros del hermano país.

El representante republicano de Florida (¿de dónde más?), Connie Mack, se disparó una perorata que habría hecho morir de risa al mismo senador Mac Carthy, y logró que se aprobara la fulana enmienda que “autoriza al gobierno estadounidense a iniciar transmisiones de radio y televisión que ofrezcan a los venezolanos una fuente de noticias precisa, objetiva y completa”. Bueno, ni Clark Kent.

La subestimación gringa ya no es sólo hacia la oposición, sino que alcanza a sus medios de comunicación, lo que resulta el colmo. Las fuerzas anti Chávez tienen y han tenido a su servicio cuatro grandes canales de televisión nacionales, casi todos los regionales; 70 diarios de provincia y cuatro de alcance nacional, más unas 400 emisoras de radio diseminadas por todo el país. Durante el paro petrolero bombardearon al ciudadano con unas 30 mil cuñas durante dos meses, sin paz ni descanso. El asunto no termina aquí: la Sociedad Interamericana de Prensa, con todos sus diarios en el continente, y la Asociación Interamericana de Radiodifusión, con todas sus emisoras, están en la misma causa contra el gobierno de Venezuela.

El soberbio Tío Sam, sin embargo, no cree en todo ese potencial ni en la inteligencia de sus socios (o sobrinos) criollos y latinoamericanos. Por ello ha decidido instalar su propio canal y emisora, tipo Radio Martí (para la eterna vergüenza de Martí) con el fin de que nadie venga a engañar a la oposición venezolana. Pudo haber enviado los dólares para que los paisanos opositores le echaran pichón a esos medios sin el barniz de la intromisión extranjera. Pero los gringos tienen una mala experiencia con el dinero que entregaron para el golpe de abril, el paro petrolero, la epopeya de Altamira y la guarimba. Muchos se embolsillaron los billetes verdes y se esfumaron.

En rigor, la fulana enmienda es una medida más efectista que efectiva. Ya aquí los medios criollos lo probaron todo, con el único resultado de volver más chavistas a los chavistas y de dejar a la oposición revolcándose en una cosa que certificaron como disociación sicótica. Pero como los dólares son de ellos, pueden botarlos como les venga en gana, incluso en esa lluvia sobre mojado de pretender convencer a los ya convencidos. De paso, Telesur no se esperaba la tremenda publicidad y promoción que a nivel mundial le acaba de hacer la Cámara de Representantes de EEUU. Estos tipos le meten de verdad.


Esta nota ha sido leída aproximadamente 3868 veces.



Earle Herrera

Profesor de Comunicación Social en la UCV y diputado a la Asamblea Nacional por el PSUV. Destacado como cuentista y poeta. Galardonado en cuatro ocasiones con el Premio Nacional de Periodismo, así como el Premio Municipal de Literatura del Distrito Federal (mención Poesía) y el Premio Conac de Narrativa. Conductor del programa de TV "El Kisoco Veráz".

 earlejh@hotmail.com

Visite el perfil de Earle Herrera para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Earle Herrera

Earle Herrera

Más artículos de este autor


Notas relacionadas