Justo ayer en plena campaña electoral para las elecciones del 16-D, se le ocurrió lanzar esta especie de metáfora o teoría del queso rallado para comunicar una idea, que muchos en el buró político estadal Anzoátegui aplaudieron y la militancia recibió eufóricamente. Ahí había un mensaje aparentemente claro, pero que ahora parece tomar sentido, muy distinto al que pudo o debió haber tenido.
La figura del queso rallado, nos comunicaba literalmente de una situación: Usted con un pedazo de queso en la mano y en la acción de rallarlo, cada pedacito se esparciría sobre el Poder Popular, que a decir verdad, fue otra importante bandera de su campaña. Digamos para resumir camarada Aristóbulo, que la “teoría del queso rallado” y la propuesta de tomar al Poder Popular como acompañante fueron dos ofertas electorales fundamentales preparadas para la campaña.
Resulta que estas dos situaciones fundamentales de su campaña, tempranamente se están volviendo agua y le confieso que comienza a extrañarse al turco Tarek William Saab. Vamos al fondo del asunto. Se ha visto en toda la gran área de la zona norte del estado Anzoátegui un amplio movimiento de cuadrilla haciendo mantenimiento y limpieza. Ese gran operativo pudo haber sido la primera gran oportunidad para poner en práctica una parte sustantiva de su oferta electoral, según la cual, nos aseguraba que gobernaría con el Poder Popular. Es decir, era una oportunidad para decirle a ese Poder Popular –comuna en construcción y consejos comunales- asuman y quiero que me hagan esta trabajo de poner lindo a la zona norte del estado Anzoátegui.
En vez de acudir al Poder Popular y también a la coordinaciones municipales del PSUV de Sotillo, Bolívar, Guanta y Urbaneja, que fueron fundamentales parte organizar ese importante esfuerzo, que contribuyó bastante con el triunfo del 16-D; la persona responsable de este gran movimiento de mantenimiento que –repito- pudo haber sido una buena iniciativa para poner en práctica una promesa electoral, quedó por ahora sin efecto. No se olvide camarada, que los llamados comanditos fueron básico en esta tarea y a esos comanditos pudo habérsela incorporado a una iniciativa como esta.
El queso –sin rallarlo- se le confió a un señor vinculado directamente con el camarada Guillermo Martínez, cuyo nombre omito porque no voy a situaciones personales, pero es el mismo que acaparó los camiones de propaganda y recibía más de 2.000 bolívares diarios por esa contribución. Este señor “administro” toda esa penca de queso y esta consigna de trabajar con el Poder Popular en esta PRIMERA gran oportunidad se vino por el barranco. En muchas comunidades de Barcelona y Sotillo increíblemente están extrañando al turco Tarek William Saab y le confieso que es real y no es una buena señal.
Esta manera como se administro esta “penca” de queso que no fue rallado, espero no sea una señal de la manera de “administrar” el proceso de selección de candidatos a concejalas y alcaldías. Asumamos esta importante decisión sobre los concejales, las concejalas y las alcaldías con los supuestos epistemológico –soy filosofo- de la teoría del queso rallado.
@ClaudioElcuaco
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