Es la primera vez que piso tierra venezolana.
Llego a Caracas invitado por TeleSur, el canal continental del cual soy periodista autorizado en el Caribe colombiano.
Con Caracas me sucede algo extraño y agradable al mismo tiempo: tengo la sensación de haber estado aquí, no una, sino varias veces. Todo me resulta familiar, por el estilo costeño de la gente.
El lanzamiento de TeleSur tiene a la Casa Blanca postrada de los nervios. Tanto que antes de emitirse la primera imagen, en el Congreso de Estados Unidos un republicano propone, y se aprueba, lanzar una señal contra el espacio radioeléctrico venezolano para dañar la de TeleSur, decisión descabellada, muestra de intervencionismo contra un país democrático.
Desde ahora, TeleSur es la nueva fuente informativa para toda Latinoamérica.
Al mediodía del 24 de julio, Caracas y todo el continente ven las primeras imágenes del canal latinoamericano con señal gratuita.
Hace buen tiempo en estos días en la capital venezolana que festeja el cumpleaños del Libertador, un sol tibio y vientos frescos bajan de la cordillera, cerros de verde brillante se ven cercanos y parece que pueden tocarse estirando el brazo.
Creo no equivocarme si digo que Caracas es la ciudad que mejor aprovecha el acervo verbal heredado de sus aborígenes. Todo está lleno de nombres que hablan del pasado indígena: chaguaramos, cuaricuao, curiacara, caurimare y petare, nombre de un pedazo mítico para los inmigrantes colombianos que hay que apartar a codazos en la estación del metro.
El conductor de una camioneta ofrece su ruta: La Guaira, Macuto, Naiguata, todo un concierto de música precolombina.
El ambiente de la ciudad es festivo, el natalicio de Bolívar, la fundación de Caracas y el concierto de La Carlota, una antesala del XVI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes. Muy cerca de la casa de la familia Bolívar, una placa recuerda el paso del Apóstol de la Libertad, José Martí. Caracas está sucia y al alcalde Barreto le gritan: "Barreto: barre"
Los muros gritan, quedan recuerdos del referendo: "NO es NO y punto", "Fuera Fidel Castro" "Fuera Bush", es Latinoamérica ante mis ojos en una sola pared de menos de veinte metros.
Grandes titulares también reflejan gran actividad periodística.
El vicepresidente Rangel dice que los EE. UU. están acorralados, como lo demuestra la reacción de la Casa Blanca ante TeleSur.
"El gobierno de Bush no pudo ocultar su rabia con TeleSur. La integración de varios países de Suramérica, a fin de contar con un medio de información propio, es un acto de independencia y soberanía, un avance en la ruptura con un pasado de subordinación y dependencia.
"Hasta ahora los suramericanos sólo podían apelar a CNN a fin de enterarse de cuanto ocurría en el mundo y CNN no es otra cosa que el dominio de los intereses norteamericanos sobre la información" (Diario Vea).
Tariq Alí, Alfredo Molano, Ignacio Ramonet, Luis Brito García, Dany Glover, Ernesto Cardenal, son apenas una parte de los pesos pesados que forman el grupo asesor de TeleSur, y que encuentro en Caracas rodeando a Jorge Enrique Botero, el jefe de información del canal.
Organismos gremiales del periodismo venezolano preparan una declaración contra la grosera ingerencia norteamericana en el caso del canal TeleSur.
Para Rangel, la reacción de Bush es por sí sola una gran victoria para el canal continental, gracias a la torpeza ya acostumbrada de la política exterior de los Estados Unidos.
