La agrupación política de oposición Súmate esperaba acabar con el CNE tras las elecciones de concejales y juntas parroquiales celebradas el pasado 7 de agosto. Su feroz campaña de deslegitimación contra las instituciones bolivarianas que lleva a cabo con el financiamiento de Washington tenía como objetivo prender la mecha del caos y la anarquía, desestabilizar al país y abrirle las puertas a una intervención extranjera. Pero a pesar de la alta abstención, Súmate volvió a fracasar.
Súmate fracasó en hacerse pasar una vez mas por una organización de la "sociedad civil" que defiende los derechos electorales de "toda" la ciudadanía. A Súmate no le importó hurgar en la calidad de las ofertas electorales, como tampoco se preocupó en informar y capacitar a su audiencia antichavista sobre el proceso electoral, sino mas bien centró su discurso exclusivamente en la abstención, para luego criticar la prórroga que dio el CNE para que votara la mayor cantidad de ciudadanos. Es por ello que nadie ha podido entender como una organización que se dice democrática puede estar en contra del voto. Los propios especialistas electorales internacionales desestimaron la alta abstención, calificaron el proceso de transparente y elogiaron al CNE por la tecnología de punta utilizada.
Súmate también dejó claro su interés en derrocar al gobierno del presidente Chávez al concluir que la abstención "impone una profunda reflexión sobre el rumbo del actual sistema político" (Unión Radio, 7 de Agosto de 2005), mostrando así además su falsa postura de "sociedad civil" que le permite venderse en el exterior a cambio de los jugosos desembolsos que recibe del Departamento de Estado y congreso estadounidense. No obstante, las causas de la alta abstención son tan disímiles como variadas. En las elecciones de concejales del año 2000 hubo un total de 2 millones 800 mil votantes, para una abstención del 76%, mientras que en las elecciones del pasado 7-A, la abstención disminuyó a 69%, al tiempo que aumentaba considerablemente el numero de votantes a mas de 4 millones. Entre los abstencionistas se encuentran chavistas, antichavistas y los llamados "ni-ni" que le dieron "poca valoración hacia los organismos locales de participación", como acertadamente lo señaló la organización "Ojo Electoral." (El Universal, 8 de Agosto de 2005) También se abstuvieron los que no vieron candidato u oferta electoral valida que satisficiera sus demandas. Otros no votaron en rechazo a la manera como se escogieron los candidatos y por el deficiente papel que han tenido los actuales concejales en resolver los problemas de las comunidades. Igualmente dejaron de asistir ciudadanos que se pudieron sentir abrumados por la tecnología de punta utilizada, aquellos que tuvieron impedimentos de tipo personal, y por su puesto, las víctimas de la campaña de Súmate y sus secuaces golpistas que no han ofrecido ningún mensaje político que vaya mas allá de las pantallas de televisión.
Precisamente, el mayor fracaso de Súmate es el de haber dejado a la oposición dividida y huérfana de estrategias políticas de cara a las próximas elecciones de diputados a la Asamblea Nacional. A la oposición le queda poco mas de tres meses para aceitar su maquinaria y ofrecer una alternativa política legitima y creíble ante un electorado antichavista sumamente confundido y desmotivado que diariamente en bombardeado con mensajes de "fraude".
Como lo decía el antichavista Luis Vicente León de manera dramática: "la abstención no importa… durante estos dos o tres días se estará hablando de la magnitud de la abstención, pero dentro de dos semanas lo que se va a discutir es que más de 90% de los puestos de elección popular quedarán en manos del Gobierno… En concreto se legitimarán los concejales y juntas parroquiales del chavismo, ganarán potenciados… Este es un anticipo de lo que va a ocurrir en diciembre con las legislativas, pero el porcentaje va a ser dramático… El chavismo arrasará estas elecciones como con la Asamblea Nacional." (Ultimas Noticias, 7 de Agosto de 2005)
(*) Internacionalista