Para mí Chávez iba en ese OVNI

La verdad que no sé si es Alzheimer, pero noto que se me está olvidando todo.

Con este chismorrear; con este balurdo cotillear, con este palpitar que veo en tu mirar, con este hasta insólito mariqueo vía satélite, confieso que no me da tiempo de archivar todo en el pendraif de mis neuronas que no tienen mucha capacidad de almacenamiento, por causa de querer archivar, precisamente, tanto todo: ¡todo ese todo, tan todo!

Con razón el camarada Walter Martínez, a quien considero el poeta de la información internacional, los viernes alza su media mirada hacia las luces del estudio, simulando que es hacia el cielo, y exclama: “!Hoy es viernes. Shabat shalom, a salam aleikum, pax bobis, y sospecho -sobradas razones tengo para hacerlo- que muy pronto agregará esta cuarta de típico corte venezolano: ¡Qué de pinga, no joda!

Y pretendo entonces forzar mis neuronas para que procedan por tanto a recopilar rápido, y de manera velozmente recordable. Y lo que logro es que ellas me reviren y me digan: “¡Mira viejo el´coño! ¿Quién te has pensado que eres? No restándome, sino decirles: “¡Es verdad, mis amores, pero no se arrechen! Comprendan que necesito saber todo, porque todo luce interesante; diría que hasta cojonudo, todo. ¿Ven?”.

Porque Diosa denuncia, por ejemplo, que su novio es homosexual. ¿Homosexual? La verdad es que no tiene cara. Y que si lo fuera, nada importaría. ¿Acaso también es homofóbica? Ahora: no sé si para ser homosexual, haya que tener cara. Sospecho que no. Al moreno al menos no se le ve… (cara). Pero Diosa insiste que es. Y me pregunto: ¿cómo llegaría yo a saber la verdad? Entonces me veo obligado a forzar los conceptos, las convenciones, las categorías, y me pregunto, como respuesta: ¿será que el tipo al que tanto envidio, es lesbiano? Bueno, ¿y qué quieren que piense? Acaso las cosas que ocurren -o se dice que ocurren- no requieren explicación? Si no, ¿para qué vivimos entonces, pues?

El otro día me decía una simpática escuálida (y noten que digo simpática) que las enfermeras chavistas del Carlos Arvelo eran unas degeneradas porque habían sorprendido a una de ellas haciéndole el amor a Chávez. Y le dije: ¿y por qué no, pues? ¿Acaso no has de entender que hacerle el amor a Chávez, en cualquier condición en que esté, resulta un polvo histórico? Lo que pasa es que ustedes niegan la historia, o todo lo histórico. ¿No has pensado incluso en la desdicha histórica de la mujer de un ser tan anti histórico, como Julio Borges? (Como Capriles no, porque está tan inmerso en su bondadosa dedicación, al pueblo mirandino, que no le da tiempo para eso).

Por su parte Jorge Liberato Urosa Sabino también, con sus aires de Arturo de Córdova, nos sorprende pidiendo rezar para que la elección del nuevo papa “recaiga sobre un hombre de Dios”. ¿Cómo qué sobre un hombre de Dios? ¡Fíjense en todos los detalles que tengo que pensar en mis 16 horas de geriátrica vigilia! ¿Si Jorge Liberato ruega para que recaiga en un hombre de Dios, no significa que está diciendo expresamente que antes ha recaído sobre hombres que no son de Él; o sea, de Dios? ¿Cuántos y quiénes han sido, Jorge Liberato? ¿Han ustedes escuchado o leído algún cuestionamiento más arrecho (sí, arrecho) que el que ha hecho Jorge Liberato a la sagrada institución papal? ¿En los dos mil años de la institución, han sabido ustedes de algún purpurado que denunciara que el Cónclave haya designado, como Papa, a un enemigo político de Dios? ¿No es para pensar que tal denuncia pone a Jorge Liberato, además de a un paso muy corto del tribunal disciplinario eclesial, a otro más corto del chavismo? ¿Cómo se puede saber la verdad dentro de una historia tan embarazosa? Por eso es que pienso que mi memoria lo que se hace es selectiva tratando de evitar el desmadre; lo que en mi teoría neurológica denomino: el “caracazo” neuronal. Pudiera no ser entonces Alzheimer. Y tiene sentido. ¡Qué alegría, vale!

Y cuando estoy tratando de dilucidar estas tres cosas (dos paganas, y otra sagrada) me llega la noticia de que un OVNI había impactado (presumo que deliberadamente) al meteorito de Cheliabinsk, donde un video parece demostrar el tan interesante aserto. Bueno, veamos. Me puse entonces a observar el video en cámara lenta y pareciera en verdad que algo redondón apareciera sorpresivamente embistiendo con mucha decisión al meteorito que a escasos metros de la tierra se hallaba, haciéndolo estallar.

¡PUPUPUPÚM! me imagino que debe haber sonado esa vaina. Yo no sé si creer en OVNIS, por cierto.

Pero me dije: Si acaso existieran esos extraños aparatos, y ese fuese uno, ¿quién si no Chávez hubiera podido ser su piloto? ¿Acaso no luce eso típico de él? ¿Eso de lanzarse en un OVNI, contra un meteorito?

Con razón Chávez no aparece. Chávez seguro que está en ultra secretas misiones en beneficio de la humanidad. Por eso Chávez es mi super héroe. ¡Qué Supermán del carajo! (Y ruego que no tomen esto, como provocación, los que piensan que Chávez no tiene ningún mérito. Yo porque tengo la desgracia de reconocer méritos. Pero a nadie le recomiendo que sea así: eso realmente es de pajúo).

Y proseguí buceando en el profundo océano de la “información”, y me encuentro con la secreta bomba tsunami. Y me pregunté, ¿para quién más puede ser esa bomba, si no para Chávez que según dizque está en la Orchila? Pero veo que pudiera ser también contra la Orchila, para evitar que lleven allí a Chávez. Y es verdad.

En fin, todo es tan cienciaficcionado, y tan vía satélite, que ya se me olvidó lo que escribí. ¡Afortunadamente!

¡Qué viva el olvido de lo que debe olvidarse, y qué viva el recuerdo de lo que debe recordarse!

Y me fui a seguir ordenando algunas ideas sobre la corrupción, tema del que pretendo hablarles en nuestro próximo encuentro: ¡si me lo permitieran las circunstancias noticiosas, por supuesto! no vaya a ser que el moreno de Diosa acabe confesando por fin que es…

¿Se imaginan qué notición sería eso para mí?

canano141@yahoo.com.ar



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Raúl Betancourt López


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