Sacando fuerzas del dolor, de este sentimiento triste de habernos quedado huérfanos como todo nuestro pueblo. Del pueblo que hoy en la calle acompaña, arropa, sigue cariñosamente al cuerpo de nuestro Comandante para homenajearlo como se merece. Sacando fuerzas de ese dolor, queremos hablarle a ese pueblo, al de los Abriles y Febreros.
Queremos recordar junto al pueblo bolivariano civil y militar a nuestro Chávez. El Chávez de la lucha por la independencia del imperio. El Chávez de mandar obedeciendo al pueblo. El Chávez irreverente junto a un pueblo rebelde. El crítico y autocrítico. Al Chávez nuestro capaz de hacer levantar vuelo al sueño de la unidad latinoamericana como tiene que ser, socialista. El Chávez nuestro es el del "Golpe de Timón".
Y queremos recordarlo para marcar a fuego lo que no tenemos que olvidar, lo que tenemos que defender y lo que hay que profundizar. Y el mejor homenaje para él es cambiar todo lo que haya que cambiar.
Independencia Nacional. Cuando se imponía el neoliberalismo en nuestro continente y en el país, desde los levantamientos del Caracazo y el Por Ahora del 4 de Febrero fue naciendo una unión entre el pueblo civil y militar para buscar, encontrar y luchar por el camino de la segunda independencia. Pero a esa unión popular había que ponerle apellido y liderazgo, entonces ese pueblo se convirtió en Pueblo Bolivariano y parió a su líder, Chávez. Y desde entonces caminamos luchando por consolidar y profundizar las primeras conquistas por nuestra definitiva independencia. Seguir ese camino es nuestro primer compromiso.
Mandar obedeciendo al pueblo. Una de las cosas que junto a este pueblo aprendimos a lo largo de estos largos años de lucha del proceso bolivariano es que si Chávez mandaba obedeciendo, no debemos aceptar que nunca más un gobernante desobedezca el mandato popular. En esto mismo estaba pensando el Comandante cuando el 8 de diciembre nos pidió que apoyáramos a Nicolás Maduro como nuestro candidato. Eso sí, dijo, siempre acompañando y acompañado por el pueblo.
Irreverencia y rebeldía. La lucha contra el imperio y la oligarquía que más nunca volverá a gobernar esta tierra, tiene un camino asegurado de irreverencia y rebeldía contra los viejos poderes capitalistas, la construcción de una Latinoamérica unida e independiente no se puede alcanzar sin irreverencia, rebeldía, crítica y autocrítica. Esta es otra clave de nuestro Chávez.
Con lágrimas en los ojos y el pecho apretado por la emoción y el dolor, acompañamos al hombre y hacemos nuestro compromiso de continuar la obra de la construcción de la Patria Independiente y una Latinoamérica Socialista.
Hoy ejercemos nuestro derecho al dolor y la tristeza, ejercemos nuestro derecho al homenaje. Y también junto a los millones de compatriotas que han tomado las calles del país asumimos el compromiso de luchar por la vida.
Independencia y Patria Socialista
¡Que Viva Chávez, Carajo!