I

Grandioso, impresionante, conmovedor y amoroso acto en conmemoración de los 3 años de muerto del Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez Frías, en el Cuartel de la Montaña. Centenares de personas, familiares, militares, dignatarios amigos del exterior, jóvenes, representantes indígenas, hombres y mujeres, de la Patria, cantores populares, representantes de la iglesia cristiana y evangélica, todos, toditos, se unieron en uno solo para testimoniar al hombre más grande, después de Bolívar, que ha parido esta tierra. Podríamos decir que fue un encuentro con el presente, con la memoria del hombre integracionista, del hombre de un solo rostro, siempre sonriéndole al pueblo, siempre recibiendo de su pueblo el calor para seguir en la lucha, ahora y siempre. El presidente más auténtico que a tenido Venezuela, y el que ha querido más a su Patria.

II

Allí estaba su hijo político: Nicolás Maduro Moros. Tal vez el presidente más atacado, más vilipendiado y más odiado por la derecha venezolana e internacional. Ha recibido de todo. Pero su aguante es mayor que las intenciones perversas de sus enemigos políticos. Y junto a él, ministros, gobernadores y Alcaldes. Fue un encuentro memorable, en un momento oportuno. Hacía falta la efervescencia chavista para despertar a los dormidos, y darle coraje a quienes han doblado el espinazo. Un encuentro para el amor, pero también para enviar una señal a la derecha de que el chavismo está vivito y coleando, listo para ponerse rodilla en tierra para defender el legado del Comandante."De aquí no me saca nadie caballero", dijo recientemente el presidente Maduro, respondiendo a las pretensiones de los diputados de la derecha, que no llegaron a la AN para legislar, sino para tratar de darle un golpe al gobierno. El presidente de la AN tiene un cañón apuntando hacia Miraflores.

III

Ese cañón está en manos de un sobreviviente de la IV República, hoy presidente de la AN, llamado Henry Ramos Allup. Él y su pandilla están haciendo todo lo posible por desestabilizar el país, con sus impertinencias y faltas de respeto al presidente. En efecto, existe una pelea encarnizada por ver quién es el más macho para enfrentarse con Maduro y lo que él representa. Él sólo se está defendiendo rodilla en tierra. ¿Con que cuenta? Nada menos y nada más que con un pueblo, también rodilla en tierra. Así como una Fuerza Armada Nacional Bolivariana, casada con el proceso que dejó en pleno desarrollo el Comandante Supremo Hugo Chávez Frías.

IV

"De aquí no me saca nadie caballero". Parece una frase temeraria, la del presidente Maduro. Víctor Hugo dijo: "Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla". Mientras que otro un viejo refrán reza: "La lengua es el castigo del cuerpo". En todo caso, el presidente es un hombre acorralado. No lo han dejado gobernar ni un día, ni siquiera el día en que ganó las elecciones al señor Henrique Capriles. Un ser humano, sea presidente o no, tenga el poder que tenga, tiene que reaccionar con lo que pueda ante tan inclementes ataques. Eso es lo que está haciendo Nicolás Maduro. Dando un ejemplo de valentía, como ningún presidente pudiera dar, en semejantes condiciones. Se le ve la férrea decisión de no ceder ni un milímetro a los Gordanis, ni a los militares resentidos del 4F, ni a las amenazas de los pelucones, ni a Ramos Allup y su pandilla, ni al imperio. Por cierto, hablando del imperio, el señor Barack Obama, extendió por un año la declaratoria de "emergencia Nacional", sobre nuestro país. Es una manera de apoyar a los lacayos. Por lo tanto, un hombre así, como Maduro, por más que se haya equivocado, merece todo el mayor respaldo posible del pueblo. ¡Volveré!

Puerto Ordaz, 5 de marzo de 2016