Los voceros nacionales del oposicionismo, junto a los gusanos mayameros, cubanos, pinochetistas, la ultraderecha española, actúan alineados en competencia feroz a ver quién es más miserable contra los gobiernos progresistas de América Latina y el Caribe, en perfecta formación con los intereses del Departamento de Estado de Estados Unidos, convirtiendo al Gobierno Bolivariano en el epicentro del ataque y especialmente al presidente Chávez después de su partida física.
Prueba es la reciente defensa apátrida que la dirigencia opositora ha hecho de la intromisión e infelices declaraciones de la vocera adjunta del Departamento de Estado para América Latina al descalificar la eficiencia y transparencia del CNE, ocasión en que esta oposición venezolana se suma a ofender con amenazas y descalificaciones personales, a través de El Nacional, la destacada trayectoria de su presidenta la doctora Tibisay Lucena.
Oposición de derrota en derrota que hace alarde de sus miedos, odios mentiras y frustraciones frente a la realidad nacional e internacional del desbordado sentimiento y acompañamiento masivo, inconmensurable de un pueblo consustanciado con su Presidente que ahora y para siempre es Chávez.
El pueblo bien los conoce e identifica como enemigos de la Revolución Bolivariana y no como adversarios, entendiéndose como adversarios a quienes sí respeten el honor, la vida y muerte de los demás, por eso no puede aceptar ningún debate con quien hoy representa esta irrespetuosa necrofílica oposición que bien se ganó el calificativo de sucios.
Son enemigos que actúan en cayapa desde la caparazón de partidos, voceros al servicio de las más rancia oligarquía e intereses imperiales, que metidos en su país virtual mienten sin parar, y practican con descaro el oficio de imitadores, en su inútil pretensión de dirigir nuestra Nación, arrastrando a un candidato fracasado quien pública notoria y comunicacionalmente es convicto en importantes delitos contra la Constitución e instituciones de la Patria.
Es el mismo que ahora en clara ofensa al Libertador en forma deshonesta y equivocada asume su nombre para su fracasado comando de campaña.
Ciertamente como lo recuerda el profesor y colega Clodovaldo Hernández, en su excelente artículo, que nadie les prohíbe uso de los símbolos patrios. La cuestión de principio es que no se olvide, que son los mismos dirigentes e integrantes de la MUD que en 2002 formaron parte de la Coordinadora Democrática.
Igualmente no les bastó descolgar el cuadro de Simón Bolívar y tirarlo como deshecho a un baño de peroles, no les bastó eliminar la condición de Bolivariana del nombre de República Bolivariana de Venezuela o hacerse eco de sus “sesudos” e irresponsables historiadores que descalifican y desconocen la obra de nuestro Libertador Simón Bolívar, no les bastó burlarse de la octava estrella que representa la región de Guayana, de acuerdo a decreto del Libertador, y encima se pasean usurpando la gorra que Chávez mostró como emblema del MRB200, propiedad exclusiva del proceso revolucionario.
La sordidez y el autoengaño mental de estos sujetos, los lleva a negar y a no reconocer, como lo han hecho siempre, que estos símbolos fueron rescatados por Hugo Chávez Frías en toda su trascendencia histórico patriótica, desde que hizo su aparición en el horizonte nacional hace 20 años.
En su acción degradante que no tiene paz con la miseria junto a su canalla mediática profanan la memoria y obra de un hombre tan compenetrado con el sentir del pueblo como Aquiles Nazoa o el otrora izquierdista, con su metáfora al mejor estilo nazi, utiliza la connotación “merienda de negros”…
Sin detenerse dan muestra de un oscurantismo deliberado contra la memoria colectiva al manipular la alusión histórica del general Pérez Arcay, referida al accionar del Negro Primero con relación al presidente Chávez en su regreso a Venezuela.
Mientras tanto la gran mayoría del pueblo venezolano, a la vista de todo el mundo, esencialmente un pueblo chavista vigilante del legado histórico de su Comandante Supremo, el próximo 14 de abril responderá votando masiva y contundentemente por Nicolás Maduro al grito: ¡No a los farsantes!
carmentravieso@gmail.com