Nicolás Maduro Moros, nació en Caracas el 23 de noviembre de 1962, a muy temprana edad se encamina a la política de la mano de su padre, Nicolás Maduro García, fundador al lado del Maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa del Movimiento Electoral del Pueblo “MEP”, quien lo llevaba a las reuniones de esa importante organización política venezolana imbuida de los preceptos socialistas que más luego marcarían junto a otras organizaciones como PRV-Ruptura y la Liga Socialista, su devenir revolucionario; junto a ello, su convicción en gestación, más luego lo llevaron, indefectiblemente, a incorporarse a las luchas sociales, sindicales y estudiantiles de la época.
Parte de su personalidad ciudadana y de compromiso, se forjó en el ambiente de una educación católica, que curas como el Padre Gazo, imprimían a la muchachada “forjada como el acero”, en el colegio San Pedro donde realizó sus estudios de primaria, donde más luego se haría monaguillo, scout y seguidamente, semilla pelotera del beisbol criollo, lo que le permitió -por sus dotes naturales-, ingresar a la Selección Nacional Juvenil donde incluso llegó a lanzar varios no hit no run; permitiendo que los cazadores de talento, nacionales e internacionales, le hicieran seguimiento a su meteórico ascenso. Esa experiencia precoz y el devenir histórico, le permitieron (1981 – 1983), traspasar a niños del Barrio La Matanza, una experiencia que culminó con la creación del Equipo Infantil “Los Chatos”, a quienes por un buen tiempo, dirigió y entrenó para seguidamente conquistar glorias que ya no eran de él sino de la gente del Barrio.
Como autodidacta, practicó e impulsó experiencias y actividades musicales que le devinieron en un “guataquero”, un “Compinchero”, amigo de los amigos, en expresiones tales como: salsa, rock; en fin, en todas las experiencias culturales dominantes para la época sin caer en manos del vicio y otras prácticas del momento histórico, que le terminaron arrebatando a nuestra sociedad tanta gente buena. Su sólida formación ética, moral, espiritual y su convicción “de que el camino era, es y será, la opción por los pobres”, le garantizaron no desviar, hasta el sol de hoy, el camino revolucionario que signa su destino como hombre de bien; a la par, se convertía en líder juvenil y estudiantil comprometido y desprendido de antivalores.
Los Liceos, Achepol y José Avalos, fueron una trinchera fundamental para forjar su carácter y desde ellos, se condujeron luchas estudiantiles, sociales y juveniles por justas reivindicaciones que hoy, en tiempos de revolución bolivariana, serían impensables.
La toma de conciencia, le llevó a crear instrumentos culturales de información y comunicación, como fue el caso del Periódico “Opinión”, en tanto mecanismo y vía que permitía sortear la desinformación que los medios regulares públicos y privados, tenían respecto del pueblo, sus padecimientos y sus luchas por construir un mundo mejor y más justo. La lucha de clases y el abismo social eran infranqueables.
Su precoz agudeza en el análisis político, permitió que la Dirección Nacional de la Liga Socialista le diera responsabilidades a nivel nacional.
Como delegado sindical del METROBUS (1993-1998), condujo acciones y actuaciones que le reconocieron, como miembro Fundador, al directorio nacional del Movimiento V República siendo postulado seguidamente, como Diputado al Congreso Nacional y Jefe de su Fracción Parlamentaria, en el año 1999. Junto a otros “próceres” de la II Independencia, se hizo constituyentista y en el mismo año, asumió la Comisión de Asuntos Sociales.
Siendo Diputado a la Asamblea Nacional (2000-2006), presidió (entre enero de 2005 y agosto de 2006), la Asamblea Nacional pasando seguidamente a cumplir funciones de Alto Gobierno al lado del Cdte. Pdte., Hugo Chávez; llegando a ejercer funciones de Canciller y Vicepresidente. En el periplo que comprendió el año 2005, fue declarado “Hijo Ilustre” de El Valle desde la Alcaldía Mayor del Distrito Capital.
Su liderazgo en el sector sindical; su condición de hombre probo, con valores y principios sólidamente socialistas y revolucionarios fue, es y será la razón fundamental por la cual el Cdte. Pdte., lo escogió.
Ese referente, es su fortaleza, que como tal, indefectiblemente deberemos reflejar en toda la sociedad como un ejemplo a seguir.
Entre tanto, se irán consolidando otras expresiones que le permitirán, estamos seguros, convertirse en un extraordinario líder carismático de talla nacional, Regional y mundial, cuyo sentido lógico de las cosas, su experiencia de vida, buen humor, y el necesario pragmatismo, sin desprenderse de la teoría revolucionaria como guía fundamental; quedando reseñado inexorablemente, en los anales de la historia venezolana.
(*) Politólogo e Internacionalista
Magíster en Seguridad y Defensa
¡Viviremos y Venceremos!
¡El Socialismo se Conquista Peleando!
¡La Línea Justa es, Luchar hasta Vencer!
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