Cuando el presidente Chávez al presentir que enfrentaba la batalla decisiva para la revolución de la patria y su propia vida, optó por informar al pueblo venezolano, la decisión a la cual había llegado tras largos análisis acerca de la estrategia para defender y consolidar a la revolución bolivariana, y sobre todo defender la patria recientemente reconquistada después de más de 150 años. Nadie podía imaginarse, que ese día de diciembre, formaría un equipo que lo sustituiría a plenitud en la dirección de la Patria, cómo si cada uno de ellos al juntarse conformarían a Hugo Chávez.
El Presidente Chávez, no creó el movimiento libertador del siglo 21, absolutamente solo, él estuvo acompañado por un equipo humano solidario y unido tras la idea libertaria y emancipadora del Presidente, y en su fuero interno el Comandante Chávez, sabía que cuando él faltase, tenía que contar con los mejores aliados y los más solidarios y resueltos a defender la patria.
Al observar como quedó la estructura de gobierno para este periodo 2013-2019, uno se da cuenta, que el principio de unidad creado por el comandante como la mayoría de sus creaciones, es sumamente acertado, se nota a simple vista que el liderazgo de Hugo Chávez está representado en todo su esplendor en ese equipo de trabajo legado, se nota también que el liderazgo no está solo en Nicolás Maduro, está en Elías Jaua, en Jorge Arreaza en Diosdado Cabello, en Cilia Flores, en todos sus hermanos y sus hijas, puesto que ninguno de sus familiares deja de participar en la labor de gobierno revolucionario.
Es evidente que la movida de piezas realmente deja un Chávez en cada posición de liderazgo y gobierno, existe de aquí en adelante un “yo soy Chávez” tanto en el partido, las fuerzas aliadas, el gobierno y el pueblo. Ello muestra también, para los que llamaban a Chávez: dictador, que Hugo fue todo lo contrario; fue un integrador, un galvanizador un conciliador y, un inmenso estadista.
Cada revolucionario a pesar de su entrega a la causa revolucionaria, con idealismo, siempre aspira tener una responsabilidad importante en las tareas políticas y de gobierno, para volcar en ella todo su amor por la patria y su pueblo y Hugo Chávez, estaba tan consciente de ello, que preparó la satisfacción de esos anhelos de la solidaria tropa que le acompaño en la aventura libertaria y, en consecuencia, le dejo a cada uno de ellos una parte de su morral, para que, ellos también fueran Chávez entregándose al pueblo hasta consumirse en ese digno empeño.
Observen y constaten en ese cuadro de líderes un mosaico de piezas que al integrarse formen las características del Presidente Chávez, allí están los líderes más destacados e idóneos, pero también están sus hijos biológicos, sus hermanos, sus hijos putativos, que son el pueblo chavista, que orgullosamente gritan a los cuatro vientos: “Yo soy Chávez”. En suma el Presidente Chávez dejó la revolución blindada por los cuatro lados.
El 14 de abril, todos debemos elegir a Nicolás Maduro para continuar la obra del Comandante; es nuestra responsabilidad, no le fallemos al visionario Comandante, quien nos dejó Independencia y la oportunidad y las condiciones suficientes para realizar la obra digna y heroica de consolidar y mantener el milagro de darnos Patria, porque él fue el hombre de los milagros. Fue él quien dio vida, donde era imposible, dio vista y luz donde también era imposible, dio casa y alimento donde lo negaban, dio abrigo ante la inclemencia, dio alta autoestima, donde antes solo había desesperanza. Absurdo sería no hacer lo máximo, para proteger la suprema obra de un padre tan generoso, quien entrego su vida, y se consumió por nosotros.
¡GLORIA AL BRAVO CHÁVEZ!
¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOBERANA Y SOCIALISTA!
¡LOS JUSTOS SOMOS MAYORÍA, SUMEMOS MAS JUSTOS!
¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡TODOS SOMOS CHÁVEZ!
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