Se asombran porque Nicolás nos cuenta que vio a Chávez en un pajarito, cuando todos nosotros vemos a Chávez todos los días…

Más de uno jura, que lo vieron en Elorza el pasado 19 de marzo…

Me dicen que se nos fue hace un mes, pero yo veo a Chávez todos los días…

En Miraflores se oyen pasos en su oficina, la misma que quedó tal como él la dejo…

Dicen en palacio que cuando escuchan su voz…

El balcón del pueblo, se abre solo de par en par…

Muchos piensan que la luz de su despacho se enciende sola todas las noches…

Cuando todos sabemos, que es él que la enciende…

En nuestros barrios, cuentan que las madres lloran, cuando la brisa les trae su grito imborrable, para los que queríamos patria…

En Barinas comentan que cuando algún llanero escucha las notas inconfundibles de “Linda Barinas”, aparece el comandante con sus ojos cerrados acompañando al trovador…

Los de la “Negra Hipólita”, juran que no se fue…

Los viejitos en los comedores populares, lo ven a cada rato…

Los abuelos que les entregaron las tarjetas que eliminan colas, lo vieron en el reflejo de los vidrios de los bancos, con sus dos manos juntas en señal de alegría…

En Sabaneta vigila a todos los niños que van al colegio, para que ninguno lleve sus alpargatas rotas…

“Mama hoy vi a Chávez” dicen los niños, cada vez que encienden su Canaima…

¡En él Teresa Carreño no hay día que no lo vean!

En la Academia Militar, los cadetes se cuadran solos, y cuando un superior les llama la atención, juran que el comandante se paró frente a ellos…

Nicolás lo vio en un pajarito, y yo lo veo en todas partes…

Cabalgando mariposas, corceles libertarios, en el Catatumbo, en el vuelo de cada turpial, acompañando las guacamayas y en el corazón de todos sus compañeros…

Y nuestro corazón nos avisa en seguida de su presencia…

Porque el que habita en el medio de nuestro pecho se pone chiquitico, como nuestra garganta cuando un nudo llega a ella, a la vez que la copa de los árboles se mece al compás de la brisa intentando consolarnos…

Porque él sabe de nuestro dolor y no regresa cada cien años, como lo hace Bolivar…

Él, nos consuela todos los días………..

El gigante de María Gabriela, compartido con su pueblo…

Que saben ellos Nicolás…Que saben ellos…

Para muchos, un pájaro, es solo un ave que vuela…

Para otros, les hacen sentir, que son ellos los que vuelan…

“LOS QUE QUIERAN PATRIA, VENGAN CONMIGO”


josevarela753@hotmail.com



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José Varela


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