La connotación electoral del “Bote del desnalgue” anclado en Los Juanes

Bueno, en primer término surge la compasión: son enfermos. Pero también que si la depravación es connatural a los seres humanos; y por eso mismo, secular y aparentemente inevitable: desnalgues con mucho desbarajuste y levantamiento griegos, romanos, eclesiales, adecos y copeyanos. En fin. Que si el exhibicionismo obedece al denominado desorden sexual como patología, cuando el sexo en sí mismo es un desorden… Porque si usted lleva un orden sexual, corre el riesgo de resultar rutinario y por tanto aburrido, inhibidor del deseo. (En lo personal me gusta el orden. Soy aburrido, pero gozón…) ¡Perdón, me excedí!

Pero vi el video. Y me pareció muy raro lo que vi. Primero el escenario: una plataforma entretejida de yates lujosos. De música demodé. ¿Gangnam Style? ¡Por dios, pura burguesía retrógrada! Y luego impotencia y frigidez. Solamente formas. Nada de fondo. Negación ilógica de los efectos finales de un relajo como ese. Una mujer en popa (en la popa del yate) y por detrás un impotente encapuchado, con una cuadrada caja con facciones de monigote, dentro de un griterío paroxismal. Pero nada de eficiencia. Nada de resultado esperado, donde además de la música, se mezclaba el sol, la caña y otras cosas más, pero el, o la viagra, no, ¡seguro! a menos que hubiese estado vencida.

Me temo que eso obedeció más bien a un acto de evasión del electorado caprilista, visto lo inhumanamente aburrido que resulta él, como candidato, así como todo su comando de campaña. Pero por favor, que no se excedan.

canano141@yahoo.com.ar


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Raúl Betancourt López


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