El neoliberalismo: doctrina económica que actúa como “terminator”; es decir sin corazón.
El neoliberalismo es como los drones: ataca destruyendo economías, pulverizando la acción de los Estados, desfigurando identidades culturales, reduciendo salarios, destruyendo sindicatos, endeudando naciones, suprimiendo independencias, soberanías y enterrando utopías.
El neoliberalismo genera pobreza, desintegra familias, criminaliza la protesta y los movimientos sociales, minimiza la libertad de expresión, hace inaccesible a gruesos sectores de la población servicios como la salud y la educación.
El neoliberalismo realiza ataques “quirúrgicos” a leyes y controles que obstaculicen la acción depredadora a los recursos, riquezas y materias primas de los pueblos.
El neoliberalismo no se detiene ante ningún tipo de alcabalas legales y soberanas -borra las fronteras-. Los capitales entran y salen de los países, como drones: sin responder a daños “colaterales.
El neoliberalismo asigna un rol exclusivamente económico al ser humano, promueve el individualismo: el bienestar social es el resultado de la suma de individuos satisfechos, felices de consumir y tener.
En Venezuela, el neoliberalismo tiene en Capriles Radonski su mentor y defensor quien promueve su ideológica y principios: El Estado por naturaleza es mal gerente, es despilfarrador; hay que reducir el gasto social -eliminar las misiones- y privatizar los servicios básicos.
Estas elecciones son una batalla contra el capitalismo y el candidato de la CIA.
Sobre esta crucial batalla, Chávez trazó la estrategia: llamó al pueblo a votar por Nicolás Maduro, derrotar al fascismo –candidato Capriles- defender la independencia de la Patria y seguir construyendo la utopía socialista. ¡Amar a Chávez a votar por Maduro!
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