“La humanidad tiene una moral doble: una que predica y no practica, y otra que practica y no predica”. Bertrand Russell.
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Desde pequeño me hice la pregunta: ¿Por qué carajo el voto es secreto? Bueno, porque nadie tiene que saber por quién uno vota, me dijeron, a lo que respondí: entonces, ¿por qué razón se inscriben y se hacen miembros de los partidos si nunca se sabe a ciencia cierta por quién o cual partido votan?
Rápidamente llegué a la conclusión que el voto es secreto simple y llano para favorecer la doble cara y estar bien con Dios y con el diablo. Esta doble cara permite mantener doble identidad política a los sinvergüenzas de siempre. Recordemos que esto de “voto secreto”, viene de las mentes tenebrosas y siniestras de la “democracia representativa” madre de todas las trácalas habidas y por haber, que aún afectan hoy en día.
Hasta el presente, sigo creyendo lo que creí desde muchacho, y me lo ha corroborado la última elección presidencial: las dobles caras hicieron lo propio, “los verdaderos enchufados”, (como lo mencioné en un artículo anterior por éste medio), en Pdvsa; Corpoelec; Conviasa; Corpozulia; Carbozulia; Pralca; Cantv; Misión Sucre…por mencionar unas pocas, traidores de la más baja ralea, casi se salen con la suya a no ser por el pueblo noble, leal y valiente que nuevamente dio la cara por el Proceso.
No es posible que todas las encuestadoras serias del país que habían acertado en sus apreciaciones electorales, afectas o no al gobierno bolivariano, se hayan equivocado tan contundentemente. Los doble caras, que ya están seguros que es imposible saber por quien votaron, mordieron la mano del que les está dando de comer.
Creo que el artículo 63 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que dice que el sufragio es un derecho y que se ejercerá mediante votaciones libres, universales, directas y “secretas”, debería enmendarse sustituyendo y “secretas”, por claras y públicas. Así, cada elector, verificará por quién y por cual partido votó. El militante honesto y genuino, del bando que sea, no tendrá objeciones en que sea público y notorio su preferencia política e ideológica y hasta el salto de talanquera si lo hubiese.
La doble cara se convertirá en una sola cara. Se sabrá quién es quién. Se descubrirá a tanto farsante traidor del legado del Gigante de América y se dejará de estar alimentando cuervos; de vivir de puertas adentro con el enemigo; y de darle plomo, pólvora y armas al cazador para que le dispare libre e impunemente al Pueblo.
“El que no la debe, no la teme”. Hay que revisar, actuar contundentemente y cambiar lo que haya que cambiar a tiempo, por el bien de la Patria de Bolívar.
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