En este tipo de contiendas, no hay sino un solo ganador. En este caso es asunto conocido. Lo cual no excluye reconocer que hay victorias gloriosas y otras que son amargas, en este caso debemos aceptarlo, la diferencia para el ganador no nos estimula a la celebración intensa y desbordada de otros momentos, sino que impone de forma inmediata una profunda, seria, y amplia autocritica sobre el resultado.
Se impone decir que lo virtuoso no consiste en no caer nunca, sino mas bien en templar el ánimo para saber como vamos a levantarnos, todas las veces que sea necesario. Cabría reconocer que los opositores han hecho suya esta virtud. Ellos han perdido 16 veces y en cada una de ellas se han levantado hasta llegar al lugar que hoy lograron. Solo posible en democracia.
Es necesario resolver la ecuación: ilusorio es ganar sin saber perder. Ilusorio vivir sin saber resurgir.
Tampoco es sano dañar el juego para poder ganar. Sabiendo que todos lo juegos tiene reglas que se deben respetar. Ahora se trata de seguir, y, con mas fuerza en el juego democrático.
Pero antes de seguir adelante, debemos explicarnos: por qué se pierden setecientos mil votos y el oponente los gana. ¿Cuál va ser el nuevo rumbo del chavismo a partir de esa tenue diferencia de 234.000 votos¿. Por que se cayó en el juego ilusorio de las encuestas. Peor, tenerlas como única guía política. Raro eso de tener una con 20% otra con 7% y terminar en uno y medio puntos aquí, alguien engaña a alguien. Expliquémonos, ¿ fue la lucha basada en ideas mal llevada, en la campaña?. ¿ Esto, pudo motivar la cifra que se obtuvo¿. ¿Las acciones de mero asistencialismo, impulsan la falta de compromiso de parte de nuestros electores?. Dudas
De aquí en adelante todo depende de las estrategias políticas que establezcamos hoy: de ello depende la vida de este sexenio.
Sobre los absurdos actos y torpeza de Capríles que podemos decir: reconozco la gravedad del momento. Es mucha violencia concentrada, en nada comparable, siquiera, con el periodo de la Huelga General y el Golpe de Estado. En este momento valuada en el escenario del gobierno, como una debilidad. Según indica el signo de la Planificación estratégica, debemos tornarla de inmediato en una fortaleza.
Este momento, entiendo, le debe permitir a Maduro, decidir y mostrar que ese cambio que utilizó al transformar la forma de la mesa de reuniones de circular por triangular, tenia un sentido.
Desde ese antecedente, demostrar que puede lograr gobernabilidad, aun en este momentos de turbulencia. Posible, si abre juego. Si negocia y logra el apoyo de todos los actores de nuestro lado, para salir del trance momentáneo.
Es oportunidad para comenzar a demostrar que él también tiene recursos políticos tan efectivos como los que heredó de Chávez. Los de él tienen que ver, con la posibilidad de permitir mas dialogo –entre iguales- y apertura con todos los grupos-fracciones-unidades-áreas de poder que se mantienen en el Gobierno.
Que conduce a permitir mayor participación y aceptar las posiciones de cada uno de ellos. En primer lugar, como táctica situacional, para dejar que esta carmonada se desvanezca.
Reconozcamos, que este fue para la oposición una singular derrota, agravada, deshonrada, y, hoy, rencorosa, hueca, que no sabe vivir con su indignidad.
No olvidar vamos a instalar una nueva etapa del gobierno. ¿Continuidad fatigada ?, o re-inspiración de humanos que responden a nuevos retos.