En ninguna sociedad que tenga un gobierno humanocéntrico puede estar el pueblo al servicio eterno y esclavizado de la economía, al contrario la economía debe servir al pueblo.
Si bien es cierto que la economía para que sea productiva requiere del trabajo de todos y todas, no menos cierto es que todo trabajo en un sistema socialista debe ser liberador y generador de felicidad, por eso es importante precisar que ninguna morfología del mercado podrá imponer al sistema económico socialista normas, leyes o acciones que impidan o limiten la satisfacción de las necesidades materiales, el acceso a los derechos básicos-fundamentales, libre formación de precios, los monopolios, o mejor dicho el abuso cruel e inhumano de las llamadas poderosas acciones de posición dominante. Esto sería acabar con la vida misma.
La construcción de un sistema económico productivo, real y satisfactorio de la necesidades, eficiente y provechoso, se construya paso a paso, con dominio total de las técnicas y los métodos, sin improvisaciones, con adecuado uso de la ciencia y la tecnología, con inversión justa, sin déficits pero sin derroche, con optimización del recurso y el tiempo, con la participación activa, protagónica y feliz de los trabajadores, sin explotación y con una actitud plena de satisfacción por lo hecho, sin apuro y con mucho orden, paso a paso haciendo y aprendiendo, descubriendo y mejorando, adecuando y perfeccionando las técnicas y la fuerza, paso a paso, partiendo desde lo más inferior escalando niveles y estadios llegando a lo que se ve como superior y continuando sin detener el evolucionar productivo, sin extirpación de la voluntad, pero sin desgano, sin atropello pero sin pereza, convirtiendo al conocimiento, al esfuerzo, a la fuerza, a la técnica, a los modos, y a la forma de producción en un compuesto resultante que hace de la interacción fluida y permanente de la fenomenología social y natural una permanente unión donde ambas se nutren y enriquecen, no se dañan, se complementan, no se violentan, se respetan.
Un sistema económico productivo otorga sin limitaciones funcionales el carácter protagónico al proletariado, y deja bien claro que la práctica de ese trabajo convertida en fuerza productiva es la base de teoría económica, y esta a su vez también apoya y brinda sustento y servicio a la práctica del trabajo como tal.
Está pendiente entonces sin dilaciones ni excusas construir en este nuevo ciclo un fortísisimo y potente Modelo Económico Productivo que le dé suma eficiencia al socialismo que hoy se rige en nuestra patria, para ello debemos entonces cumplir y hacer cumplir los objetivos plasmados en el Plan de la Patria.
“Por Chávez Seguiremos haciendo Patria”
Diputado AN
orgpsuvbarinas@gmail.com