Por detrás de ese plan, le informó al país que están Roger Noriega, Otto Reich y el paraco Álvaro Uribe Vélez, los dos primeros desde Miami y el último desde Bogotá y todos, en absoluto y total concierto con factores de la extrema derecha fascista de la MUD
Nicolás Maduro, nuestro Presidente Constitucional ha denunciado al mundo en su comparecencia pública en los Valles del Tuy el pasado sábado 4 de abril, que tiene pruebas irrefutables de que Roger Noriega y Uribe Vélez manejan un plan para asesinarlo, lo cual en absoluto tiene por qué extrañar a nadie, no solamente en nuestro país, sino en el mundo entero, pues de producirse ese magnicidio, sería uno más de los cientos que ha recogido la historia de la humanidad durante, apenas, los últimos 30 años, para no extendernos en un tema que daría para un tratado si abarcamos un mayor espacio de tiempo de al menos 150 años. Veamos esos casos que suman en total quince (15), es decir que dos mandatarios fueron asesinados cada cuatro años, lo cual muestra con la mayor evidencia de que esa es una estrategia muy real y muy concreta de agrupaciones del terrorismo político que no descartan ningún tipo de opción para sacar del camino a cualquier gobernante: 31 de octubre de 1984: Indira Gandhi, primera ministra de la India, asesinada en Nueva Delhi por dos guardaespaldas sij que querían vengarse del asalto del ejército indio al templo de oro de Amritsar, lugar santo de esa confesión. 28 de febrero de 1986: el primer ministro sueco, Olof Palme, asesinado por un individuo a la salida de un cine de Estocolmo. 22 de noviembre de 1989: el presidente libanés, René Moawad, asesinado en Beirut 17 días después de asumir el cargo. 10 de septiembre de 1990: el presidente de Liberia, Samuel Doe, asesinado por rebeldes. 21 de mayo de 1991: Rajiv Gandhi, hijo de Indira y ex primer ministro de India, es asesinado por separatistas tamiles en el sur de la India. 1 de mayo de 1993: el presidente de Sri Lanka, Ranasinghe Premadasa, asesinado en un atentado suicida en Colombo. 21 de octubre de 1993: el presidente de Burundi, Melchior Ndadaye, muerto en una tentativa de golpe militar. 6 de abril de 1994: el presidente de Burundi, Cyprian Ntaryamira, y su homólogo ruandés, Juvenal Habyarimana, muertos en un atentado contra el avión en que viajaban en lo que se considera como el detonante del genocidio de Ruanda. 4 de noviembre de 1995: el primer ministro israelí, Yitzhak Rabin, asesinado en Tel Aviv por un judío de extrema derecha, Yigal Amir, que quería sabotear los acuerdos de paz palestino-israelíes de Oslo. 9 de abril de 1999: el presidente de Níger, Ibrahim Bare Mainassara, asesinado por miembros de su guardia en Niamey. 27 de octubre de 1999: el primer ministro armenio, Vazgen Sarkissian, asesinado con otros siete dirigentes políticos en un ataque al parlamento. 16 de enero de 2001: el presidente de la República Democrática del Congo (RDC, ex Zaire), Laurent-Désiré Kabila, fue asesinado en Kinshasa por uno de sus guardaespaldas. 12 de marzo de 2003: el primer ministro serbio, Zoran Djindjic, fue asesinado en la sede del gobierno serbio de Belgrado. Doce acusados, entre ellos varios antiguos policías, fueron condenados por el crimen. 14 de febrero de 2005: el primer ministro libanés, Rafic Hariri, murió en un atentado con coche bomba que mató a otras 22 personas en Beirut. 27 de diciembre de 2007: la ex primera ministra y líder de la oposición paquistaní Benazir Bhutto es asesinada en un atentado suicida en Rawalpindi. De manera que más claro no canta un gallo, como decimos en nuestro país. Aquí en Venezuela esos planes han estado de manera permanente haciendo parte de las estrategias opositoras para acabar con la Revolución Bolivariana y lo que más llama la atención es que se han manejado de forma abierta, dentro y fuera del país y por curioso que parezca, este rééééégimen que ha sido acusado persistentemente de mantener a Venezuela bajo el régimen de la mayor opresión y el terror, no ha buscado fórmula alguna para imputar y llevar a la justicia a sus responsables, tanto materiales como intelectuales, porque es bueno recordarlo, que ni los unos ni los otros han mantenido discreción alguna en esos planes magnicidas, lo cual lo podemos demostrar con estos pocos casos que hemos podido documentar, los que, como hemos dicho, han sido públicos y notorios:
1) J.A. Gil Yépez, propietario de la encuestadora Datanálisis, en declaraciones que formuló a un diario de Los Angeles, pocos meses después de la Carmonada (año 2002), dijo que la única fórmula para salir de Chávez era la guerra, lo que, a buen entendedor, no significa otra cosa que su muerte. De manera que el gobierno nacional debe, sin dilación alguna, redoblar al máximo posible la seguridad de primer mandatario, así como las tareas policiales y de inteligencia que permitan detectar a aquellas organizaciones y personas que en nuestro país están detrás de estos planes criminales, lo cual no creemos que resulte cuesta arriba hacerlo, pues las vimos actuar en papeles estelares durante el golpe de abril/02, en el sabotaje petrolero de diciembre/02 y enero/03, en las guarimbas por cientos que no han cesado aún de auspiciar en todo momento, así como durante el asedio a la embajada cubana, un hecho este abominable y condenable, el cual violentó acuerdos internacionales sagrados e inquebrantables que personajes como Hitler y Pinochet no se atrevieron a desconocerlos, ni en sus peores momentos…!!! La abogada Eva Golinger, en su libro “El Código Chávez”, pone al descubierto a un numeroso grupo de organizaciones disfrazadas de ONG, así como a algunos cuantos nombres de sujetos que en nuestro país reciben financiamiento del norte para seguir en sus aventuras golpistas en contra del gobierno venezolano, sobre los que no sería posible poner en duda su complicidad en esos planes magnicidas. Allí, por cierto, la camarada desenmascara con documentos desclasificados cómo la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, según las siglas en inglés), la cual acaba de expulsar de Bolivia el camarada Presidente de Bolivia Evo Morales por adelantar allí ese tipo de actividades conspirativas, ha estado directamente financiando actividades de la oposición venezolana desde hace muchos años, lo cual creemos que ya es hora de que en este tema sigamos en nuestro país el valiente ejemplo del gobierno boliviano. En uno y otro caso los mecanismos de la justicia deben activarse de manera de no dejar que esos factores continúen actuando con ese descaro que ya se hace insoportable. La tolerancia es una virtud indispensable para la convivencia y la paz, pero lo es también una verdad indiscutible que la misma tiene sus límites que no pueden ser traspasados al extremo de admitir que esos potenciales terroristas se salgan con las suyas. |
Nota: Leer esta confesión, una de las tantas sobre el mismo tema que se logran obtener en la red (hacer clic o copiar y pegar): La CIA me propuso asesinar a Fidel en Chile
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