Si algo hay que marcar como un dato, que puede explicar las diferencias entre los que deberíamos ir alcanzando como votación y lo que realmente obtenemos, son nuestras propias contradicciones y cómo funcionarios o funcionarias de la revolución realizan sus gestiones y cuidan el orden –léase desorden- burocrático sobre los cuales actúan. Recomendamos participación y tenemos funcionarios y funcionarios que cortan con su “autoridad”, alguna iniciativa de ese tipo.
En este caso, no voy a referirme a una autoridad notable. Es decir, no trato o hablo de un punto de la administración pública en donde se “cocinan” decisiones importantes, pero es un sitio, que requiere de personas comprometidas porque es un espacio de lectura y las personas involucradas en este atropello “revolucionario”, me consta, como filosofo y usuario de ese servicio, son personas con una actividad importante en la promoción de la lectura y en actividades que tienen que ver con el fortalecimiento de la conciencia.
Ignoró, si la responsable de la Biblioteca principal de Anzoátegui está muy conectada y su PALANCA con el ministro de la cultura es poderosa. No sé, si es una funcionaria que dependa de la Gobernación del estado. No la conozco y no tengo interés en conocerla. Hablo de directora y corrijo; no sé si es directora o director. Soy usuario del servicio y mi contacto es con los trabajadores.
Había acudido a la biblioteca el Martes y volví este miércoles 8 de abril, como lo hago casi todos los días, para darle continuidad a una lectura que había comenzado y noté la ausencia de varios camaradas que son muy activos. Pensé que estaban en otro sitio. Sabía que estos camaradas ya habían conformado, como lo ha recomendado y ordenado la revolución, un Consejo de Trabajadores y Trabajadoras, que es bueno entender y saber, son una pieza esencial de movilización en esta coyuntura.
Al terminar el tiempo previsto para mi lectura, recorrí los amplios pasillos de la biblioteca y los camaradas no se notaban. Pregunte por cada uno de ellos y me dijeron que lo habían colocado a disposición de recursos humanos de la gobernación del estado, porque osaron en crear un Consejo de Trabajadores. Es curioso, todos los que movieron, integran el Consejo de trabajadores y trabajadoras y una funcionaria que me atendió, me dijo, muy calladita y casi en el oído: faltan otros que esperan por lo suyo.
Por cosas como estas y por “autoridades” o “jefas” como estas, se van perdiendo voto y voto porque son funcionarios mata votos. Puedo hacer constar, que este grupo de camarada promueve charlas, foros, conferencias, conversatorios, pero a esta persona que parece ser dueña de la biblioteca, no le cuadra un Consejo de Trabajadores y trabajadoras en la biblioteca con la disposición a esforzarse por mejorar este importante servicio público.
Franklin Rendón, que es un camarada del Equipo del PSUV estadal, en más de una oportunidad ha realizado encuentros y charlas ahí, y para ello, ha contado con el apoyo de estos camaradas. Sería muy bueno, que el camarada Franklin Rondón, que casualmente ha promovido un proyecto de Ley del Consejo de Trabajadores y trabajadoras, intervenga para impedir este abuso de autoridad.
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