Veo con preocupación que algunos camaradas con los cuales comparto la tarea revolucionaria de opinar, han asumido como normal, descalificar al presidente Maduro, con la presunción de su desconocimiento o mal asesoramiento para la conducción del socialismo bolivariano que nos lego el Presidente Comandante Eterno Hugo Chavez.
Según los autores, (a los que no voy a nombrar pues considero que no son enemigos) la crítica se justifica pues está en riesgo la Revolución. Pues no camarada, una cosa es criticar y proponer para avanzar y otra descalificar y descargar epítetos e interpretaciones, que no corresponden del todo con la realidad de un proceso que atraviesa por una dura prueba de fuerza y organización sin precedentes.
Tal vez aun no hemos entendido que las condiciones objetivas han cambiado sustancialmente y que lo que está en juego no es el perfil de liderazgo del Presidente Maduro, sino la consolidación del socialismo como praxis social para el logro de los grandes objetivos de la sociedad.
El tema del abastecimiento, la seguridad social, el salario de los profesionales en las universidades y el aparato del estado, las eficiencia en las misiones sociales y la deficiencias en el sostenimiento del aparato económico socialista, son algunas de las tareas a resolver, y para ello habrá que convocar a todos, incluyendo a los consabidos oligarcas como Lorenzo Mendoza y demás especímenes de la incipiente burguesía criolla, a los cuales poco o nada le importa si el gobierno es comunista o de derecha siempre y cuando puedan seguir vendiendo sus productos con jugosa rentabilidad.
Tal como lo señala irónicamente Javier Hernández:
“La herejía de reunirse con Lorenzo Mendoza y dejarlo salir vivo de la reunión, le está costando a Maduro una pérdida de apoyo entre eso que yo llamo los izquierdistas malcriados, (…) estos que creen que las condiciones actuales del país son las ideales para el comunismo y que cualquier cosa fuera de la cartilla de los panfletos izquierdosos, convierte a Maduro de inmediato en ficha de la CIA, del imperialismo, hijo de Bush y no de Chávez”.
Aporrea 16/05/2013
Adicionalmente quiero dejar claro, que hoy más que nunca debemos rescatar la majestad de las instituciones de este Estado en transición al socialismo, de allí que sea urgente, ponderar el debido respeto a las instituciones y a aquellos que le toca dirigir a las mismas. No por referirnos al presidente como Nicolás a secas, el presidente es más popular, ni por tutearlo somos más socialistas y revolucionarios. No camaradas, es menester darle a nuestro líder el justo valor y trato que ha de tener quien le toca dirigir los destino de la Patria Socialista y Libre.