Capri-Olla
Todo el domingo lo pasó Radonski anunciando una “bomba” noticiosa”. Convocó y abortó una rueda de prensa. ¿La razón? Nueve dirigentes de oposición se negaron a presentar la supuesta grabación a Mario Silva. Al oír el bodrio, se excusaban sonrojados, por lo chimbo. Al final, el “gobernador” respiró aliviado, al encontrar quienes presentaran su “bomba”, que resultó un saltaperico. La sola “trayectoria” de los voceros anti-Mario abolló la olla que el pobre Capriles intentó montar.
Reincidente
No solo Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, el propio Comandante Hugo Chávez fue blanco de las ollas compulsivas de Capriles Radoski. Ante su inminente derrota el 7-O, envió por twitter un documento forjado de la FANB. ¿Lo recuerdan? El presidente Chávez le demolió la bajeza. Carente de escrúpulos, a Maduro le atribuyó el vocablo de “mongólicos”, inventado en su comando. Hoy prende un ventilador de inmundicias con una grabación contra el proceso que no tardará en revertírsele.
La náusea
Olvídense de la novela de Sartre. Se trata de algo más rancio y gástrico: eso que Radonski dijo sentir al escuchar la grabación que hoy empalaga a los medios. Extraña que tan delicado estómago no haya regurgitado con la conversa del padre de un candidato que pide dinero en efectivo. Impresiona que el cheque de Pdvsa para fundar su partido no lo haya laxado. Pasma que envíe documentos forjados de la FANB sin tener reflujos, cólicos, ni esos pruritos pancreáticos llamados escrúpulos.
Asco y pañuelo
La grabación “bomba” anunciada por Capriles todo un domingo y presentada por García no fue aprobada armónicamente en la MUD. No sólo nueve dirigentes –nueve- se negaron a ser su vocero, sino que otros, de tendencia socialdemócrata, cuestionaron la veracidad del audio y la inmoralidad del procedimiento. Argumentaron que presentar “esa cosa” era escupir para arriba. Incluso, uno de los que aparece en la “rueda de prensa”, confesó luego que lo hizo “con el pañuelo en la nariz”.
¡Mario, regresa!
La oposición, después que lanzó la “bomba” de la grabación, empieza a arrepentirse. Figuras veteranas de AD y Copei lo consideraron una torpeza, pero se dejaron arrastrar por lo que Ramos Allup llamó la “más rancia derecha ultramontana” (Primero Justicia). Temen que cuando se devele el montaje, ellos mismos habrán bañado de prestigio a Mario Silva. Algunos, viendo que mientras este atiende su salud lo releva el implacable y atinado Alberto Nolia y sus “Papeles de Mandinga”, casi que gritan aterrados: ¡Regresa, Mario!