A comienzos del año 2003, en el marco del funcionamiento de la Mesa de Negociación y Acuerdos en la que participaban gobierno y oposición, apareció un informe elaborado por el Centro Carter en el cual se hacía un diagnóstico de la inclinación política de los medios de comunicación venezolanos. De acuerdo con una muestra aleatoria se establecía la proporción de informaciones aparecidas en diarios y canales de televisión según su tratamiento neutro, favorable o contrario con relación al gobierno. No hubo sorpresas en el informe, aunque la metodología utilizada favorecía a los medios de comunicación.1 En el caso de los periódicos de circulación nacional, Últimas Noticias, El Nacional, y el Universal, en todos se reflejó un sesgo contrario al gobierno. Sin embargo, al lado de los otros dos panfletos grotescos, caricaturas de medios, Últimas Noticias mostraba un cuadro cercano al equilibrio. En un contexto mediático signado por la radicalidad antidemocrática, esto lo hacía ser presentado en ocasiones como un medio “chavista”. Sin embargo, ha distado mucho de ser un medio independiente en los últimos años.
Recientemente el diario ha llamado la atención por la estridencia de ciertos titulares, como el que trataremos: “Emboscada marcha opositora” (28/8/05). Últimas Noticias fue el único periódico en dar semejante relieve a la minúscula marcha y su fin. 2 Resulta que la fuente de este titular es Patricia Poleo, una de las representantes del “Frente Nacional por la Libertad de los Presos Políticos”, que era quien marchaba. Difícilmente podría reunirse más falsedad. O más fanatismo. Su alma el dinero de la NED y su cuerpo los medios de comunicación privados, para esta organización aún los ultraderechistas de Primero Justicia son despreciables colaboracionistas porque participan en elecciones democráticas. Alimentan la superstición de que en Venezuela hay una dictadura. A propósito de otra de sus marchas, una semana antes, escribió el director de Últimas Noticias, Eleazar Díaz Rangel:
“Supongo que Nicolás Maduro formalizó su propuesta de abrir una investigación sobre la manifestación de grupos opositores del domingo 21, terminada con violencia. Existen indicios que hacen suponer que fue montada una provocación para ocultar lo esmirriada de la asistencia.”3 La reiteración de medios por parte de esta anacrónica organización es evidente. Y por parte del diario también.
El caso de Últimas Noticias demuestra dramáticamente la incompatibilidad de toda ética con la lógica de la propiedad y el interés privado. Pues contar con periodistas de la incuestionable talla de Ernesto Villegas, o columnistas como Luis Britto García, no resta a su estructura de poder el reflejo de una organización económica antidemocrática. Tal medio casi fatalmente deriva en instrumento contra la democracia.
Es el propio Eleazar Díaz Rangel quien poco después del despido de Régulo Pérez admite en una entrevista que esta acción obedece a un criterio político. Pero bastaba ver su mediocre reemplazo, El Soberano escuálido de Fonseca para darse cuenta de que era la única razón posible.
Aún debemos volver sobre la historia para ver la mano invisible de la Cadena Capriles cerrarse sobre el periódico en un momento en el que ciertas inhibiciones naturales y el respeto por las formalidades se disolvieron totalmente en el furor del poder total.
En el editorial “Expectativas por nuevo gobierno”, aparecido el 13 de Abril de 2002, Díaz Rangel escribe:
“La mayoría del país recibió complacida la formación de un nuevo gobierno presidido por Pedro Carmona Estanga; el decreto respectivo lo califica como `gobierno de transición democrática y unidad nacional´.”3
15 páginas de esa edición llevan el título “La nueva Venezuela”, sobre una bandera tricolor. Con raras excepciones, como los valientes y hermosos dibujos de Régulo Pérez, por los que luego sería castigado, y algún periodista que se la jugó reseñando la temprana respuesta popular al golpe, es una edición de corte fascista.
Con la caída del régimen de facto, el 15 de Abril el director titula su editorial “El Golpe de Estado”. En una de sus secciones, llamada “Represión y Censura”, habla de los allanamientos y detenciones arbitrarias, el asedio a la embajada cubana, la censura mediática de la protesta popular del 13 de Abril: “Fue una pesadilla, afortunadamente por sólo 24 horas. Terrible muestra de lo que iba a sucedernos.”4
A propósito del comportamiento de los medios, añade “… creo oportuno insistir en la exhortación a los fanáticos que vieron en los medios la causa del derrocamiento de Chávez y descargan su furia contra los periodistas. Es injusta y temeraria esa conducta, que debe ser erradicada, y desde los más altos niveles del Gobierno deben contribuir a ello).” Si algún periodista fue confundido con un mercenario fue porque los mercenarios tenían años pasándose por periodistas, poseídos, ellos sí, por el fanatismo antichavista. El compromiso golpista de los medios de comunicación obtuvo servicios de Díaz Rangel en el momento decisivo del golpe. Es difícil juzgar motivos en un horrible clima de persecución y violencia fascista. Sin duda los patronos del medio jugaron algún papel en esta versión mediática de Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Pero la probidad está reñida con el ejercicio de dirigir un diario responsable de tales ataques continuados contra el periodismo y la democracia.
Notas
1- En el caso de los canales de televisión, sólo se consideraron en el estudio los materiales de los noticieros. Uno de los rasgos sobresalientes de la guerra mediática contra el gobierno venezolano ha sido la utilización de espacios de opinión y de entretenimiento, como las telenovelas, para lanzar el proselitismo más grosero y los ataques más virulentos del oposicionismo.
2- Ver "Venezuela agoniza frente a los medios", José Sant Roz, http://www.aporrea.org/dameletra.php?docid=16364
3- Los Domingos de Díaz Rangel, Últimas Noticias, 4 de Septiembre de 2005.
4- Por su importancia reproducimos íntegro el editorial “Expectativas por nuevo gobierno”:
“La mayoría del país recibió complacida la formación de un nuevo gobierno presidido por Pedro Carmona Estanga; el decreto respectivo lo califica como `gobierno de transición democrática y unidad nacional´.
Precisamente, haberlo denominado así es el mayor de los compromisos adquiridos por el equipo que conducirá los destinos del país. Porque significa, y así debe entenderse, que este proceso apenas iniciado concluirá con elecciones legislativas, de gobernadores y las presidenciales, en plazo máximo de un año, y debe desarrollarse con respeto de todas las libertades democráticas.
Se trata de un período que será bastante complejo, eventualmente con factores de perturbación, y durante el cual se desarrollarán varios procesos electorales que deben realizarse dentro de la mayor transparencia y en una lucha cívica y democrática.
El gobierno será, igualmente, de `unidad nacional´. Tremendo compromiso. Un país que ha estado lleno de pugnacidades, que se ha caracterizado por la confrontación en todos los campos, que ha estado dividido, lleno de angustias e incertidumbres, necesita cuanto antes recorrer el camino del diálogo y de la reconciliación. También en este caso, es primerísima la responsabilidad del nuevo gobierno, sobre todo si tenemos presente una de las justas críticas formuladas al gobierno de Chávez fue precisamente su poca voluntad de diálogo no obstante las promesas hechas.
Sin embargo, para cumplir uno y otro propósito creyeron indispensable concentrar en la Presidencia poderes que nunca antes tuvo un gobernante, porque ni en épocas de dictadores éstos podían remover funcionarios electos. ¿Era necesario tanto poder? ¿No fue ésa otra de las críticas que se hicieron al gobierno de Chávez?
A tales interrogantes habría que agregar si esas decisiones no están al margen de la Constitución.
Y quiero terminar con una referencia a lo que seguramente el presidente Carmona llamó `eventos no deseables´ en su discurso. Han ocurrido allanamientos y detenciones como la del diputado Tarek William y del ex ministro Rodríguez Chacín, expresamente grabadas para difundir tales imágenes vejatorias del ser humano, humillantes.
Quiero suponer que se trata de excesos y que serán erradicados de los procedimientos policiales.
Las averiguaciones acerca de los hechos criminales del jueves, la detención de los presuntos responsables, están plenamente justificadas, pero, ojo con hacer una práctica común estas extralimitaciones.”
Últimas Noticias, 13 de Abril de 2002.
5- La Opinión del Director; El Golpe de Estado; Eleazar Díaz Rangel; Últimas Noticias, 15 de Abril de 2002.