Aproximadamente después de la primera quincena de marzo, cuando ya el Comandante descansaba en el Cuartel de la Montaña, se ha venido observando peligrosamente un fenómeno totalmente negativo para los revolucionarios, que nunca se vio desde 1999, cuando el pueblo tomó las riendas del país a través de Hugo Chávez Frías. Este Fenómeno comenzó tímidamente a través de las redes sociales, para ir tomando cada vez más cuerpo hasta el punto, que el pueblo revolucionario esté actualmente confundido y con el temor de perder a corto plazo, lo que se consiguió a través de luchas durante décadas.
El FENÓMENO es eminentemente político y consiste en estar a la defensiva. Es decir, defenderse en vez de atacar políticamente. Es relevante recordar que esa situación siempre fue de la oposición, porque el comandante Chávez marcaba la pauta estando siempre a la ofensiva. Lo hacía de tal forma que todos los días se hablaba de él y las acciones reivindicativas para el pueblo venezolano. La oposición no hacía otra cosa que responder. Y no podía hacer más nada porque por un lado el Comandante descubría y ridiculizaba las estrategias de la oposición y por el otro inspiraba al pueblo a la organización popular, donde le recordaba su indiscutible lugar en la historia y les enseñaba el camino para lograr la verdadera emancipación.
Ahora el que parece marcar la pauta ofensiva es la oposición. Obviamente NO en las reivindicaciones sociales, entre otras cosas porque siquiera está presente en los estados en que logró el triunfo electoral. Sino en el terreno político, donde ha logrado hacerse sentir en la opinión pública tanto nacional como internacional. Voy a poner un ejemplo. Cuando debimos atacar mediáticamente y con decisión cómo en el caso de más de una decena de muertos que sufrimos, entre ellos 2 niños por culpa de las incitaciones descaradas a la guerra civil el 15 de abril por parte de la oposición, nos dejamos quitar la ofensiva e infantilmente caímos en peines que han victimizado a los victimarios como el de la provocación de la Asamblea Nacional, en que algunos diputados revolucionarios no descifraron las estrategias opositoras y llegaron a responder en forma física. Donde ellos (la derecha) a punta de povidine y mentiras de "narices triplemente fracturadas" inflaron la supuesta agresión haciendo olvidar la tragedia de la violencia que ellos provocaron el 15 de abril. El resultado fue que tuvo más relevancia el ojo morado y maquillado de Borges que la niña cruelmente asesinada por disociados opositores a los que sistemáticamente le sembraron el odio.
Eso es sólo un ejemplo reciente, son muchos. Ahora nos mantienen ocupados con la supuesta grabación que le hicieron al camarada Mario Silva, donde lo que dice es lo de menos, sino el efecto de caos que pueda lograr entre los revolucionarios. Sin siquiera Mario declarar, comenzaron los propios camaradas y partidos aliados a dar su opinión, haciéndole el juego a la derecha que desde el palco ve cómo ahora nos matamos a punta de opiniones entre nosotros mismos como en otrora lo hiciese la Coordinadora Democrática o mucho antes AD en contra de Alfaro Ucero cuando, hasta le cambiaron la cerradura de su oficina, etc.
En Aporrea actualmente vemos como los artículos más leídos son los que de por parte de un camarada se dedica a atacar a otro camarada. No es a Briquet, ni a Falcón, ni a los medios de comunicación privados. Sino a nuestros ¡propios camaradas! en donde nos tildamos de opositores disfrazados etc. Vemos ataques hacia Evans por ejemplo, éste a su vez, a Winston Vallenilla, eso sin mencionar la fiesta que hemos hecho nosotros mismos con Mario Silva, persona que yo creo que mantiene la línea ofensiva revolucionaria y entre otras cosas utilizó a nuestro favor un arma tradicionalmente de la oposición como lo es el Twitter y logró la organización efectiva de los revolucionarios en las redes sociales. Sólo nombro esos tres camaradas por ser los más emblemáticos en este espacio, pero no son los únicos atacados. Aparte de las críticas a cualquier medida económica del gobierno que causamos envidia a cualquier economista de la ultraderecha. En otras palabras estamos defendiéndonos de la oposición cuando antes se sentían atacados por nuestra marcha reivindicativa y para colmo andamos peleados y juzgándonos nosotros mismos.
Estoy consciente que no hacer críticas es una falla garrafal, pero críticas sin propuestas, críticas de cacerías de brujas, críticas donde se demuestra rencor y antipatías, críticas sin a la vez mostrar los beneficios que ha traído al pueblo venezolano y latinoamericano la revolución, son CRÍTICAS ZOMBIES con un alta carencia de cerebro, que sólo hacen daño en un momento crítico de probidad revolucionaria, al haberse ido físicamente apenas hace dos meses nuestro Eterno Presidente Chávez.
Les invito (me incluyo) a estar a la altura de un pueblo que libertó a medio continente, que es dueño de la reserva más grande de petróleo del planeta, que volvió a unir a Latinoamérica después de 200 años y que en este momento más que antes, les estorba a la codicia de los grandes grupos económicos y potencias militares a nivel mundial.
Es por ello, que debemos llenarnos de vida de nuevo. Dejar de parecernos a unos muertos caminantes. Debemos llamar más bien a ser activos políticamente y cuando critiquemos lo hagamos no con un fin meramente reflexivo, sino revolucionario y que busque la mejora de nuestro pueblo tanto de los revolucionarios como los de la oposición de base. Critiquemos los desaciertos y no criticar a los criticadores porque eso es ridículo. Difundamos nuestra Revolución, hagamos propuestas, desmantelemos a la oposición y sus intereses, sembremos unión, hagamos un ejército que le enseñe al mundo que es posible subordinar a la economía al pueblo. Seamos Chávez.
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