En Ciudad Bolívar llevan dos días trancando las vías del Puente Angostura, habitantes del sector La Macarena y Las Banderas para protestar por los servicios públicos, trancando la salida de otros vecinos que vivimos en la parroquia Agua Salada para quienes de por si es un tanto complicada la movilización regular al trabajo, al estudio o al mercado, debido a la falta de transporte. Y no es que la comunidad no tenga razones para estar molesta, lo que no nos parece es la forma en que se canaliza esta incomodidad. Es contradictorio reclamar derechos pasando por encima de los derechos de los demás, en este caso, del libre tránsito.
Además en este caso no se justifica ya que el gabinete de calle está desplegado por toda la capital bolivarense y los Ministros están conversando con los vecinos, escuchando sus planteamientos recibiendo sus propuestas y planes para dar respuestas. La quema de cuchos, las trancas, además de alterar el orden público y violentar la Constitución y leyes de la República en un contexto como este no se justifican cuando hay un gabinete en la calle que dialoga con los vecinos, con la comunidad organizada.
Estas prácticas se aceptaban en los gobiernos cuarto republicanos donde era inconcebible que un Presidente o un Ministro visitaran sectores populares o que un ciudadano de a pie pudiera tener la oportunidad de acercársele a un alto funcionario del gobierno, para reclamar, sin correr el riesgo de ir directo a un calabozo. Los vecinos deben organizarse, elaborar documentos con sus demandas, con sus propuestas, como se hizo en la parroquia Agua Salada donde los concejos comunales entregaron al gobierno de calle liderizado por la Ministra Alejandra Benítez un plan para la parroquia que recoge todas las necesidades, carencias y proyectos para mejorar la calidad de vida de los vecinos; esta si es una vía para avanzar.
Además existen otros canales como los medios de comunicación social, las redes sociales para hacer públicas todas esas denuncias, porque cierto es también que de este lado de la acera no faltan algunos que debajo de la gorra roja con la mirada del presidente Chávez, tengan la gorra blanca con la barquilla de AD o la verde con la flecha de Copei. Intuimos que detrás de estas situaciones anárquicas están las maquinaciones políticas, por las declaraciones que hemos escuchado en la radio de ciertos dirigentes de la MUD, empeñados en enrarecer el mecanismo más democrático que tiene ahorita el pueblo, como es este gabinete de calle, lo cual se facilita porque el equipo político de gobierno local no ha avanzado mucho en el dialogo, la formación y los canales de participación con el pueblo.
Periodista
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