Durante el período de racionamiento obligado de este mes los paisanos han roto algunos paradigmas que nos permiten hasta ser optimistas con el futuro que nos espera. Entre los nuevos hábitos adquiridos está el de hacer colas sin pasarse de vivo, es decir, sin colearse. Estoicamente la gente dedica gran parte de su tiempo a ponerse en fila para comprar gasolina, gas, hacer diligencias en el banco, pagar la tarjeta de crédito y los servicios- que pese al paro- siguen facturando, y eso que no estamos en Cuba, Miami ni en la extinta Unión Soviética.
Durante casi 30 días, el venezolano ha podido vivir sin comer hamburguesas, pollo frito y sin ingerir refresco de cola. Las franquicias de la llamada comida chatarra se las tendrán que inventar para reconquistar el mercado ya que, demostrado está, se puede vivir más de un día sin Mc Donalds, Wendy´s ya no cuadra con nadie y Arturo´s más bien hizo crujir los estómagos de sus ex clientes.
Cuando se restituyan las actividades cotidianas la gente de la publicidad exprimirá su neuronas para inventarle lemas y esloganes a distintos productos. Ya no se dedicarán exclusivamente a producir cuñas políticas.
Tal vez el mayor reto lo tienen las trasnacionales de los refrescos.
Sabrán que usan el mismo lema en casi todos los países del mundo pero es obvio que ya en Venezuela Pepsi no puede concluir sus comerciales con un Pide Más. Su competencia debe olvidar aquello de “ Siempre CocaCola”, a menos que quieran provocar a los consumidores.
Este es un caso bien particular porque hasta en las peores desgracias había una gaseosa de estas, de allí su conocido eslogan.
En cuanto a las marcas nacionales Polar tendrá que abandonar su campaña de “ Si, hay” y ni hablar de su rival, la Regional que dejará de preguntarse ¿ Vas a arrugar? Es más copien el dato: Hasta los buhoneros empezaron a vender Budweisser, una birra norteamericana que junto a la brasileña Brahma sació la sed de los cerveceros.
Si los creativos publicitarios se encuentran extenuados porque durante estos días han dedicado más sus esfuerzos hacia la Coordinadora Democrática, entonces hallarán ideas frescas en la inventiva criolla, en esa chispa que nunca se apaga aún cuando haya escasez de combustible.
Por allí más de uno increpa al Oso para que deje el paro, otro interroga ingenuamente “ Catira. ¿ Dónde estás?” y los más agresivos pintan en los parabrisas un nuevo lema: Cerveza ya.
A las televisoras también les corresponde hacer sus esfuerzos porque el televidente, por lo menos el caraqueño, ha mudado su señal a Vale TV, La Tele y TV Familia ya que la programación de los otros- con excepción en los días recientes de Televen- es insufrible. Ni hablar de la liga de béisbol que ya debería estar evaluando porqué en Prados del Este se prefirió una caimanera de futbolito a una de pelotica de goma.
Conclusión: No hay motivos para preocuparse porque mientras la terquedad de la dirigencia opositora y oficialista lleva el país al borde de un abismo, la propia sociedad desarrolla mecanismos de adaptación y supervivencia que superan en creces la debilidad mental de los dirigentes. Parece que pese algunos momentos de oscuridad estamos aprendiendo. La gente está en la calle, reclamando y participando.
Sea este Gobierno o su contraparte ahora deberán bailar pegao porque la sanción del pueblo está a la orden del día. Nos vemos en el 2003, Dios mediante.
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