El jueves y viernes de la semana pasada, 15 y 16 de setiembre de 2005, Walter Martínez conductor del reconocido programa “DOSSIER”, de proyección internacional, efectuó impactantes señalamientos, ampliados en el segundo día, última aparición del mismo, porque la siguiente semana, lunes y ayer martes 20/09/05, fue ignorado “DOSSIER” por el canal del Estado, Venezolana de Televisión, sin ningún tipo de explicación .
Dichos señalamientos, muy claros, encerraban una importante crítica respecto al manejo interno y a las interrupciones de su programa televisivo y más allá, respecto a peligrosos errores y vicios que cometen algunos dirigentes o representantes del proceso
revolucionario bolivariano.
Textualmente, entre otras cosas resaltó : “ESTAMOS HARTOS DE GENTE QUE SE PONE LA CACHUCHA ROJA PARA ROBAR”.
La subsiguiente no transmisión de su programa en los dos días posteriores , sin aclaratorias por parte de VTV, da mucho que pensar y ante la desaparición de otras programaciones en el curso de este año de modo similar, sin explicación oficial por parte de sus directivos, cabe cualquier conjetura:
…¿ Y, es que es éso un delito de opinión?
…¿ Representa lo que dijo una amenaza para el avance del proceso revolucionario?
…¿ Corregir entuertos no favorece más bien llevar los cambios por la dirección adecuada?
…¿ Y,si no hubiese total certeza de la veracidad de sus afirmaciones, no debería investigarse seriamente en primera instancia respecto a su reclamo?.
Un contralor social, aún uno tan serio como él, puede equivocarse, pero tiene derecho a qué en primer lugar se investiguen sus denuncias o reclamos. En caso contrario, estaríamos pareciéndonos a lo que ocurrió durante el puntofijismo. Quien así habla dentro del proceso está demostrando desprendimiento en lo personal. Cuidado entonces como el periodista Walter Martínez hubiese expresado públicamente lo que cada vez más revolucionarios auténticos viesen con preocupación sin atreverse a ir más allá por miedo a que se manche el proceso. Y otros no tan auténticos por temor a perder posiciones.
¿O es que mancha más una advertencia de este tipo que la permanencia de un corrupto en el manejo del Estado?
Resulta poco creíble que una personalidad tan equilibrada y cuidadosa, como se ha mos- trado en toda su trayectoria pública, hubiese efectuado tales afirmaciones como un acto de malcriadez, por no haber sido considerada su presencia en el viaje a la ONU. De todas maneras este periodista internacional muestra las mejores credenciales para esos eventos.
En todo caso, independientemente de lo que exista detrás, “DOSSIER” representa una programación televisiva de la más alta calidad. Un espejo en el exterior del periodismo que se hace en la República Bolivariana de Venezuela. Debe por tanto mantenerse y ojalá perpetuarse. Mucho menos se entendería que saliese del aire sin explicación convincente.
Dr. Jesús Rodríguez Silva
Médico-Profesor Universitario
