Grave debe de andar la cosa en política si la voluntad se hace ajena al entendimiento. O, peor, lo arrastra, ciega y con pocas razones. Y se hace manera de negar el arte de la estrategia, arma, mas que obligada, e impostergable de todo político. Y, por que no, necesaria perversión del intelecto.
El momento difícil que vivimos sin duda se hará, luego, sombrío si no dedicamos a valorar y jerarquizar indicadores y variables y desde allí fijar maneras de proceder.
La disciplina de la estrategia prescribe que el análisis se inicie con la determinación de las Fortalezas que se posee. Con lo que cuentas. Obvio que la principal del gobierno la constituye la Política. Resistencia, baluarte, lograda como efecto de la acción del diálogo en la calle convertido, según siente la gente: en una inyección que le retorna sentido a la política del Estado. Guía que invita a salir poco a poco, del modelo de tientas y locas retóricas con charlas de esquina como táctica. Sobre todo, que, derrota la tesis de la testaruda derecha cuando pretende hacernos creer que estamos en un país inviable, en bancarrota o asediado y a punto de ser invadido.
Simbología diabólica impulsada por esa casta de opinadores de oficio: que se tienen por zares de la proto mediática de la realidad nacional, aptos , mas no inteligentes, para dar respuesta sobre todo; difícil creerles cuando los sabemos, en su mayoría, pensadores sin experiencias válidas y suficientes, sin competencias en estas o otras materias.
Cuando la realidad es que la política del dialogo en la calle lo que ha producido es alegría, energizada por la recuperación de nuestras capacidades como pueblo apto para pensar, hablar, decidir, actuar; que produce una aceleración y ansiedad por destruir en corto plazo lo que ellos consiguieron en doscientos años de poder capitalista.
En política es imposible no tener otra fortaleza en esos logros alcanzados por nuestra diplomacia, que manteniendo infranqueable sus principios, está logrando cada día mas reconocimiento al Presidente elegido. Caso, la voluntad de buscar dialogo con el país por mediación del encuentro entre el Vicepresidente de los Estados Unidos y el Canciller Jaua. Y, sumado a esto el encuentro entre el Presidente Maduro y el Papa, mismo Dignatario que el pasado 19 de marzo de 2013 dijo. Cómo me gustaría una Iglesia pobre para los pobres; frase que sigue sonando a una lectura de un texto progresista del Concilio Vaticano II, o declaración de la Iglesia contestaría, de la Teología de la Liberación, con lenguaje propio de Curas Obreros, que encima de todo, bien hubiera cabido en forma y fondo en un discurso del Presidente Chávez.
O sea en el plano de la Política nuestro cuadro estratégico ofrece valores de referencia positivos.
También existe y deben ser rescatadas Fortalezas en el campo económico, primero, nuestro potencial histórico del control soberano sobre materias energéticas. En lo económico no podemos dejar de presentar el poder potencial que financieramente poseemos como efecto de nuestra asociación con Mercosur y Unasur; con existencia de la posibilidad real de acuerdos de gran escala con China, no tanto como país, sino como bloque, que nos den una articulación de negocios a la escala macro de la costumbre China al accionar en este tipo de mercados
Pero el cuadro no estará completo si no reconocemos nuestras debilidades y estas son notables en lo económico: inflación, estancamiento del PIB, escases y dólar sin control, casos de corrupción.
Notable debilidad la constituye el potencial de la piratería cambiaria, cuyo efecto mas notable, en el corto plazo, es el repunte inflacionario y su concomitante la desaceleración de Producto Interno Bruto.
Sobre esta debilidad se debe destacar el papel que ejercen los sectores económicos facticos, nacionales o extranjeros, mas preocupados por la desestabilización política que cumplir su rol de intermediadores financieros.
Cuyo núcleo de corrosión lo constituye en hacer cada día mas grande la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo. Matizando su trabajo de topos con una terrible presión mediática, tan tenaz que llevaron al gobierno a tener que realizar una apurada y poco feliz e inoportuna devaluación de la moneda. Táctica que de no cuidarse, fácilmente puede llegar a producir una situación que amenaza con llevarnos hacia una autopista de estanflación (estancamiento del PIB con inflación).
La devaluación fue una medida tan presionada, esperada y tanto, que, no más se produjo ya los publicistas tenían concebida y cobrada- la idea del slogan: paquetazo rojo con el cual, la saludaron, en su cadena mundial de medios.
Pero no todo se mira en termino de Fortalezas y Debilidades, sino que el momento tiene su potencia: Oportunidades. En este caso, es la existencia de una posible ventaja en el espacio y tiempo, que puede ser capitalizada por cualquiera de los actores, solo depende de las fortalezas de cada uno posea para captarlas.
Por ejemplo, la realidad de las elecciones de autoridades municipales en el mes de diciembre de 2013. Ventaja para el Estado, por que sencillamente es otra forma de que la oposición tácitamente ratifique legitimidad al gobierno que tanto critica; y, sobre todo para la Institución electoral sobre la cual lanza la mayor cantidad de injurias posibles, en otra contradicción que se les apunta.
Por su lado y sobre esta oportunidad es notable reconocer que bajo el lema que busca la Unidad de los opositores, se nota una gran inconsistencia de fines, y valores, pues la gran albóndiga que forman sus organizaciones no tiene norte ni ideas firmes que apuntalen el voto único, con candidatos, aún sin definir, y, en tremendo plan lleno solo de disputas que arruinan cualquier posible vía de acuerdo electoral entre los muchas tendencias que la constituyen.
La Amenaza mayor la constituye en este escenario la guerra económica, homicidio diario, con flanco roto por el desangre fronterizo. Tan corrosiva, que, aún disponiendo de toda la producción nacional, más todo, cuanto importamos con moneda petrolizada y a precio diferenciado, alcanzaría para saciar la voracidad miserable y monstruosa del contrabando del incontenible desaguadero de la extracción de bienes por la frontera del vecino país.
A esto se le suma que la burguesía venezolana viene perfeccionando en el campo económico un sistema de exportaciones altamente sofisticado y súper productivo, que no requiere ninguna tecnología ni amerita esfuerzo alguno, por que el mismo Estado sostiene una efectiva como sospechosa red bancaria: apta para capturar, encajar y rendir los petrodólares a la banca extranjera en cuestión de segundos.
Tanto que según prensa especializada, los activos del sector privado en el exterior, alcanzaron un saldo a finales del año del 2012 equivalente a 160.279 millones de dólares. Monto que supera en cinco veces la reservas internacionales del país, para que no halla dudas, todo ello está en cuentas bancarias, abiertas y sin secreto alguno.
Otra amenaza la constituye el poder financiero parasitario. Nuestra economía se mantiene sobre un estructura económica secuestrada por el potestad de la banca privada. Así, la eterna, vieja, clásica oligarquía y sus palafreneros del dinero a logrado parir y sostener una criatura que se alimenta, con sospechosas, alianzas para inventar la maquinaria mas fabulosa y gestora de riqueza fácil. No motiva, ni solicita ahorristas para intermediar le basta con tener la consistencia de un flujo de capitales de origen fiscal petrolero, que le son proveídos por gestores venales desde el sector oficial
Este cuadro que cubre la perspectiva del escenario, se tiene que completar con la proposición de estrategias cuyo significado es imponer acciones, entre varias posibles: 1ª. Gobernar y ejercer poder; diferenciemos: gobernar y no demostrar concretamente firmeza en el uso del poder, no tiene sentido.
Cuando el mundo económico pareciera andar sin ninguna sujeción y cometiendo toda clase de desafueros.
Es lo que pide, ejercer mas control y aplicar los reglamentos que la ley prevé en materia de adecentamiento de la banca privada.
Sigue, enfrentar contundentemente con actos notables la corrupción y mostrarla como lo que es, obstáculo a los procesos económicos y factor de disociación de la moral de los militantes políticos que albergan y profesan con mucha dignidad la ética socialista.
Reforzar los cambios cuyo fin permita sincerar el tema de la administración de divisas. Y que estas lleguen y aplique a quienes realmente las usan honestamente para fortalecer el proceso productivo; no olvidar, no hay corrupto sin corruptor y viceversa, obvio el control fundamental esta en manos de quienes inventan sofisticados e inasibles sistema administrativos que oscurecen los procedimientos y apoyan las vías oscuras con poderes facticos de presencia eterna y corruptora de los señores del desfalco y el desenfado; sintetizamos en la idea:estamos
comprobando que no basta ser gobierno. Hay que ser poder.
En segundo: lugar nuestros problemas fundamentales son económicos no políticos.
2da otra vía para accionar es ir por el camino es menos radical; aunque comprometido y para mejor futuro tenido por aceptable. Es una estrategia no ofensiva, pero eficaz. Posible y no lo que se quiere: la negociación de estos temas económicos. Que lleve a permutar con la derecha y sus fuerzas, (con poder virtual aún). Esto es camino riesgoso. Repitamos, la derecha es implacable con sus necesidades de poder.
Pero, en la realidad de momento, es una de las opciones si se quiere supervivir y poder seguir en el camino y recuperarnos luego.
3ª vía, es la opción de preparar una mezcla de ambas estrategias.
El corolario es un súper estrategia que conduzca a fijar con certitud medidas que aseguren terminantemente mantener el ingreso y la estabilidad del empleo de los trabajadores. Sin duda soporte fundamental y apoyo histórico del chavismo; y, sobre todo, evitar a todo costa tomar medidas que incrementen la dependencia y den mayor presencia del capital financiero nacional o internacional
Son tres o estrategias diferentes que implican acción e inmediata ejecución. ¿La mejor¿ .. es tema que corresponde a aquellos que manejan el arte de lo posible y son capaces de tomar riesgos, sin lo cual no hay política posible.