Parte I del Articulo (http://www.aporrea.org/
El socialismo es un hecho de consciencia. Es el reencuentro del hombre con lo humano; la afirmación del ser humano y su naturaleza. El socialismo es humanismo; es la manifestación de un pueblo des-alienado que asume con responsabilidad su deber social, pero también el socialismo es un hecho real, concreto porque exigen el desarrollo de nuevas relaciones de producción y distribución de las riquezas socialmente generadas, radicalmente distintas a las relaciones de producción capitalistas.
Para nuestro Carlos Marx el socialismo surgiría como resultado del desarrollo de las fuerzas productivas a la par de la consciencia social alcanzada por la clase obrera en el transcurso del acumulado histórico de lucha de clases. Con estas afirmaciones Marx no estaba siendo un “etapista”, ni mucho menos un “mecanicista” que creía el socialismo posible tan solo una vez el capitalismo haya cumplido su papel en la historia desarrollado la industria y mecanizado el campo para dar paso de forma “pacifica” al socialismo, sino todo lo contrario.
Marx fue un científico social materialista -objetivo hasta la médula- porque entendió la necesidad de la lucha política del proletariado para la conquista del poder del Estado y emprender así la revolución socialistas, cambiando de tajo la historia conocida hasta el momento y plantearse la necesidad del desarrollo de las fuerzas productivas bajo un modelo de transición socialista que dependerá mucho de las particularidades de cada país.
Por sus profundos razonamientos Marx fue muchas veces incomprendido. El gigante de Trveris hacía énfasis en que "no era la conciencia de los hombres lo que determina su ser, sino al contrario, su ser social (su posición frente a los medios de producción) lo que determinaría en última instancia su conciencia social”, por esta razón el científico Marx no concebía el socialismo en la pobreza material, sino construido sobre la base riquezas que serían distribuidas “a cada quién según su aporte”. La teoría podría sonar fácil, pero su praxis es compleja.
De los discursos del Presidente Nicolás Maduro podemos discernir su visión sobre la necesidad de producir riquezas en el país (desarrollar las fuerzas productivas) como estrategia para crear las condiciones materiales-objetivas que permitan acabar con la inflación, generar más fuentes de trabajo y riquezas para repartirlas en la sociedad. En otras palabras, el gobierno del presidente obrerista concibe la transición al socialismo como un acumulado de fuerzas necesarias para el salto cualitativo posterior o dentro de la misma transición con reformas paulatinas. Su planteamiento es visto como correcto y aplaudido por muchos, pero el problemas sigue radicando en ¿Cómo lograrlo? (Continuará…)