Desde la antigüedad es sabido, del carácter ético y político de la economía, especialmente en el ámbito de las relaciones sociales que determinan los procesos de producción, intercambio, distribución y consumo de bienes y servicios, la naturaleza y dinámica de estas relaciones están determinados en cada sociedad y en cada momento histórico por la estructura de clases sociales. Desde este enfoque, emerge el concepto de Economía Política y los denominados economistas clásicos como Adam Smith y David Ricardoformalizaban sus estudios económicos desde estaperspectiva, por ejemplo, en la teoría del valor-trabajo, el trabajo es la fuente real del valor. Por su parte Marxen el Capital, su obra clave donde explica claramente los elementos esenciales del capitalismo, evidencia que es la confrontación dialéctica entre los dueños de los medios de producción y los trabajadores forzados a vender su fuerza de trabajo, el motor de la economía, de la sociedad y de la historia.
Este enfoque, siempre resultó muy peligrosos para las clases dominantes, así que estas, convirtieron en su política, decir que la economía no es política. Y a través de sus elites intelectuales fueron paulatinamente quitándole el apellido a la Economía Política hasta dejarla solo como Economía. A la vez, abandonaronla visión clasista de la sociedad, reemplazándola por el enfoque matemático y axiomático de los estudios económicos actuales, y asumiendo por ejemplo, que el valor no tiene nada que ver con el trabajo, sino con la “utilidad” que los bienes generan en el individuo y que el mercado es capaz de decidir por sí mismo lo que es mejor para la sociedad.Hoy en las universidades norteamericanas y europeas lo que se produce es “ciencia económica”, con leyes universales e inexorables, con sofisticadas y complejas estructuras teóricas apoyadas en la abstracción y en los números; campos como la Microeconomía, la Macroeconomía, la Econometría y la propia Política Económica, son tratadas de forma teórica, cuantitativa e instrumental.
Los Indicadores Macroeconómicos, con los que hoy se mide el desempeño de las economías y se hacen las comparaciones; no recogen los costos ambientales y sociales, ni expresan ninguna valoración ética y moral respecto a la forma en que se “progresa” de acuerdo con estos indicadores. De igual modo, la elite intelectual de las clases dominantes nos han establecido los adjetivos a utilizar cuando se hable de economía, por ejemplo, desarrollo, sostenibilidad, competitividad, productividad, comercio libre, integración productiva. Adicionalmente, esta elite genera “conocimiento” en forma de teorías para resolver los problemas de la pobreza, y no son más que aparatajes intelectuales para justificar el actual régimen de explotación y abuso al que están sometidos la mayoría de los pueblos del mundo, en nombre de las clases dominantes de hoy.
Reconozcamos entonces, que toda decisión económica, es por definición una decisión política. Las decisiones económicas están relacionadas con los procesos de asignación de recursos, producción de riqueza y distribución de la riqueza producida, y la lucha por el control de estos procesos está en el centro de la mayor parte de la historia de la humanidad.
En Venezuela, por ejemplo, el surgimiento de la revolución bolivariana con el liderazgo del Comandante Hugo Chávez, afianzó la independencia nacional, asegurando la plena soberanía sobre los recursos naturales y la industria petrolera, con lo cual en primer término, se rescataban ingresos que estaban drenándose hacia las clases dominantes en el exterior, y en segundo término, estos recursos fueron utilizados para construir una sociedad basada en la justicia y la equidad. En el marco del Socialismo Bolivariano, se han hecho todos los esfuerzos para erradicar la pobreza, pagar una inmensa deuda social acumulada, financiar las misiones sociales, construir infraestructura y viviendas y fortalecer las organizaciones comunitarias y populares.Todo esto fue posible, porque las clases marginadas y depauperadas por décadas llegaron al poder de la mano del Comandante Chávez. Pero mucha es la rabia que este progreso social ha generado en las clases dominantes internas y externas; y estas clases no han dejado de empujar para retomar su hegemonía; la contraposición clasista está en la participación y el protagonismo político del pueblo bolivariano para defender sus conquistas.
En el debate económico global actual, la visión neoliberal de la economía, que es la que asumen las clases dominantes, plantea que la existencia y desarrollo de las naciones se sustenta en su capacidad de competir en los mercados internacionales. Por lo tanto, la mayor parte del gasto y la inversión pública deben orientarse hacia las mejoras de la productividad de las empresas con capacidad para exportar. De acuerdo a esta línea de pensamiento, para alcanzar la productividad es necesario reducirle los costos a las empresas e incrementar su eficiencia, esto implica por ejemplo, flexibilizar el mercado laboral para reducir costos por la vía del trabajo; y formar una elite universitaria de clase mundial para que por la vía del capital humano incrementar la eficiencia. Este planteamiento visto desde la perspectiva de la Economía Política y desde la visión socialista, dejan en evidencia su intencionalidad de trasfondo que es fortalecer las elites y depauperar a los trabajadores, he aquí de nuevo las fuerzas y losinteresesde lasclases sociales dominantes, expresándose a través de sus elites intelectuales.
En ese mismo orden de ideas, algunos estudiosos de la economía de América Latina señalan que en la región la base impositiva es muy baja, y que por lo tanto, es necesario elevar las tasas de impuestos, para que el ingreso público aumente en forma sustancial, y de este modo, poder financiar las necesarias mejoras de la productividad. Este es otro problema de Economía Política.
A modo de propuesta para la reflexión, considero que el debate y las transformaciones necesarias para la consolidación del Socialismo Bolivariano, especialmente en el ámbito económico, pasan por comprender que lo subyace es un problema de Economía Política y por ende una confrontación de intereses, valores y visiones de las distintas clases sociales. Que la determinación del rumbo de la economía nacional y de su estrategia de integración regional estará signada por la adversidad sistemática de las clases internas y externas que han hegemonizado durante décadas; y que por lo tanto, la organización popular, el estudio y la reflexión individual y colectiva; y en especial la conciencia de que formamos parte de una clase social que viene emergiendo y que intenta consolidarse, es fundamental para ganar la batalla de las ideas y dar firmeza a la construcción del Socialismo Bolivariano.
VICTOR LUIS RODRIGUEZ ROJAS.
Economista, profesor.
rodriguezvl2002@yahoo.com
@rodriguezvl2002