Es normal que sobre la violencia en Venezuela haya visiones contradictorias; desde el punto de vista sociológico –por ser un hecho social– es normal que eso sea así. Lo que realmente sorprende y nos parece inaudito es que un factor tan sensible sea utilizado con fines político-golpistas.
Para la oposición en Venezuela la violencia le ha sido “rentable”, ellos saben que la violencia impacta negativamente a toda la sociedad.
La inseguridad se concreta en los hechos objetivos y subjetivos. Los factores objetivos pueden ser: robos, secuestro, sicariato, asesinatos y droga, y que la población en general los caracteriza como inseguridad.
Y por otro lado nos encontramos con el elemento subjetivo que tendemos a subestimar, que es la percepción de inseguridad que crea la sensación colectiva de miedo, terror, que produce malestar, que se expresa en un estado de indefensión; que se traduce en términos ¿democráticos? en el voto “castigo” al Gobierno.
Quién puede negar hoy en Venezuela que el Gobierno del presidente Nicolás Maduro ha hecho uno de los esfuerzos más loables, enérgicos y humanistas con el fin de erradicar la violencia y el delito: Plan Patria Segura.
En términos estrictamente estadísticos, en cifras, hay grandes avances, buenos resultados; el despliegue policial y militar en las calles, programas sociales, la ley desarme, etc., han dado cierta confianza a la población.
Lamentablemente hay un “pero”; el hecho subjetivo –la percepción– por ser producto de la construcción social, donde el peso lo tienen los medios de comunicación, las redes sociales y la técnica del rumor, está en manos o dominado por la derecha reaccionaria y apátrida que trabaja en dirección contraria a la paz.
El Gobierno debe hacer un esfuerzo mediático, cultural, educativo, informativo y contra hegemónico para conquistar con objetividad la percepción, el imaginario complementario y vital para coronar con éxito el Plan -a corto, mediano y a largo plazo- Patria Segura.
En el terreno de lo subjetivo el Gobierno, la revolución debe meter a los medios en cintura, con mano firme, aplicando la ley a fondo; es un problema de vida o muerte, es un problema de seguridad nacional
En otras palabras: el Plan Patria Segura debe integrar las variables y factores objetivos y subjetivos. ¡Otra vez la dialéctica!
