El Lago según Pérez Pirela

Sobre el discurso de orden en la sesión por el 24 de Julio en el Teatro Baralt, bonito, emotivo y franco, coincido con el orador Pérez Pirela, en cuanto al Lago de Maracaibo se refirió, en una sola frase: “Patria acuífera de la que poco se conoce”.

Es cierto, tanto así, que el propio tribuno afirmó que su extensión es de “trece mil metros cuadrados”.
Confieso que no me motivé a comentar el evento, hasta observar que la televisora del Estado repitió el discurso en el horario de Cayendo y Corriendo, programa que conduce con inteligencia y agradable swing maracaibero el compatriota Miguel Ángel.

Entonces consideré necesario hablar de esa Patria acuática tan sometida a lesiones ecológicas como a mitos alienantes que reproducen la dominación colonialista.

Lo primero que debemos establecer es que el solo concepto “precolombino”, ya ubica el discurso en una perspectiva eurocentrista. Se trata de mirar nuestro pasado indígena a partir del hito de la invasión como comienzo de la historia.
De esta manera, al afirmar que las viviendas palafíticas del lago son “precolombinas”, se está desconociendo la preexistencia ancestral de una civilización acuática -quizás la única en esta parte del mundo- que pobló la Patria lacustre por lo menos diez mil años atrás: los añú, mal llamados paraujanos.

Citar en extenso a Vespucio, ese gran plagiario, es una invitación a seguir mirándonos desde la rancia Europa, confundiendo saberes académicos con cultismos sesgados.

Otra confusión tremenda que se repite en el discurso oficial, cual contrabando, y en la que cae el camarada Pérez Pirela, es vincular el Lago a lo wayúu. Esto es histórica y étnicamente falso. El Coquivacoa es la Patria Añú: la nación del Cacique Nigale, ninguneado por esa historiografía de los refritos manuales centralistas.
La presencia de nuestros primos hermanos guajiros en la región geohistórica de Maracaibo es reciente, de siglo y medio para acá. Su territorio ancestral se ubica en torno a Rio Hacha, ciudad donde nació el homenajeado zambo José Prudencio Padilla. Mario Sanoja e Iraida Vargas señalan su origen en territorio de la actual Colombia, desde donde entraron a este lado de la península Guajira.

La tercera equivocación conceptual es esa supuesta condición Caribe de nuestro ser ancestral. Una vez más los ignorantes europeos impusieron su nomenclatura prejuiciada y manipuladora. Fueron ellos quienes llamaron Caribe a este mar, para referirse a supuestos caníbales. Ya hemos demostrado en artículos anteriores que la antropofagia en el Lago la cometieron por primera vez soldados de Alfinger.

La nación antropológica y tronco lingüístico de los ancestrales habitantes del Lago son los arahuacos, raíz común de añú, wayúu, caquetíos y casi todos los pueblos orilleros de nuestro país.
Ojalá nuestro apreciado Miguel Ángel, VTV y los medios públicos en general, abran espacios para que hablemos fraternalmente de estas verdades asesinadas.


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Yldefonso Finol

Economista. Militante chavista. Poeta. Escritor. Ex constituyente. Cronista de Maracaibo

 caciquenigale@yahoo.es      @IldefonsoFinol

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