En definitiva el mapa económico de Venezuela pareciera estar dominado en su gran mayoría por el crimen organizado: por verdaderas bandas de gángsters.
Los intereses mezquinos, explotadores, del poder económico en Venezuela reciben un incondicional apoyo de absolutamente todos los medios privados, que promueven abiertamente la especulación y la usura.
Los sectores patriotas, nacionalistas y revolucionarios han denunciado la “guerra económica” a la que es sometida la sociedad sin distinción de clases.
El dominio absoluto de los medios de comunicación por los intereses del poder económico ha permitido en la práctica instalar la matriz, la percepción, de que la dinámica económica en Venezuela está dominada por el “dólar de guerra”, el dólar “paralelo” por el cual se fijan los precios de todo tipo de productos y servicios.
Los gángsters económicos cuentan con una red de sobornados de todo tipo y jerarquías, cagatintas tarifados y protectores a sueldo que dejan a la acción del Gobierno en posición de minusvalía. Es una guerra asimétrica, tanto en lo mediático como en lo económico.
En Venezuela son muchos los Al Capone económicos, y para combatir a los gángsters especuladores, el presidente Nicolás Maduro ha nombrado a un militante incorruptible: Eduardo Samán, a quien se le compara con Eliot Ness, funcionario del Tesoro que combatió en los años 30 el contrabando y la producción de bebidas alcohólicas –Ley seca– en Estados Unidos.
La película “Los intocables” trata sobre: “Chicago, años 30. Época de la Ley Seca. El idealista agente federal Eliot Ness (Kevin Costner) persigue implacablemente al gángster Al Capone (Robert De Niro), amo absoluto del crimen organizado en la ciudad. La falta de pruebas le impide acusarlo de asesinato, extorsión y comercio ilegal de alcohol, pero Ness, con la ayuda de un par de intachables policías (Andy Garcia y Charles Martin Smith) reclutados con la ayuda de un astuto agente (Sean Connery), intentará encontrar algún medio para inculparlo…”
En los “Los intocables”, hay varias escenas impactantes y que tienen la virtud de no perder vigencias, algunas de ellas, se adaptan a realidades de nuestros países.
Una de esas escenas es aquella en que Eliot Ness (Kevin Costner) le confiesa al agente (Sean Connery) que sus deseos es golpear duramente a las bandas, al contrabando de alcohol –ambos están en las oficinas de la policía- y el policía (Sean Connery) le dice –versión mía- “ah eso es lo que tu quieres vente conmigo y Eliot Ness y su equipo, guiados por el policía, cruzan la calle –justo al frente de la jefatura- se encontraba un antro de juego, destilería y venta de alcohol, salón de baile y mujeres.
Eliot Ness incrédulo y sorprendido no podía creer que frente sus narices se cometieran tantos delitos Y el policía (Sean Connery) le dice algo mas o menos (versión mía) así: “aquí todo el mundo sabe donde, como, cuando y quienes comete los delitos, lo que falta es quién tenga el coraje y la voluntad para enfrentarlos, enfrentar a Al Capone”
Los gángsters económicos están seguros de que el presidente del Indepabis pronto será removido de su cargo y dicen: “La película Los intocables es solo eso, una película”.
Nota: artículo publicado en el diario Correo del Orinoco No 1404 del viernes 09 de agosto de 2013 con el título: Samán y Eliot Ness y modificado en su extensión para: manuelote.blogspot.com, aporrea.org, etc.