La inmoralidad, la ética y pérdida de valores o principios

Como padre de familia y educador, status que he desarrollado casi simultáneamente durante 34 años de mi existencia de los 66 que he vivido en esta difícil y contradictoria sociedad venezolana, siempre he practicado como principio moral de vida  hasta donde me ha sido posible, así como también lo han hecho otros honorables padres y madres de familia;el respeto, la honestidad, la sencillez, la humildad, la modestia, la austeridad, la cortesía; la bondad, la solidaridad, la empatía, la lealtad relativa, la cooperatividad, la lucha por la defensa del débil social y todos esos nobles principios que me inculcó mi honorable madre en el hogar en tiempos de mi niñez y juventud, además de los adquiridos en los diversos centros educativos donde recibí formación básica y académica.

Evidentemente que como seres humanos que somos, nunca estamos ni estaremos exentos de cometer errores simples o graves, que muy posiblemente perjudiquen a nuestros semejantes; pero debemos tener la valentía para reconocer que nos equivocamos en nuestras actuaciones cuando emitimos opiniones a la ligera o realizamos acciones desmedidas que generan agresiones psicológicas o físicas en contra de un ser humano sin medir las consecuencias que pudiera generar nuestra anormal conducta social.

En tiempos de mi niñez y juventud, residí en un país con una cultura comunicacional tecnológica y científicamente muy arcaica, una sociedad con un desarrollo socio económico casi que agrícola con un muy marcado déficit de desarrollo económico e industrial, con muy poca expansión demográfica y desarrollo urbano citadino; una Venezuela con una actividad económica que dependía en altísimo porcentaje de la actividad laboral rural; por todas estas razones el comportamiento social de los seres humanos tanto en la ciudad como en el área rural, conservaba una actitud de respeto y práctica de los más nobles principios morales y éticos, fundamentalmente en los sectores sociales pertenecientes económicamente a las clases (B – C – D y E), ya que un alto porcentaje de la clase social económicamente pudiente o burguesa, siempre se ha desempeñado manteniendo conductas reñidas con la moral y la buenas costumbres; fundamentalmente la clase social que ha participado y participa en la actividad político partidista de pensamiento derechista y buena parte de los seudos izquierdistas; este flagelo conductual social, ha sido un denominador común en la histórica cotidianidad del que hacer socio cultural en el continente americano y el resto de los continentes del mundo.

Nuestra querida patria venezolana, desde hace casi 15 (1.998 – 2013) años hacia acá  producto del novedoso proyecto de país propuesto y desarrollado por nuestro “Gigante Cmdt. Supremo y eterno Hugo Rafael Chávez Frías(+), ha venido practicando un violento cambio de paradigmas en todos los aspectos del que acontecer político, social,jurídico, económico-productivo,comunicacional, técnico, tecnológico, científico y cultural; en términos generalesha experimentado un abrupto y exponencial salto educacional en todos los niveles y modalidades de dicho proceso; pero pareciera que nos ha agarrado “EL CATARRO SIN PANUELO”; porque el proceso soberano constituyentista, no previó la magnitud del desajuste conductual de la post moderna sociedad venezolana, al proyectar, debatir y aprobar por medio de un referendo, el marco constitucional o Carta Magna y su respectivosistema de leyes para normar con contundencia la desviación moral, corruptiva y anti ética, del funcionario(a) público y del resto de la sociedad, el cual ha sido estimulada e inducida por una muy bien planificada “Guerra comunicacional mediática asimétrica” también denominada por los expertos en la materia bélica “Guerra de IV generación”.

La sociedad política partidista conformada por la clase social burguesa o poderosamente económica, que ha venido haciendo lo posible y lo imposible por retomar el poder político gubernamental, conoce a plenitud la debilidad jurídica de la cual adolece el actual Estado socialista revolucionario, el cual se requiere para atacar con contundencia todo acto inmoral y de corrupción ejercido por afectos y opositores a los cambios de paradigma desarrollados en nuestro proceso revolucionario.

Por ello hoy por hoy se observa con gran preocupación, como galopa el flagelo de la inmoralidad en la conducta ciudadana de nuestra sociedad venezolana; es tan alarmante este fenómeno social, político y  cultural, que el Primer Mandatario nacional Presidente Constitucional Sr. Nicolás Maduro Moros se ha visto en la imperiosa necesidad de proponer al país,  al Poder Legislativo Nacional y al resto de los Poderes del Estado, una urgente y contundente reforma constitucional y del estamento jurídico, para poder combatir con eficacia al tan nefasto flagelo de la corrupción administrativa y social; hoy día nuestra patria está atravesando por una gravísima crisis de valores éticos y morales, por tanto quienes deseamos defender el futuro moral y ético de nuestra sociedad venezolana, debemos incorporarnos incondicionalmente a apoyar sin mezquindad al camarada Presidente Obrerista Sr. Nicolás Maduro para que logre lo antes posible la consolidación de su propuesta de reforma constitucional y jurídica para erradicar la corrupción, de lo contrario le estaremos  abriendo las puertas al detractor imperio capitalista asesino e inmoral, permitiéndoles  que destruyan el prominente futuro de nuestra patria venezolana.



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Freddy Marcial Ramos


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