En los artículos anteriores hemos establecido muy claramente que el carácter de las elecciones en Venezuela aún es de talante burgués, sin embargo después de la llegada del comandante Chávez nuestro país ha dado un importante giro en la manera de hacer política lo que nos distancia de muchos países del resto de mundo. Se demuestra por ejemplo en la alta participación política con la que ahora se asume el pueblo venezolano para ir a sufragar, sin represiones el pueblo ha conquistado la lucha por sus derechos políticos más elementales, censurados y bañados en sangre por los gobiernos adecos – copeyanos desde el pacto de punto fijo. En nuestro país lo que si hay es un gran libertinaje de los medios de comunicación para seguir manipulando y alienando a la sociedad en cuanto les venga en gana, aunque paralelo a ello el pueblo ha creado con la ayuda del estado los medios alternativos y comunitarios que fortalecen la batalla ideológica, existen muchas limitaciones todavía.
Nuestras limitaciones coexisten en gran medida por los vestigios heredados de la vieja o mala política, pero fundamentalmente porque no estamos viendo al verdadero monstruo que nos enfrentamos, el que está detrás de la oposición sin cerebro de Venezuela, ese monstruo de mil cabezas que es el imperialismo. Si nuestra visión está empañada sea por la razón que sea y no logra visualizar que la batalla que debemos librar es esencialmente ideológica, muy difícilmente perseveraremos, el imperialismo, con sus medios está logrando en primer lugar insensibilizar a la especie humana, es decir, y esto es bastante preocupante, el objetivo es que tú no sientas condena, dolor o rabia con lo que ocurre por ejemplo a los niños, niñas, mujeres y hombres que día a día mueren en Palestina, Libia, Irak, África, los pobres, los sin techo, los hambrientos, los desocupados, todos son invisibilizados, te muestran sólo una parte de la verdadera historia que no es para concienciarte sino para que sientas lastima, especialmente para darte miedo, “esto es lo que te puede pasar si no haces lo que yo digo nos dicen todos los días”, el miedo es el peor enemigo camaradas.
Alguien dijo que la revolución llegó a la cultura, pero, ¿la cultura llegó a la revolución?. Si hay algo que el imperialismo ha sofisticado y ha logrado perfeccionar en países como el nuestro, es el consumismo, una forma de perpetuarse en nuestro pueblo y en la cual nosotros hacemos muy poco para enfrentarlo. Ahora una gran parte del pueblo se ha convertido en lo que llaman clase media, y el problema no tiene que ver con que la gente se supere, “progrese” y mejore su calidad de vida, el detalle decía Cantinflas es el cómo y para qué, es decir, en Venezuela en una década se cambiaron los papeles, antes no escaseaban algunos productos pero no había quien los compraba no porque no quisiera sino porque no tenía cómo, ahora hay cómo y de sobra y escasean algunos productos que volviendo al tema del consumismo no son ni siquiera de primera necesidad, tal vez con excepción de la leche pero no detallaremos en esta oportunidad sobre lo necesario y lo justamente necesario, lo cual es un buen debate.
Pero entonces estamos entramados en una supuesta guerra económica que no es más que una especulación exacerbada que comenzó con los grandes “empresarios” que no producen nada en este país y tienen dólares preferenciales para traer cuanta pendejada se les ocurra y revendérnosla como los propios buhoneros a precios exorbitantes, ahora, lo que comenzó con esta gente “productiva” como la llama nuestro propio gobierno ha pasado a nuestras filas hace rato, es decir, el pueblo de a pie, el bodeguero, el buhonero, el panadero, carpintero, mecánico, artesano, entre tantos otros están siguiendo el mismo patrón como todo niño que se aprende las malas mañas antes que las buenas, si es que hay buenas mañas por supuesto. Y el problema es que no le ponemos coto a la situación sino que nos hemos convertido en vulgares cómplices, ya no sólo de lo que compramos cómo asiduos y empedernidos consumistas sino de la propia reproducción del sistema.
Entonces cuanta falta nos hace la cultura política, vital para entender el momento histórico, esa misma que nos hablaba y pregonaba con el ejemplo el propio comandante Chávez. Una cosa si es segura nosotros entretenidos en el escenario electoral que no deja de ser importante y el imperialismo trabajando el escenario pos- electoral. Porque al fin de cuentas las elecciones son sólo parte de la táctica porque la estrategia es una sola la construcción de un estado popular democrático y revolucionario que ponga las bases del socialismo, por ello los comunistas seguiremos proponiendo una campaña electoral verdaderamente ideológica que trascienda del populismo y el mero hecho proselitista a una ofensiva política por la profundización de la revolución.
Es por ello necesario que los cuadros que asuman esta nueva tarea que demanda la revolución sean capaces de asumir este compromiso y es por eso que los cuadros deben renovarse permanentemente, más cuando somos una revolución muy joven aún, y con esto termino en esta oportunidad pues como dice mi papá en referencia a un decir del querido camarada Fabio Hoyos “Leonardo ya dijiste más de cuatro bestialidades”.