El guabineo en las declaraciones que están dando los funcionarios del gobierno, ante las preguntas acerca de los hechos relacionados con los ataques de la oposición contra el pueblo venezolano, mediante la perpetración de desabastecimiento, acaparamiento y especulación de rubros, precios y otros elementos. Estas evasivas declaraciones, podrían, inducir al pueblo venezolano, a creer –equivocada y peligrosamente- que estas agresiones contra la seguridad alimentaria del pueblo, son producto de un error o fracaso de las políticas aplicadas por el gobierno, o que nuestros funcionarios tienen poca confianza en la revolución bolivariana, y en sus capacidades para resolver, la supuesta crisis de gobierno, que propala la derecha en sus medios de comunicación..
Explicaremos un poco esta visión: en el caso del ataque descomunal y maligno de la contrarrevolución contra la alimentación del pueblo, tenemos que, en el primer trimestre del año se realizaron conversaciones con los productores, distribuidores, expendedores finales, para solventar esta situación. Si todos conocemos, que esas acciones contra el pueblo eran dirigidas por la oposición, no podemos explicarnos, cómo las declaraciones oficiales, a cada salida de estas reuniones, indicaban que los perpetradores de estos ataques estaban arrepentidos y se comprometían a cumplir con sus obligaciones con honradez, humanidad y solidaridad con el pueblo. El hecho es que, no solo, no han corregido su comportamiento, sino que han continuado con la practica dañina e impune contra el pueblo con desfachatez y desprecio. Por otro lado, nuestros funcionarios a cada salida de reuniones, declaraban, timoratamente, que estas habían sido cordiales, con mucho compromiso de parte de los depredadores, y de paso se le hacían concesiones, como por ejemplo aumentarle los precios a sus productos, entre otras prebendas. Ejemplo de ello, es el caso de la harina de maíz y el grupo Polar, -ciertamente, este rubro sigue siendo la punta de lanza en el ataque constante de la contrarrevolución-, el hecho es que el primer accionista del grupo polar, sigue burlándose del gobierno y el pueblo venezolano de manera impune, tomando en cuenta, que ese grupo nunca deja de producir, distribuir y expender cerveza, que también utiliza el maíz como materia prima, además que mantiene bien servido un inmenso mercado internacional de la harina en cuestión, mientras que, en el país escasea.
Otro ejemplo de la burla de la ultra derecha, es lo que ha sucedido con la exposición de las películas de la Villa del Cine por las distribuidoras tradicionales y monopólicas, las cuales han estado saboteando la exposición al publico de la película BOLÍVAR EL HOMBRE DE LAS DIFICULTADES. Nuestra sorpresa fue colmada cuando oímos al presidente de la Villa en un ejercicio de guabineo descarado, ante una pregunta acerca de la reunión realizada con una cadena saboteadora. Sin abundar en detalles de la respuesta de este funcionario, pudimos observar el malabarismo linguístico derrochado por el funcionario, para minimizar el efecto negativo del saboteador sobre la exposición de nuestras películas y el evidente favor hacia las películas foráneas, -todos sabemos, que eso, siempre es así- ¿por qué entonces esas respuestas evasivas? El Gobierno Revolucionario debería, olvidarse de pedir explicaciones a las empresas saboteadoras, y aplicarle simplemente la ley respectiva y castigar su falta. En todo caso, el estado debería comprar o fundar una empresa exhibidora de películas en el mismo estilo de Mercal o Pdval.
La mayoría del pueblo venezolano tiene fe, y cree en el gobierno revolucionario, en consecuencia, sus dirigentes y funcionarios de gobierno, deben estar a la altura de esta confianza y, no tener miedo a los chantajes o amenazas que -se infiere- están detrás de estas posiciones blandengues ante los ataque de la canalla opositora.
El Presidente Maduro ha estado expresando con mucha fuerza, su disposición resuelta para atacar y castigar a la corrupción y sus perpetradores, hasta eliminar ese mal que daña a la misma revolución. Pero tenemos que estar conscientes, que el pueblo venezolano tiene una ineludible responsabilidad en esta lucha, y esta responsabilidad pasa por evitar hacerse cómplice de la canalla opositora, en otras palabras, no debe el pueblo salir como borrego a hacer colas para realizar compras nerviosas, cada vez que la derecha decida sacar a la venta artículos que previamente había escamoteado o escondido para provocar, intranquilidad en los ciudadanos.
¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOBERANA Y SOCIALISTA!
¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ VIVE!
¡LA PATRIA SIGUE!