La burguesía venezolana, toda ella sin excepción alguna, apátrida, lacaya y pitiyanqui, ya recibió a través del departamento de estado gringo, las instrucciones de sus amos imperiales, para acelerar y profundizar en este mismo mes de Septiembre, las acciones de sabotaje productivo, económico y financiero, que apuntaran a crear las condiciones desestabilizadoras, que tendrán como objetivo estratégico a efectuar este año, el derrocamiento del camarada presidente Nicolás Maduro; y con ello poner fin al hermoso proyecto Bolivariano, de construcción de la sociedad socialista en la patria de Bolívar y de Chávez.
Esta burguesía criolla, intrínsecamente parásita, incapaz, ineficiente, estafadora, contrabandista, pedigüeña, especuladora, extremadamente inculta, ecocida, heredera de esa oligarquía cobarde y traicionera, que conspiro e intento asesinar a nuestro libertador, celestina y lisonjera de Páez, de Guzmán Blanco, de Gómez, de Pérez Jiménez y de los presidentes adecos y copeyanos, que ha vivido durante casi cien años, de la cuantiosa renta que genera la venta de nuestro petróleo, sabe muy bien que tiene en su haber, su mejor oportunidad política de los últimos seis años, dada la importante recuperación de su poder económico y electoral por una parte, y por la otra, de la falta de profundización de la revolución Bolivariana.
Esta burguesía sumisa ante el Imperialismo Yanqui y los viejos imperios europeos, esta consciente que ha igualado la correlación de fuerzas políticas con el gobierno Bolivariano, ya que en el año 2006, fue derrotada electoralmente de manera contundente con menos del 40 por ciento, y en seis años debido a la falta de medidas económicas revolucionarias, según mi modesto punto de vista, logro en las elecciones de Octubre 2012 frente al comandante Hugo Chávez, alcanzar un resultado de cerca del 45 por ciento, y ahora en las recientes elecciones de Abril de 2013, en las que elegimos al camarada Nicolás Maduro, obtuvo una votación de casi el 50 por ciento de los sufragios.
A esta burguesía criminal, cobarde, llorona, que se orino cuando vio al pueblo en armas, y que pide clemencia cuando le fracasan el golpe de estado y el sabotaje petrolero, que hoy se siente envalentonada para operativizar el plan "Colapso Total", por contar con el apoyo mediático, militar y diplomático del Imperio Gringo, hay que enfrentarla sin contemplación, con toda la colosal fuerza del pueblo revolucionario consciente y armado, para derrotarla en su conspiración económica, financiera y mediática, contra la inmensa mayoría del pueblo venezolano, expropiándole los medios de producción y de acumulación de capital, sin indemnización alguna.
A esta burguesía financiera hay que expropiarle sus bancos, que hacen inmensas fortunas mediante la usura y sin riesgo alguno para ellos, utilizando los cuantiosos depósitos que reciben del sector publico, y de los millones de ahorristas que son estafados, con las altas tasas de interés que deben de cancelar, por los prestamos que son concedidos, porque están altamente garantizados por el deudor.
A esta burguesía industrial, hay que expropiarle las fabricas que pudieron instalar en el país, gracias al apoyo financiero brindado por los corruptos gobiernos adeco-copeyanos, que les concedieron créditos millonarios obtenidos del presupuesto nacional y que generalmente les fueron condonados por los mandatarios de turno, como agradecimiento por sus contribuciones con fines electorales; además de eso y es el elemento económico mas importante, porque continúan apropiándose de la plusvalía, que producen los millones de trabajadores venezolanos, a quienes les explotan su fuerza de trabajo.
A esta burguesía comercial, hay que expropiarle sus empresas de distribución, ya que hacen grandes riquezas al traer del exterior, mercancías compradas con dólares preferenciales, que luego son vendidas al público a precios especulativos. Su gran mérito es comprar barato y vender caro.
