En anteriores artículos, explicábamos la generación de lo que hemos denominado "focos policéntricos de desestabilización y conflictividad social", y de las nuevas estrategias imperiales para desestabilizar la Revolución Bolivariana. Pero, en esta oportunidad, vamos a disertar sobre una de las herencias que nos ha dejado el Estado Burgués que aún impera, y es el problema de la burocracia, y del burocratismo.

A mediados del siglo XVIII, el economista francés Jean Claude Marie Vincent de Gournay escribió, en relación a las políticas practicadas por la monarquía absoluta lo siguiente: " Tenemos una enfermedad en Francia que seriamente intenta obstaculizar nuestros esfuerzos; esta enfermedad es llamada burocratie".

El término "burocratie" viene de la composición de dos palabras: "Buro" que significa escritorio y "cratie" que es poder, por lo tanto, el término burocracia lo pudiéramos definir como el poder que viene detrás de un escritorio.

Gournay se planteó el problema de la burocracia, de la eficiencia, de la eficacia, desde su óptica del Estado Monárquico imperante en aquél entoncesy que se empezó a volver decadente y que generó la Revolución Francesa, 24 años después, pero se lo planteó, y en una carta fechada el 15 de julio de 1765, el enciclopedista alemán, el barón Von Grimm, refiriéndose a este intelectual francés, señaló lo siguiente: " El verdadero espíritu de las leyes en Francia es el de aquella burocracia de la cual el fallecido Sr Vincent de Gournay se quejaba tanto; aquí las oficinas, los funcionarios, los secretarios, inspectores e intendentes, no son nombrados, en sus puestos para beneficiar el interés público,en realidad parecería que el interés público ha sido instaurado para que las oficinas puedan existir".

Aquí, de manera implícita, se plantea el problema de la deformación de la burocracia, cuando ésta se vuelve ineficiente e ineficaz y no resuelve los problemas de la gente. Esto es lo que se denomina el burocratismo.

Por definición, la burocracia es la organización o estructura organizativa caracterizada por procedimientos explícitos y regularizados, división de responsabilidades y especialización del trabajo, jerarquía y relaciones impersonales.

Es correcto y válido que exista una organización con normas bien definidas y dirigidas por "funcionarios" bien entrenados y eficientes. Un tipo de organización que le garantice al público usuario que sus trámites serán canalizados en el tiempo correcto, a un "costo mínimo" y tal y como esta establecido en las normas y obteniendo exactamente lo que se ha solicitado.

Cuando estos procesos se automatizan, gracias a una tecnología de punta, se elimina el factor humano que puede introducir ciertos criterios para interpretar las normas.

La degeneración de todo esto, es lo que desafortunadamente, aún en la Venezuela Bolivariana nos toca padecer. En la República Bolivariana de Venezuela, aún no nos hemos podido liberar del concepto y del calificativo de que burocracia es sinónimo de papeleo, corrupción, demora en los trámites y un larguísimo etcétera.

El burocratismo debemos asociarlo a la ineficiencia, pereza y derroche de medios. Generalmente se percibe, en la imaginación popular, que los entes existen únicamente para sí mismos y que sólo logra resultados si acaba ampliando las dimensiones de la "burocracia". Así, comúnmente, es usado este término, de manera peyorativa, lamentablemente.

El sociólogo Max Weber define a la burocracia como una forma de organización que realza la precisión, la velocidad, la claridad, la regulación, la exactitud y le eficiencia conseguida a través de la división prefijada de las tareas, de la supervisión jerárquica y de detalladas reglas y regulaciones.

Es por ello que, la burocracia, requiere de varios elementos para poder subsistir, y son los siguientes:

1.- La Organización: Las organizaciones gubernamentales son, por lo general, de tipo lineal. Constituyen la estructura más simple y antigua, está basada en la organización de los antiguos ejércitos y en la organización eclesiástica medieval. Se sustenta en el principio de escalar, porque existe una jerarquía de la autoridad en la cual los superiores deben ser obedecidos por sus respectivos subalternos. Esto, por lo menos es en las estructuras del Estado Burgués.

Son sumamente rígidas y muy poco flexibles, perdiendo con el tiempo su adecuación con el medio cambiante y la población a la cual supuestamente sirven. Dificultan la innovación y la adaptación a nuevas situaciones o condiciones externas.

Se caracterizan por la centralización de las decisiones, la autoridad que la dirige está en la cima del organigrama y los canales de responsabilidad convergen hacia allí a través de los diferentes niveles jerárquicos, en consecuencia tienen una configuración piramidal. La unidad de mando hace al jefe "un sabelotodo" que no puede especializarse en nada porque se ocupa de todos los asuntos posibles dentro de su organización.

2.- Las leyes, reglamentos, normas y ordenanzas: El marco legal o normativo, es necesario para regular las actividades y conductas de los ciudadanos y ciudadanas. Andrés Bello, que entre otras cosas fué abogado, y redactor del primer Código Civil que tuvo Chile, definió la ley en dicho instrumento jurídico en el país austral, de la siguiente manera: "La declaración de la voluntad soberana, que manifestada en la forma prescrita por la Constitución, manda, prohibe o permite".

Al igual que la organización, el marco jurídico debe ser adaptado al devenir de los cambios porque si no, pueden perder vigencia e ir en sentido contrario al espíritu del legislador que las escribió.

Por ejemplo, en la constitución de lo que el Comandante Eterno denominó "Empresas de Propiedad Social" o Comunal, muchos entes del Estado las formulan bajo las figuras de Sociedades o Compañías Anónimas, bajo el Derecho Mercantil, con el germen capitalista, esto se hace así porque esta en nuestras leyes vigentes, específicamente de un Código de Comercio que data de 1955, y que hasta la fecha no ha sido modificado.

3.- Los recursos financieros: Generalmente éstos provienen de nuestros impuestos, en donde se establece un presupuesto anual y nunca son suficientes. El 80% de los mismos son destinados a pagar el personal.

4.- El funcionario o burócrata: Pudiéramos decir que son nuestros personajes favoritos. Los hemos visto muy amables con el publico, diligentes, bien entrenados y puntuales en el cumplimiento de sus horarios y obligaciones, pero debemos considerar a esta última especie en peligro de extinción.

A muchos de estos "funcionarios públicos", presumimos que no les corre sangre en las venas, sino sodio líquido. Son imperturbables ante una queja, solicitud o súplica de comprensión por parte de un usuario o usuaria de sus servicios.

Algunas de sus palabras favoritas son estas: " Estamos por cerrar", "el doctor está reunido", "venga mañana y tome el número", "debe esperar","eso va a tomar tiempo".

Para ellos, pareciera que la semana tiene un solo día porque todo es "para el próximo lunes". Normalmente se crean sus propias normativas, solicitan documentos que no están previstos en las normas porque quiere estar seguro de algo que nadie sabe. No tiene noción ni sensibilidad de la urgencia o de las emergencias. Todo debe esperar.

Es enemigo de la tecnología, de todo avance, actualización y novedad, porque considera que éstos pueden poner en peligro su cargo.

Amante del papel y el sello como el que más, porque quiere guardar copia de cuanto documento pasa por sus manos, cuando alguien le habla de los árboles que debemos cortar para producir ese papeleo innecesario, te dice: "unas copias más no van a hacer mucha diferencia". Para él, "el presupuesto es para gastarlo".

Las largas colas le dan sentido a su trabajo. Burócrata que se respete debe tener mucha gente esperándolo. También hay que reconocerle su esmero y precisión en el cumplimiento del horario de salida. La única persona con la cual actúa totalmente al contrario es con su jefe.

Estos son los elementos de la burocracia, y su consecuente degeneración que es el burocratismo.

Para culminar, en junio de 1976, el editorialista Alberto Lleras escribió en la revista mexicana "Visión" un artículo denominado "La Plaga" en relación a la película de Cantinflas "El Ministro y yo", en donde califica a la burocracia (burocratismo) como la amenaza más grande que confronta la humanidad.

Señala Lleras: "Para el año dos mil, el mundo estará dominado de tal manera por el mundo de la burocracia que ya no podrá librarse de ella. Implica, que para esa fecha un número muy grande de los habitantes de la tierra tendrá que trabajar para el grupo selecto de burócratas. Tendrán toda clase de prestaciones sociales, garantías, ventajas y prelaciones en los gastos públicos para ellos y sus familias, pero ningún estímulo para trabajar más que los demás por los intereses que les están encomendados, porque desde que entren a formar parte de la burocracia internacional, regional, nacional o municipal, tendrán derecho a jubilación prematura y a pensiones para ellos, sus viudas y sus hijos por cuenta de los contribuyentes. Nosotros nos atrevemos a dudar si todavía habrán contribuyentes para ese entonces, o si estos ya habrán tirado la toalla, agotados por la penosa carga". 

La burocracia, bien entendida y aplicada, puede contribuir a atender los problemas de nuestro pueblo, dentro de un orden, una metodología y reglas de juego claras. Cuando degenera en burocratismo como lo hemos explicado unas líneas más arriba, puede ser una verdadera amenaza, como lo señaló Lleras.

¡Guerra a Muerte contra el burocratismo y la corrupción!

¡Bolívar y Chávez Viven, y la Patria que nos legaron sigue!

¡Hasta la Victoria Siempre!

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!