Leía en Aporrea a un compa que denunciaba la infiltración programada de agentes de la oposición en las colas en los mercados, individuos con voces capaces de impostarse en las conversaciones de las colas para culpar al gobierno que repetirían “ya estamos como en Cuba” por ejemplo.
Haciendo una cola días después en Bicentenario de San Bernardino entendí mejor que estos son espacios terminales en el cambio sicológico de la guerra de quinta generación, con o sin los supuestos agentes de oposición. Las colas en todas las cajas eran más largas que las estanterías, todas estaban abarrotadas, la gente ya de por sí denotaba mal humor, rabia, descontento. Se preguntaban unos a otros si se despachaba azúcar o cuantos aceites podían comprarse. Un estado sicótico inducido, la sensación de ser víctima de un gran fracaso era fácil de hacerse masiva.
En mi cola, la de la tercera edad, tan larga como las demás, comencé a hablar en voz alta.
Mi primera pregunta en alta voz fue ¿De qué se queja Lorenzo Mendoza de la Polar si aquí casi todos los productos que se venden son de sus empresas? ¿De qué se queja si vende arroz saborizado para venderlo más caro? ¿No entienden que esta escases es inducida por ellos mismos para que cuando estemos haciendo esta cola culpemos al gobierno de Nicolás Maduro? ¿Será que somos tan pendejos? ¡No compremos productos saborizados! ¡La misma cantidad de maíz le hacía falta para la Harina Pan normal y aquí le estamos comprando y vendiendo Harina Pan Integral a un precio mayor!
Algunas personas entendieron mi posición y se desató una buena discusión en mi cola.
¡Que se hace también difícil defendernos si al rato de darle la vuelta al Bicentenario lo que sentimos es que no es más que una sucursal de Polar!
Mañana lunes llamaré al 800DENUNCIA, veamos qué pasa.
De cualquier manera, deberíamos no solo denunciar los manejos extraños y cómplices de las compras que se hacen para los PDVALES y los BICENTENARIOS donde lo único que encontré producto de alguna empresa socialista fue aceite Diana. La lucha contra el Golpe Financiero hay que asumirla desde distintos ángulos y hay que ser fuertes y estrictos con los extraños productos saborizados que nosotros mismos estamos vendiendo producidos por Polar, el arroz que vendían ayer en Bicentenario era saborizado con ajo, por supuesto más caro.
Una señora que participaba de la conversa dijo una pregunta: ¿Yo no sé de qué se quejan los burgueses, porque yo nunca, los he visto ganar más plata que desde que ganó Chávez?
El petróleo no se vende en Bicentenario amiga, eso es lo que pasa, nos están tratando de hacer sentir arrechera, con estas colas y con la escases, contra Nicolás, como si él fuera el culpable. Claro que es el culpable porque la culpa siempre es del gobierno dicen los caprileros en las colas día tras día, nos están manipulando y engañando para que seamos sus cómplices en el Gran Robo de la Patria, para dar un golpe a nuestra revolución rindiéndonos por hambre, por rabia inducida, por escases y por falta de principios, no seamos tan pendejos, expropiemos de una vez EMPRESAS POLAR por lo menos, y revisemos las gerencias de compra del ministerio de Alimentación o a su mismo Ministro que no parece saber trabajar sino para los Mendoza.
Capriles está llevando adelante lo que aprendió en Chile con sus asesores Pinochetistas.
Poner a militantes a hacer las colas y hablar en voz bien fuerte para denunciar el golpe económico, para generar conciencia ante la intención general de acaparar y para denunciar y no comprar alimentos saborizados, es una de las primeras tareas si queremos parar el ataque sicológico que avanza generando arrechera contra Nicolás y nuestra Revolución, así nos pese y nos duela verlo en nuestras narices, eso está pasando.
¡Chávez vive, la Lucha sigue!!!!!
¡Libertad y Asilo para Julián Conrado!