Quienes conocimos a Carmelo Laborit, quienes estuvimos a su lado durante parte de su vida y de la nuestra, llevamos grabada su impronta en nuestra conciencia. Fue y sigue siendo uno de los cientos de revolucionarios invisibles, que han dedicado su vida a construir el hombre nuevo y la revolución socialista. Para mí fue uno de mis grandes maestros, un Simón Rodríguez marxista que repartió a diestra siniestra su amor, su amistad, su generosidad y su experiencia.
Yo aun no sé si fui un gran alumno suyo, pero este proverbio de unos guerrilleros de la libertad y hoy confinados en una de las tantas “reservas” que aún se mantienen en las tierras de las cuales eran parte, expresa una de las tantas enseñanzas que Carmelo me dejo y que me ha permitido despojarme de los vicios que nos ha dejado la cultura y los valores del capitalismo: Pequeñas ambiciones, “aspiraciones individuales”, pretensiones “figuracionistas” y de protagonismo etc. que tanto han dividido y aun dividen a los revolucionarios en todas sus luchas y por lo cual hemos perdido tantas batallas.
NO VAYAS DETRÁS DE MI, TAL VEZ YO NO SEPA, (NI QUIERA) LIDERAR.
NO VAYAS DELANTE, TAL VEZ YO NO QUIERA SEGUIRTE.
VE A MI LADO PARA PODER CAMINAR JUNTOS
PROVERBIO UTE.
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Carmelo murió en su ley un 30 se septiembre del 2004 en su pueblo natal Rio Caribe, en la casa donde murió su abuela Ricarda y su madre Ignacia Laborit y donde el decidió morir acompañado solo de sus recuerdos. Esa fue su decisión y su última voluntad la cual fue respetada por quienes estuvimos a su lado. Eso también me lo enseñó Carmelo: El respeto a la libertad y a las decisiones personales de los demás, para poder exigir la mía. A 9 años de su muerte se reúnen en Puerto La Cruz, ciudad donde libro muchas de sus batallas, un grupo de amigos, familiares y compañeros de Carmelo para recordarlo y rendir un homenaje a esa vida que aun nos acompaña en cada uno de nuestros pasos.
“Querido” como le nombraba su hija Jóse, se desprendio de nosotros en medio de una gran discusión sobre la necesidad de operarse y su rotunda negación para someterse a una necesaria prostatectomía preventiva.
No estaré presente, físicamente, en ese homenaje ni al lado de Jósefina y de Ricardo. para recordar juntos a su padre y a su abuelo respectivamente. A esa hija, esos amigos, a esos condiscípulos un gran abrazo revolucionario y socialista. A ese nieto, “cara e Carmelo” y futuro jugador en las grandes ligas del beisbol mi mano solidaria y llena de amor y amistad , la misma que unida a la de su abuelo anduvo tantos caminos…
Yo soy como el espinito
que en la sabana florea
le doy aroma al que pasa
y espino al que me menea