Ese 7 de octubre de 2012,particularmente no lo olvidaré nunca. Me tocó votar en Ciudad Guayana, Estado Bolívar, pero ese mismo día, me correspondía estar en la capital, en Caracas. Por ende, me tocaba ejercer mi derecho a votar, y vía aérea, trasladarme a la cuna del Waraira Repano, para seguir monitoreando los acontecimientos y estar preparado para cualquier cosa. Pues así fué, ejercí mi derecho, por supuesto, vote por Chávez, y pese a los contratiempos y algunas dificultades, que no viene al caso señalar aquí, llegué a Caracas a eso de las 7 de la noche, y pese a la demora del bus que me conducía del aeropuerto internacional de maiquetía a Caracas, logré llegar, casi hora y media después.
Veía, tal y como supongo ocurrió hace casi ya veinticuatro años, un 27 de febrero de 1989, cuando un pueblo arrecho bajó de los cerros de Caracas, a reclamar sus derechos, y produjo el primer sacudón contra el orden neoliberal establecido, contra el "Nuevo Orden Mundial, que realmente lo que propugna es el Dominio de todo el Espectro Global. Pero, en esta oportunidad, el pueblo bajó no para saquear, no para destruir.No, el pueblo bajaba para festejar una victoria con ribetes casi épicos, y que no se iba a dejar arrebatar, ni que tiñeran las calles de esta Caracas Bolivariana y del resto de Venezuela de sangre.
Gramoven, Nueva Tacagua, Catia, El Valle, La Avenida Lecuna, la Avenida Urdaneta, fueron algunos espacios que vi la inmensa movilización popular. Recuerdo que, al llegar finalmente hacia mi destino, mis compañeros y compañeras me recibieron como un héroe, pensando que no llegaría. Pero, lo hice. Sin duda había una tensa calma, pero ya teníamos los números del triunfo, y sólo esperábamos que el CNE confirmará lo que ya muchos sabíamos.
A los pocos minutos me trasladé a Miraflores, y ya desde muy temprano, había un océano de gente, infinito e inconmesurable, esperando al igual que muchos, el boletín del Consejo Nacional Electoral. A los pocos minutos de llegar, entró una cadena nacional. Era la rectora Tibisay Lucena, anunciando lo que ya sabíamos: El 7 de octubre ganó Chávez. El grito y el jolgorio que estalló a los pocos segundos, hizo temblar y retumbar la tierra.
Recuerdo que valiéndome de algunos conocidos e influencias. Logré entrar a Miraflores, y conducido cerca de la presencia del Comandante Inmortal. Jamás olvidaré el abrazo que le dí, a todo el equipo, y la fuerte palmada que me dió, y las felicitaciones que ambos nos prodigamos. Pero a la vez estábamos algo nerviosos y con interrogantes, al respecto de si la derecha reconocería los resultados electorales o no.
Pero nuestra interrogante fue respondida casi de inmediato. A los pocos minutos, un derrotado y apabullado Capriles, salió ante las cámaras de televisión, y no le quedó de otra que reconocer el incuestionable e incontrovertible triunfo de Hugo Chávez. Cuando eso sucedió, nos quedamos todos y todas relativamente más tranquilos, y fue cuando posteriormente, nuestro Chávez, finalmente salió al balcón del pueblo, a dirigirse a todos nosotros y darnos su mensaje.
Hoy, cuando recuerdo aquella gesta memorable, y como ocurrió hace un poco menos de 48 horas, en las que nuevamente las lágrimas se asoman por mis ojos, no quería que esto pasará debajo de la mesa, y luego de este recuento, quiero expresar lo siguiente.
Querido Comandante Eterno, tal y como Neruda le cantó a Bolívar, hoy Venezuela lleva tu nombre, en la esencia, en tu obra y huella profunda que has dejado en el corazón de los venezolanas y venezolanas, latinocaribeños y latinocaribeñas, y buena parte del planeta. Hoy tu nombre está regado y se volvió patria, solidaridad, compasión". La elección que estamos recordando, la de hace un año, esa nueva batalla de Carabobo librada por tí, selló la independencia verdadera y definitiva de Venezuela.
Chávez siempre invicto, Chávez gigante, Chávez siempre con nosotros enfrentando la oscuridad y la muerte, llevando más vida, más ternura, más sonrisa y más futuro a los millones de venezolanas y venezolanos que hoy te tienen como acompañante permanente en nuestras vidas. El 4 de octubre, aquél cordonazo de San Francisco, esa lluvia bendijo el triunfo de la Revolución del 7-O, tuya es la victoria, siempre fue tuya, padre Chávez, así te llamamos, padre en la batalla que cada día libramos y en la evolución de cada accionar. Eres tú la luz que nos guía y guiará, porque contigo viviremos y venceremos.
Nosotros, tus hijos e hijas, a quienes tanto te debemos a su pensamiento, obra y acción, la lucha cotidiana continúa en la construcción de la Patria que soñaste.
Nunca besaste a nuestro pueblo con grima comandante, siempre besaste al pueblo porque realmente lo amaste, lo amas, y desde donde estés, lo sigues amando, eres único e irrepetible, con puro amor por tu pueblo. Hicieron de todo para que te volvieras uno de ellos, pero que vá hermano, no pudieron contigo, ni pueden, ni podrán.
Eres el responsable de lo que fuimos, de lo que somos y de lo que seremos por siempre y para siempre. Siempre contarás conmigo, y aquel juramento que te hice, lo cumpliré al pie de la letra.
Por eso, es que el 7 de Octubre, quien venció fué el amor.
¡Bolívar y Chávez viven, y la Patria que nos legaron sigue!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
*Abogado,Activista por los Derechos Humanos,Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas (RENTSOC). http:// juanmartorano.blogspot. com / http://juanmartorano. wordpr ess.com/ .jmartoranoster@ gm a i l.com , j_martorano@ hotmail . com ,juan_ martoranocastillo@yahoo. com. ar . @juanmartorano (Cuenta en Tuiter).