Preludio de una marcha continental de repudio al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, la III Cumbre de los Pueblos cerrará hoy aquí tres días de maratónicos debates por un modelo alternativo al neoliberalismo.
Antítesis de la IV Cumbre de las Américas, que mañana reunirá en este afamado balneario a 32 primeros mandatarios del hemisferio, el foro de los gobernados sesionó bajo la consigna de Otro América es posible y contra los tratados de libre comercio impulsados por Norteamérica.
Integrantes de más de 600 organizaciones sociales, sindicales y políticas de Argentina y una veintena de países concluirán este jueves sus deliberaciones sobre la búsqueda de alternativas a las recetas neoliberales que prevalecieron en la década de 1990.
Organizada por la Alianza Social Continental, la cita la inauguró el pasado martes el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, quien llamó a decirle basta a la fracasada Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), ideada por Washington.
El conocido activista por los derechos humanos sostuvo que esa iniciativa, resistida por numerosas naciones latinoamericanas, representa la muerte, la destrucción y la recolonización de la región.
Denunció, además, la creciente militarización del hemisferio, a través de las bases instaladas por la Casa Blanca con los planes Puebla Panamá y Colombia.
En esa línea, calificó de inaceptable el reciente ingreso de tropas estadounidenses en Paraguay bajo total inmunidad para controlar el Acuífero Guaraní, considerado una de las reservas de agua potable más grandes del planeta.
Nuestros pueblos no necesitan ejércitos y menos procedentes de Norteamérica, sino recursos para la salud y la educación, 'para la vida y no para la muerte', enfatizó.
El Nobel argentino puntualizó que la tercera edición de la cita construirá caminos de resistencia a la pretensión de imponer un pensamiento único en el continente.
Aclaró que la de los Pueblos, que se desarrolla en paralelo a la de las Américas, no desea la violencia, la cual, apuntó, se deriva del sistema de exclusión aplicado por los gobernantes de esta parte del mundo.
Contrario a quienes pretenden asociarla con supuestos focos de desestabilización, Pérez Esquivel definió este encuentro como el escenario de 'la voz de los pueblos' para abordar los problemas reales de la región, considerada la más desigual del mundo.
Sin vallas y alejada de la zona de exclusión montada para resguardar el encuentro presidencial, al que asistirá el vilipendiado Bush, la cumbre dedicó la víspera sus principales debates a la salud, el medio ambiente y las comunidades indígenas.
También analizó la militarización, la deuda externa, la OMC y sus implicaciones y la Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe (ALBA), proyecto promovido por el presidente venezolano, Hugo Chávez, como respuesta al anexionista ALCA.
En los más de 150 paneles, talleres y conferencias sobresalió la presencia de una delegación de Cuba, el único país de la región excluido deliberadamente de la reunión de estadistas de Mar del Plata por las presiones de Estados Unidos.
Pese a que sus conclusiones se conocerán hoy, la tercera edición del evento de los pueblos concluirá mañana con una multitudinaria movilización en rechazo a la presencia de Bush en esta ciudad, distante unos 400 kilómetros al sur de Buenos Aires.
Esa marcha se desplazará luego al estadio mundialista de Mar del Plata, donde se celebrará mitin en el que está anunciado como principal orador el dignatario de Venezuela.
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