Socialismo vs Capitalismo: Consumo vs Consumismo

Uno de los elementos que distingue a las prácticas socioeconómicas solidarias es la de consumir con espíritu crítico y en base al reconocimiento de una pluralidad de necesidades humanas. Tal como lo plantea Guerra, (2002) partimos del hecho de que el consumo es el proceso que implica la utilización de bienes y servicios para la satisfacción de alguna o algunas de las diversas necesidades humanas que redundará en un posterior beneficio o deterioro de su integridad.

De esta definición se desprenden dos elementos: el objeto de consumo y el sujeto que consume. En el primero estaremos incluyendo todos los bienes y servicios que son consumidos por el sujeto de la acción; en el segundo caso, existe posiciones teóricas encontradas en el sentido de si el consumo es una actividad propiamente humana. Por ahora este tema quedará pendiente para su evaluación en otra oportunidad.

Lo que podemos significar en esta ocasión es que debemos establecer con claridad que el consumo adquiere una particular distinción entre nosotros: la posibilidad en elegir, optar y decidir, sobre el tipo de objeto a ser consumido, el grado de satisfacción de las necesidades, las diversas formas de lograrlo, entre otros. De esta forma, además, podremos decidir, de acuerdo a nuestros criterios, cómo y de que forma “consumiremos” los diferentes medios de trabajo que disponemos; y de esta manera, además, al diferenciarnos de otras especies, no tendremos solo una actitud de “consumo” sino además de “consumismo”. Si bien es cierto que el consumo satisface necesidades, éste a su vez puede ser beneficioso o perjudicial al sujeto de la acción en su integridad.

Los sujetos pueden clasificarse en primarios y secundarios. Un sujeto primario es el que consume voluntaria y directamente un objeto, habiendo muchas veces sujetos secundarios, esto es, aquellos que consumen de forma indirecta, muchas veces sin quererlo. Es posible advertir cómo los efectos negativos serán más probables entre sujetos secundarios que primarios (aunque en estos existan casos muy particulares), ya que en aquellos, no hay una voluntad explicita de consumo.

Dentro de la sociedad capitalista (de la cual forma parte Venezuela) se fomenta el consumo innecesario de bienes y servicios (consumismo). Este consumismo se apoya en toda una red tecnológica que implica la mercadotecnia. En esta trampa tecnológica juega un papel fundamental la publicidad. Esta se encarga de propiciar necesidades artificiales, manipulando el subconsciente de las personas. Resumiendo pudiéramos decir que la diferencia entre consumo y consumismo, socialismo y capitalismo es que en el primero de los casos se trata de la realización del hombre y de la sociedad en un desarrollo armónico de las cuatros experiencias humanas: corporeidad y espiritualidad, individualidad y sociabilidad. Según Razeto, (2001) un consumo perfecto destacaría la integralidad a través de: los rasgos de moderación, correspondencia, persistencia, globalidad, equilibrio, jerarquía, integración y potenciación Mientras en el capitalismo, el consumismo lleva la voz cantante, privilegiando una unilateralidad o parcialidad.

El énfasis se ha puesto excesivamente en la dimensión de la corporalidad y la protección del individuo, descuidándose las dimensiones del espíritu y de la convivialidad: la economía capitalista provee en abundancia cosas materiales y servicios personales, y es carente en la provisión de bienes y servicios culturales y relacionales. Transitar hacia una sociedad socialista pasa necesariamente por lograr un cambio de las pautas del consumo que la sociedad capitalista nocivamente le ha impuesto al individuo y a la sociedad.

isidrocamacho@hotmail.com


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Isidro Camacho Manzano

Isidro Osvalinoc Camacho Manzano Docente Universitario, Profesor a dedicación exclusiva UNELLEZ-VPDS Barinas.

 osvalinoc@gmail.com

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