“Yo sé que me van a juzgar
Me van me van a condenar
Cuando me vean con ella...”
Así comienza la canción de Maelo “Qué te pasa a ti” inmortalizada para siempre en su “incomprendida voz”. No voy a ahondar en definiciones, conceptos ni criterios acerca de esos tres oficios porque todo el que lea este artículo sabe perfectamente de que trata cada uno de ellos, igual me van a caer a palos si al pie de página las citas bibliográficas los conducen por un laberinto de referencias. El mundo entero está en guerra. No hay rincón del planeta donde no se presente un conflicto. En pocos lugares del globo terráqueo esa guerra es convencional, tal y como la conocemos a través de los textos de historia. La cara más perversa y poco comprendida de esta guerra es la mediática y la libramos todos las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 12 meses de cada año y con más intensidad desde hace 15 años en nuestra amada patria. No hay ser humano que no haya sido tocado por esta guerra, ella no respeta edad, sexo, credo, condición social o raza, no acepta prisioneros, no se rige por valores institucionales, no sabe de derechos humanos, de hecho el propósito de quienes la dirigen desde un oscuro anonimato parece ser el acabar con la humanidad y crear un mundo a su medida, a lo maltusiano pues.
Cómo se formó este triángulo perverso y cuándo sólo lo saben las think tank que lo idearon para jodernos la vida. Cuando se desata un incendio lo correcto es tratar de apagarlo con los métodos que la lógica indica: con agua, con extintores, con tierra, haciendo corta fuegos, nunca hemos visto que un incendio traten de apagarlo echándole combustible. ¿A qué viene todo esto? Muy simple, desde hace un tiempo para acá hemos visto a través del mago de la cara de vidrio el nacimiento de unos guerreros no convencionales que se dedican segundo a segundo sin descanso y sin tregua a luchar la guerra mediática, esos guerreros no son otros que los periodistas, que de bando y bando se han metido a políticos, economistas, criminólogos, estadistas, expertos petroleros, orientadores sociales, luchadores de clase y pare usted de contar, total dirán ellos y ellas, se trata de una guerra no convencional y por lo tanto todo se vale, incluso ser palangrista. Hemos tenido periodistas que incluso han sido ministro de defensa, na´ guará diría un larense, vergación maracucha, de hecho nuestro actual vicepresidente es ¡periodista!
Ahora bien, nuestra Revolución maneja unos códigos y se rige por unos valores, es humanista, es pacifica, es socialista, está armada... de ideas (qué jodedera la del venezolano ¿no?). Y armados de esas ideas es que deberían estar esos guerreros no convencionales que la defienden. A mi se me revienta la hiel cuando veo, escucho o leo a un periodista atacando a la revolución cobardemente amparado en una supuesta libertad de expresión, provoca meterle una bala entre ceja y ceja, molerlo a palos, guindarlo de un puente, volverlo polvo cósmico, (esta guerra es no convencional señores) pero no, eso es lo que ellos quisieran para justificar sus argumentos de que somos violentos. El fuego no se apaga con más candela. Si un periodista-político-palangrista se explaya hablando pestes de la revolución o del gobierno, no justifico que los periodistas del bando de la revolución se rebajen a ese nivel tan rastrero y les respondan como periodista-político-palangrista revolucionario. Si palangrismo es palangrismo aquí y en el polo norte, no puede haber un palangrismo malo y otro bueno, dije que no iba a entrar en detalles conceptuales pero el palangrista se debe al que le paga, y yo no concibo que el Estado les pague a los periodistas de Venezolana de Televisión, el canal de todos los venezolanos para hacer causa política con el gobierno, no debe ser así, es políticamente incorrecto.
Esto le ha causado un grave daño a la revolución. Los venezolanos en su inmensa mayoría, queremos vivir en santa paz, sabemos quienes son los enemigos de la patria, son unos pocos, no llegan al 0,001 por ciento de la población, pero ese ínfimo porcentaje de viles seres tiene secuestrada a media población porque el gobierno a estado tratando de apagar el fuego con candela. Los venezolanos no hemos madurado en lo político plenamente, hemos dado pasos agigantados en esa dirección, tenemos el sistema electoral más sofisticado del mundo y Dios nos puso en el camino a un hombre que no dudó un segundo en dar su vida para enrumbarnos por la senda del socialismo, del humanismo, de un estado de derecho de iguales y no de desiguales, él ya no está físicamente con nosotros, pero nos dejó su legado, nos dejó una patria libre, nos enseñó la verdadera dimensión del amor, era un ser humano de carne y hueso pero forjado en el crisol de los libertadores, no defraudemos su causa, dejemos que los muertos carguen a sus muertos, el pueblo en estos últimos 15 años a demostrado ser sabio, a derrotado paros patronales, guerra petrolera, golpes de estado, guarimbas, saboteos económicos y guerras económicas, ¿quién dice que no podemos derrotar una guerra mediática? Pero no es con las armas del enemigo que debemos combatirlos, es con nuestras armas, las que nos dotó nuestro Comandante Eterno, las armas de las ideas.
Por eso les digo a los periodistas del bando de la Revolución, si van a luchar por la causa bolivariana, no combatan el fuego con candela, luchen con las armas... de las ideas, que aquí está el pueblo rodilla en tierra con las armas... de las ideas también...! Dejen que esos periodistas-políticos-palangristas se revuelquen en el estiércol de sus propios excrementos que allí entre estertores y alaridos perecerán inexorablemente. No entren en ese triángulo perverso del PERIODISMO-POLITICA-PALANGRISMO que el pueblo es sabio y no perdona esos errores, ¿por qué creen que no hemos podido romper la barrera de los 10 millones de votos? ahí se los dejo.
La segunda estrofa de la canción de Maelo dice así:
“Pero antes que me juzguen
Quiero decir que ella levantó un hombre vencido...”
ELLA ES LA REVOLUCION Y POR ELLA DOY MI VIDA...!!!
galrodriguez55@gmail.com
