El 5 de julio corresponde a un hito revolucionario muy importante ya que define la soberanía nacional y la independencia absoluta de nuestra patria de España y el desconocimiento del poder del Rey Fernando VII, quien había sido sometido por las tropas francesas. Debió pasar un (1) año luego de la proclamación de la Independencia el 19 de abril, en el cual los patriotas venezolanos se dividieron en dos (2) bandos, el partido radical que perseguía la independencia absoluta de manera inmediata; y el partido moderado de los que perseguían dilatar esta declaratoria basados en el respeto a los derechos del Rey Fernando VII.
Una cosa decía el Congreso en sus deliberaciones y otra se decía y debatía en la Sociedad Patriótica donde los tribunos debatían acaloradamente la situación de España y la necesidad urgente de la Independencia Nacional. En estos debates se destacaron muchos patriotas eminentes, pero entre ellos sobresalieron Miranda y el coronel Bolívar. Bolívar fue quien resumió el asunto cuando rebatía a los moderados y decía, "vacilar es perdernos", "hay que poner la piedra fundacional de Suramérica".
Este proceso intenso que se resumía en solo un (1) año de luchas dejaba ver que un grupo perseguía una cierta autonomía nacional, mientras que otro grupo perseguía la creación de una nación soberana cimentada en su población, sin distinciones de raza. Era el grupo de los futuros Libertadores de América que propugnaba colonizar nuestra patria, pero con nuestra propia gente de manera soberana. Era la propuesta cuya raíz venía del "inventar o errar" del maestro Simón Rodríguez, que el devenir histórico y la acción de las masas populares condujeron luego de dos siglos al despertar de la historia reciente con el socialismo bolivariano.
Como dijera el futuro Libertador Bolívar en la Sociedad Patriótica previo al 5 de julio, al responder a los dudosos "¿..no son suficientes 300 años de espera?", haciendo referencia al sometimiento de los pobladores originarios, los negros y a los descendientes de los españoles en Venezuela por parte de los imperialistas españoles. Hoy diríamos que luego de 500 años de espera, ha llegado la hora del pueblo trabajador, para realizar las tareas revolucionarias pendientes y declarar al mundo que no habrá fuerza material que pueda detener la revolución bolivariana.