Desde que nuestro Cmdt. Supremo y eterno Hugo Rafael Chávez Frías, ganó su histórica elección para presidir en ese entonces a la República de Venezuela en el año 1.998, procedió a estructurar a su gabinete ministerial, que le permitiría organizar y desarrollar el “Proyecto político de cambio radical” que como oferta para transformar las estructuras jurídicas y político administrativas, le hizo a la sociedad venezolana en general, en la campaña electoral; dicho “Proyecto de País” como ya es muy bien conocido, consistió fundamentalmente en convocar a toda la Nación para que convocara a una “Asamblea Nacional Constituyente”; esa propuesta la confirma en su discurso dado el año 1.999 cuando es Juramentado en el para ese entonces Congreso Nacional, como Presidente Constitucional de la República.
Ese gabinete ministerial integrado por militares y civiles, fue ideológicamente muy heterogéneo y poco convencido de las reales necesidades del urgente cambio que estaba demandando la clase media y el pueblo económicamente débil por años muy excluido; la vieja burguesía nacional e internacional (Empresas trasnacionales del imperio capitalista de EE.UU y Europa), que desde la instalación de la Primera República en el año 1.830 hasta el año 1.998, había multiplicado sus inmensas fortunas a expensas del Estado y la súper explotación del pueblo trabajador; empezó a “Tenderle puentes” al Cmdt. Presidente Hugo Chávez para que les mantuviera sus históricas cuotas de poder en todas las instancias del Estado; pero el joven inteligente y aguerrido líder militar Cmdt. Presidente Hugo Chávez, con su muy pensado y mentalizado proyecto de radical cambio político, social y económico, por el cual se había junto a quienes lo acompañaron sacrificado tanto, no sucumbió ante tanta presión subjetiva y se mantuvo leal a su pueblo; por tal razón y por los profundos cambios jurídicos emanados de la nueva Carta Magna aprobada mediante Referéndum aprobatorio, la clase política ultra derechista, derechista y algunos “Cascarones mercenarios supuesto izquierdistas” unidos a la enfurecida burguesía nacional e internacional en componenda con parte del “Generalato corrupto” de la FAN, planifican, organizan y ejecutan un “Golpe de Estado” que logra deponer del mandato al Cmdt. Presidente Hugo Chávez, que apenas dura 48 horas, ya que la mayoría de los mandos jóvenes de la FAN, eran leales a la CRBV y al Cmdt. Presidente Chávez; en consecuencia con el “Bravo pueblo” en la calle exigiendo la restitución de su Presidente, depuesto por tan fascista “Golpe de Estado” orquestado por los EE.UU, la llamada “Coordinadora Democrática” y la nombrada “Gente del petróleo”, repito con el apoyo incuestionable de los militares leales al Cmdt. Presidente, el “Bravo pueblo” aborta el “Breve Carmonazo” y restituyen en la Presidencia de la República a su legítimo mandatario el Cmdt. Hugo Rafael Chávez Frías.
A partir de todos estos acontecimientos históricos el Cmdt. Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, se ve forzado a reestructurar profundamente a su Gabinete Ministerial en todas las instancias del Estado; fue así como en el año 2.002 procede a nombrar a uno de sus Ministros más fieles y leales, el cual para ese entonces era un alto gerente de PDVSA, me refiero al Ing. Rafael Darío Ramírez Carreño; a quien por muchas y muy conocidas razones, he llamado súper Ministro del Cmdt. Supremo y eterno Hugo Rafael Chávez Frías(+); ya que es uno de los pocos y exitosos Ministros de los que se mantuvo leal, acompañando al Cmdt. Presidente Chávez y aún hoy se mantiene ostentando su cargo ministerial con éxito, en el gobierno del Presidente Constitucional Sr. Nicolás Maduro Moros; ello ha quedado demostrado en la práctica gerencial y en su posición política plasmada en el discurso donde narra parte de la gran gestión desarrollada por el Cmdt. Presidente Chávez en sus 14 años de gobernabilidad ininterrumpida; el cual se tomó como prólogo del almanaque 2013 publicado por PDVSA titulado “VENEZUELA ROJA ROJITA”, que a continuación transcribo.
“Para el extraordinario pueblo venezolano, cada año de revolución constituye un hito en la consolidación defensa del sueño de justicia, inclusión, equidad y verdadera independencia que en el año 1.992 concibiera Hugo Rafael Chávez Frías, desbordado de nuestros límites geográficos para hacerse clamor latinoamericano y mundial.
Se dice fácil disfrutar, a casi tres lustros de lucha revolucionaria, del bien estar común forjado por pueblo y gobierno indivisiblemente unidos. Para nuestras niñas y niños, es natural asistir a escuelas gratuitas de amplia estructura y calidad, escuchar que sus abuelos y abuelas reciben una pensión justa y pagada a tiempo mes a mes; habitar una vivienda cómoda, hacer tres comidas diarias con alta presencia de proteínas; recibir asistencia médica de altísimo nivel, formarse en instituciones de educación superior y para el trabajo; vivir en nuestra cultura, conocer cada día más nuestra historia, participar de manera protagónica en el quehacer político, caminar por amplios y recuperados espacios públicos… en fin, ver los frutos de la renta petrolera transformados en vivir bien para todas y todos.
Sin embargo, para quienes hemos vivido intensamente este irreversible proceso de cambios sociales, bien conocemos el costo de fuego y sangre que ha supuesto defender el proyecto socialista de quienes les adversan, añejos grupos oligárquicos enemigos del pueblo y su soberanía. En especial sabemos de la batalla sin cuartel, de días infinitos y noches sin descanso, esgrimidos por el compañero presidente Hugo Chávez, incluso mucho antes de recibir el respaldo de la mayoría venezolana para liderar los destinos de una patria venezolana cansada de esperar, antes rica en recursos pero pobre en arraigo y conciencia histórica.
Para lograrlo, nuestro Cmdt. Presidente hubo de enfrentar cárcel y difamación de los enquistados grupos de poder. Tras de recibir indulto, ha recorrido caseríos, pueblos y ciudades de la patria, respaldad sólo por la convicción de su libertaria idea y su valiente verbo. Recibiendo la investidura presidencial, juró reformar la Constitución en torno a los más altos cánones de garantía y defensa de los Derechos Humanos como pocas en el mundo; y así lo hizo, con el aval de la inmensa mayoría. Ha avivado el pensamiento bolivariano, bajando de los oxidados pedestales a nuestros próceres y rescatando del olvido a las hasta entonces anónimas heroínas de nuestra libertad como Josefa Camejo y Juana la Avanzadora. En sus discursos, verdaderas clases magistrales, habla de sembrar la justicia y la inclusión, de combatir a los enemigos del pueblo, y el pueblo presto a su mensaje, ha despertado de su marasmo. Lucha contra el latifundio y la especulación, al promover las leyes de Tierra y Pesca, poniendo en las curtidas manos de campesinos y pescadores, la defensa de la soberanía alimentaria. Enfrenta, junto a los hombres y mujeres de la patria, los ataques de la contrarrevolución, como los acosos de la prensa burguesa, el terrorismo alimentario, el golpe de Estado del 11-A y el infame sabotaje petrolero. No cesa de denunciar el carácter apátrida de la vieja PDVSA, que entrega a las corporaciones trasnacionales hasta un 70% de la explotación y venta de nuestro principal recurso, e impulsa en contraposición la Plena Soberanía Petrolera, consolidando así la Nueva PDVSA, nacional, popular y profundamente revolucionaria, que ahora lleva bienestar a todas y todos, a través del plan Siembra Petrolera, solo posible tras modificar el marco legal petrolífero en un sentido de profundo arraigo nacionalista, donde ahora nuestra industria energética participa al menos en un 60% de la exportación de nuestro hidrocarburo y percibe merecidas ganancias a través del impuesto de Ganancias Súbitas, entre otros devolvió, devolvió a la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) su carácter protagónico, e impulsa la democratización al acceso energético de países menos privilegiados a través de PETROSUR. Con la creación de las distintas misiones – Barrio Adentro, Robinson, Rivas, Sucre, Saber y Trabajo, Hijos e hijas de Venezuela, José Gregorio Hernández, Madres del Barrio… - viene dignificando a millares de personas marginadas en sus más elementales derechos por décadas de gobiernos insensibles en temas de gran trascendencia social, como lo es la tenencia de techo propio; de tal suerte, la Misión Vivienda Venezuela ha entregado 593 mil 198 soluciones habitacionales, para completar la meta de 2 millones 3 mil 404 moradas. Se ha ganado a pulso el respeto de la opinión internacional. Y su lucha, hoy concentrada en recobrar la fortaleza de su salud, está acompañada de todo un pueblo.
“Amor con amor se paga” bien resume la conseja popular. El mensaje y obra del Camarada Presidente halló en la cristalina alma popular abonado terreno para germinar un frondoso e inmenso árbol que con humildad acoge a quienes buscan fruto y cobijo, pero resiste indoblegable a las vanas, insignificantes hachas de quienes pretenden derribarlo. El pensamiento, la mirada, la voz y la arrolladora acción de Hugo Chávez, están inoculadas en los ojos, la garganta y manos de millares de venezolanas y venezolanos inviibisibilizados ante la indiferencia de la parásita clase política instaurada por el sistema capitalista para sus fines de miseria y terror, ahora insobornables protagonistas de su quehacer de amor. Todo ello replicado además como reguero de pólvora a varios gobiernos progresistas de América Latina y defendido por reconocidas voces internacionales, que ven en el modelo político venezolano una salida viable a los efectos adversos del capitalismo.
Es así, un verdadero compromiso con la dignidad, con el orgullo libertario y con el deseo certero de construir otro mundo posible, donde la explotación y desigualdad no tengan cabida, defender con alegría lo que un día nació como imposible pretensión y hoy es el deseo hecho carne y verdad del Padre Libertador Simón Bolívar: procurar la mayor suma de felicidad posible para todas y todos”.
Rafael D Ramírez C
Ministro del Poder Popular de Petróleo y Minería y Presidente de PDVSA.
