En primer lugar, quiero ofrecer una disculpa a los partidos del llamado Gran Polo Patriótico, por si la idea que trato de comunicar no cuadra con la realidad. No creo tener una mala percepción sobre una especie de deslealtad en la relación PSUV-Gobierno y el GPP. Si fuese así; es decir, si existiera un contacto de reconocimiento e importancia del otro –GPP-, ofrezco anticipadamente mis disculpas.
Regularmente, leo información sobre posiciones que vienen asumiendo individualmente algunos partidos del Polo Patriótico. Suelen ser muy activo declarativamente el PCV y el PPT. En el Correo del Orinoco siempre tienen buenos espacios y ahí, como colocados en un diván, sueltan los apoyos sobre algunas políticas y dejan ver también las angustias que llevan por dentro. A veces, uno logra entender, que la gran mayoría de la gente que se califica como “gran” Polo Patriótico, que no es sentida tan grande según parece, se aprovecha de estos espacios para comunicarnos que su pareja, o sea el PSUV, le ofrece un mal trato.
Es un riego detallar si el maltrato es verbal o físico, pero es evidente que existe un mal trato y que ese mal trato agrega una visión de objeto. El PSUV simple y sencillamente tiene al GPP como un objeto, cuya importancia suele aparecer en los momentos electorales y que pasado ese momento electoral; el “Gran” Polo Patriótico”, cobra su visión y comienza a sentirse, el peregrinaje de los más activos para tratar de sacarle un espacio al PSUV y presentarle sus aportes o sugerencias.
Hasta donde sé, Nicolás Maduro se ha reunido en varios momentos con empresarios desde que se instaló en Miraflores. Ha insistido en que desea seguir reuniéndose con estos empresarios y después del 8-D, tuvo un gran encuentro con los alcaldes de la oposición y dicho encuentro, fue calificado por muchos analistas como histórico y de gran trascendencia. No discuto esa calificación y tal vez el momento sea tan complicado para que se sienta tanta necesidad de reunirse con factores de la oposición y dejar a un lado a los aliados.
No tengo interés en homologar los tiempos porque son cada uno particulares, pero la derecha en un momento especial después de la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, sintió la necesidad de reunirse en la casa de Caldera y lo que acordaron aseguro la supervivencia de ese pacto por más de 40 años.
Hoy uno sabe si el aliado del gobierno es la derecha y el Polo es lo que siempre ha sido; un objeto con personas adentro que le sirve al PSUV para alimentar su cacería de votos. Siento que cuando el gobierno y el PSUV precisa de dialogo hace referencia única y exclusivamente a las organizaciones que componen la MUD. Nunca, hasta donde he podido observar, ese dialogo incluye al llamado “gran” polo patriótico.
No estoy pensando ahora en un dialogo burocrático para que el Polo exija cargos. No veo al Polo en ese esfuerzo y creo que es lo menos que importa. Desearía ver a un “GRAN” Polo Patriótico en su condición de aliado intentado llenar vació políticos y programáticos.
Dominguezclaudio15@gmail.com
@ClaudioElcuaco
Por: Claudio Domínguez
En primer lugar, quiero ofrecer una disculpa a los partidos del llamado Gran Polo Patriótico, por si la idea que trato de comunicar no cuadra con la realidad. No creo tener una mala percepción sobre una especie de deslealtad en la relación PSUV-Gobierno y el GPP. Si fuese así; es decir, si existiera un contacto de reconocimiento e importancia del otro –GPP-, ofrezco anticipadamente mis disculpas.
Regularmente, leo información sobre posiciones que vienen asumiendo individualmente algunos partidos del Polo Patriótico. Suelen ser muy activo declarativamente el PCV y el PPT. En el Correo del Orinoco siempre tienen buenos espacios y ahí, como colocados en un diván, sueltan los apoyos sobre algunas políticas y dejan ver también las angustias que llevan por dentro. A veces, uno logra entender, que la gran mayoría de la gente que se califica como “gran” Polo Patriótico, que no es sentida tan grande según parece, se aprovecha de estos espacios para comunicarnos que su pareja, o sea el PSUV, le ofrece un mal trato.
Es un riego detallar si el maltrato es verbal o físico, pero es evidente que existe un mal trato y que ese mal trato agrega una visión de objeto. El PSUV simple y sencillamente tiene al GPP como un objeto, cuya importancia suele aparecer en los momentos electorales y que pasado ese momento electoral; el “Gran” Polo Patriótico”, cobra su visión y comienza a sentirse, el peregrinaje de los más activos para tratar de sacarle un espacio al PSUV y presentarle sus aportes o sugerencias.
Hasta donde sé, Nicolás Maduro se ha reunido en varios momentos con empresarios desde que se instaló en Miraflores. Ha insistido en que desea seguir reuniéndose con estos empresarios y después del 8-D, tuvo un gran encuentro con los alcaldes de la oposición y dicho encuentro, fue calificado por muchos analistas como histórico y de gran trascendencia. No discuto esa calificación y tal vez el momento sea tan complicado para que se sienta tanta necesidad de reunirse con factores de la oposición y dejar a un lado a los aliados.
No tengo interés en homologar los tiempos porque son cada uno particulares, pero la derecha en un momento especial después de la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, sintió la necesidad de reunirse en la casa de Caldera y lo que acordaron aseguro la supervivencia de ese pacto por más de 40 años.
Hoy uno sabe si el aliado del gobierno es la derecha y el Polo es lo que siempre ha sido; un objeto con personas adentro que le sirve al PSUV para alimentar su cacería de votos. Siento que cuando el gobierno y el PSUV precisa de dialogo hace referencia única y exclusivamente a las organizaciones que componen la MUD. Nunca, hasta donde he podido observar, ese dialogo incluye al llamado “gran” polo patriótico.
No estoy pensando ahora en un dialogo burocrático para que el Polo exija cargos. No veo al Polo en ese esfuerzo y creo que es lo menos que importa. Desearía ver a un “GRAN” Polo Patriótico en su condición de aliado intentado llenar vacíos políticos y programáticos.
